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Un Encuentro Inesperado

 

 

 

 

 

Compartimos el Capítulo 1 de esta historia compartida por Fabián Lefebvre, dueño de la casa de antigüedades “Esas Cosas de Ayer” de la calle Tréveris.

 

 

 

Parque Chas, un tranquilo barrio ubicado en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, es el escenario donde se desarrolla nuestra historia. En la calle Tréveris al 2400, una de sus calles empedradas, se encuentra una pintoresca casa de antigüedades llamada “Esas Cosas de Ayer”, propiedad de Fabián, un apasionado coleccionista de objetos del pasado.

Fabián era un hombre de mediana edad, con cabello entrecano y una mirada curiosa y penetrante. Desde temprana edad, había sentido una atracción especial por las historias y los objetos que encerraban secretos del pasado. Por eso, decidió abrir su propia tienda de antigüedades, donde podía dar vida a su pasión y compartir su conocimiento con otros amantes del pasado.

“Esas Cosas de Ayer” era un lugar mágico, donde cada objeto tenía su propia historia. Los muebles, las joyas, los libros y las fotografías, todos ellos se encontraban en un estado impecable, como si el tiempo se hubiera detenido para preservar su esencia. Los clientes que entraban en la tienda no solo buscaban objetos, sino también conexiones con épocas pasadas y recuerdos olvidados.

Un soleado día de primavera, Fabián se encontraba revisando una caja de viejos vinilos cuando una mujer entró en la tienda. Su cabello castaño oscuro caía en cascada sobre sus hombros y sus ojos brillaban con una mezcla de asombro y curiosidad.

“¡Bienvenida a ‘Esas Cosas de Ayer’! ¿En qué puedo ayudarte?”, dijo Fabián con una sonrisa amigable.

La mujer, llamada Silvana, se acercó cautelosamente al mostrador y respondió: “He oído hablar mucho sobre esta tienda y siempre he sentido una atracción especial por las antigüedades. Quería ver si encontraba algo único, algo que me transporte a otra época”.

Fabián, emocionado por el interés de Silvana, la llevó a un rincón especial de la tienda, donde exhibía una colección de reliquias de la historia argentina. Allí había fotografías de antiguas estancias, documentos históricos y objetos utilizados por figuras destacadas del pasado.

Los ojos de Silvana se iluminaron al observar cada pieza cuidadosamente seleccionada. Mientras sostenía una pluma antigua perteneciente a un famoso escritor argentino, su mano tembló ligeramente. Fabián percibió la emoción en su rostro y supo que había encontrado a alguien que compartía su pasión por el pasado.

A medida que las semanas pasaban, Silvana se convirtió en una visitante asidua de “Esas Cosas de Ayer”. La relación entre Fabián y Silvana fue creciendo, no solo como cliente y dueño de la tienda, sino también como amigos. Juntos, exploraban cada rincón de la tienda y se sumergían en las historias ocultas detrás de cada objeto.

Pero la tienda también albergaba un misterio que intrigaba a Fabián. Un antiguo cajón de madera, encontrado en una vieja casa abandonada, guardaba secretos desconocidos. A pesar de sus esfuerzos, Fabián no había logrado abrirlo. Decidió compartir este enigma con Silvana, y juntos se embarcaron en la búsqueda de pistas para descifrar su contenido.

A medida que profundizaban en la investigación, descubrieron que el cajón estaba conectado con la historia de una antigua familia de Parque Chas. Un linaje que se había desvanecido con el tiempo, pero cuyo legado seguía presente en el corazón del barrio. Este hallazgo despertó en Fabián y Silvana un deseo aún mayor de desentrañar el misterio y devolver la historia a la vida.

Con cada nuevo descubrimiento, la amistad entre Fabián y Silvana se fortalecía. Juntos, se sumergieron en el pasado de Parque Chas, desenterrando secretos y reviviendo memorias perdidas. La tienda de antigüedades se convirtió en un lugar de encuentro no solo para los amantes del pasado, sino también para aquellos que deseaban preservar la historia de un barrio lleno de encanto.

“Esas Cosas de Ayer” se convirtió en mucho más que una simple tienda de antigüedades. Se convirtió en un lugar donde el pasado y el presente se entrelazaban, y donde los lazos de amistad y el amor por la historia encontraban su hogar.

Capítulo tras capítulo, Fabián y Silvana desentrañaron los secretos ocultos del cajón y descubrieron una historia que cambiaría sus vidas para siempre. Pero eso es solo el comienzo de su emocionante aventura en “Esas Cosas de Ayer”.

 

Continuará…

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Portal de Parque Chas

Redacción

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