Un homenaje a Ruben Osvaldo Feldman, vecino de Parque Chas
Ricardo Feldman se puso en contacto con nuestro medio para recordar a su hermano, reconocido arquitecto, que murió víctima del Covid-19 en 2022.
Ruben Osvaldo Feldman, nuestro querido esposo, padre, hermano, activo miembro de la comunidad, y reconocido arquitecto de trayectoria internacional, falleció el 27 de Febrero de 2022, víctima del cruel COVID-19.
Rubén Feldman nació el 18 de Abril de 1953 en el barrio de Parque Chas. En ese entonces sus padres, Gregorio y María Feldman eran los dueños de la Farmacia Roma, ubicada en Triunvirato y La Haya. Allí Rubén aprendió de sus padres a hacer el bien sin mirar a quién, ya que algunos clientes de la farmacia no tenían suficientes recursos para comprar medicamentos. El vio que nadie salía de la farmacia sin sus medicamentos. Muchas veces eran fórmulas preparadas por “Don Gregorio”, a una fracción del costo de específicos de laboratorio, o se les fiaba. Estas experiencias y el ejemplo de sus padres moldearon el carácter de Rubén, que siempre fue desinteresado, generoso, y ayudaba al prójimo como podía.
Ruben creció en un hogar en donde no sobraba nada, pero había lo suficiente para vivir, hasta que la farmacia no pudo subsistir, al abrirse nuevas superfarmacias mutuales con fines de lucro, que hacían una competencia desleal.
Esto llevó a sus padres a emigrar a Estados Unidos, cuando Rubén tenía 15 años. En Estados Unidos Rubén cursó la escuela secundaria, y estimulado por su nuevo ambiente, en particular el acceso a excelentes bibliotecas públicas, desarrolló una gran pasión por la arquitectura. Cuando completó sus estudios secundarios en Estados Unidos, decidió que lo mejor para él sería enrolarse en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires, en la que se recibió de Arquitecto. Cuando todavía era estudiante, Rubén conoció a Rachel Sorin con quién se casó en 1983. Su esposa fue un gran apoyo y sostén durante esta etapa y por el resto de su vida. De esa unión nació su hijo Mark.
En 1988, Rubén decidió trasladarse con su joven familia a Estados Unidos, donde todavía vivían sus padres y su hermano Ricardo, y encontró trabajo en una importante firma de arquitectos de Nueva York. Allí completó su formación como arquitecto, y luego se mudó a Orlando, en el Estado de Florida, donde ya trabajando por su cuenta, desplegó todo su potencial creativo y gran originalidad para imaginar espacios atractivos, modernos, luminosos, y prácticos. Su actividad como diseñador en Orlando resultó en la construcción de cientos de viviendas familiares de alto contenido estético y a la vez funcionales. Eso le valió ser reconocido con varios premios de la Home Builders Association of Central Florida (Segundo premio al mejor diseño de Orlando de 1993, Premio Meritorio por sus diseños “The Willow” y The Spruce en 1996, Primer Premio por su diseño “The Oak”, en 1997, y Primer Premio por su diseño “The St. Thomas”, en 1998).
A pesar de que sus diseños en Estados Unidos le trajeron gran reconocimiento, extrañaba mucho y decidió volver a su ciudad natal en 1999. Por aquel entonces, sus padres también habían regresado a Argentina, volviendo a su antigua residencia en Av. De Los Incas y Triunvirato. Rubén se estableció en el mismo barrio, trabajando sin descanso como arquitecto en importantes proyectos, y compartiendo sus enormes conocimientos de arquitectura en presentaciones y entrevistas. Una de ellas fue publicada en el Buenos Aires Herald en el 2007, y otra fue publicada en el 2008 en “The Argentimes”, una revista bi-semanal. En éstos artículos, Ruben describe con gran erudición y conocimiento la riqueza arquitectónica de la Ciudad de Buenos Aires, explayándose sobre las distintas influencias de importantes arquitectos que moldearon el carácter de muchos barrios porteños. Estos artículos, publicados en Inglés y traducidos al castellano por su hermano Ricardo, así como también muestras de sus originales diseños se pueden acceder en éstos links.
Rubén era una persona muy bondadosa, tenía un corazón de oro, y era un gran humanista. Basta señalar una anécdota para ilustrar su compromiso con los demás. En el barrio había un hombre viviendo en la calle por mucho tiempo. Rubén no sólo le daba dinero y a menudo le traía comida, sino que trató de mejorar su situación, intercediendo repetidamente ante el Gobierno de la Ciudad para que este señor pueda recibir un alojamiento. Su profundo humanismo también se puede apreciar en sus escritos, algunos de los cuales se pueden acceder en esta nota.
Rubén fue un arquitecto brillante pero su otra pasión era la hermosa familia que formó. También mostró mucha devoción con su madre, lo cuál le permitió a ella seguir viviendo independientemente en su propio departamento desde que quedó viuda hasta su fallecimiento a los 94 años.
Rubén era multifacético, tenía una memoria prodigiosa, un gran sentido de la historia Argentina y Universal, y sobre todo de la Justicia. Los que lo conocieron tampoco olvidarán su agudo sentido del humor, que siempre estaba presente en todas las conversaciones que mantenía.
Ruben O. Feldman vivió en el Parque Chas hasta que el virus del Covid truncó su existencia, llenando a toda su familia, y amigos que lo conocieron de una gran congoja. Su prematura partida nos deja un gran hueco y un dolor profundo que es muy difícil de sobrellevar.
Tanto su devota esposa Rachel como su hijo Mark viven en el Parque Chas, muy cerca de dónde estaba la Farmacia Roma.
Texto escrito por Ricardo Feldman