Dengue: Las obras en construcción, un foco de proliferación
Es vital una campaña de concientización para arquitectos, ingenieros y trabajadores de la construcción, para establecer un protocolo y que esos posibles reservorios se tapen y/o vacíen periódicamente, señala Nicolás Schweigmann, director del Grupo de Estudios de Mosquitos (GEM) que funciona en el Departamento de Ecología, Genética y Evolución de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA.
En una entrevista que le realizó el portal Nex Ciencia, el investigador dice que “las obras en construcción no se controlan, pero la verdad es que tampoco se están controlando las casas. Falta una mirada integral. Además de un virus, el dengue es el resultado de un desorden socioambiental que afecta nuestra salud.”
Los sensores que opera el equipo del GEM han detectado Aedes aegypti en lugares donde antes no se lo encontraba: en la costanera, en el Centro. «Comprendimos que esa nueva presencia coincidía con grandes obras, túneles, edificios”, ilustra el director del Grupo de Estudios de Mosquitos
Error de lenguaje
“El mosquito es un enemigo al que hay que combatir”. Schweigmann aclara: “No, el mosquito es un ser que quiere vivir. Ahora bien, la asociación entre los seres humanos y los perros es un proceso de beneficios mutuos y se define como domesticación. La asociación con los mosquitos domésticos, por el contrario, produce beneficios sólo a favor de los insectos y se conoce como domiciliación, pues el hombre les provee los microambientes que les sirven de refugio, les deja recursos que favorecen su éxito reproductivo. El error, entonces, es seguir creyendo que le ‘echamos flit’ y arreglamos todo. Es decir, el paradigma químico está vigente, cuando lo que necesitamos es reforzar el paradigma ambiental: si mantenemos un ambiente saludable, nos enfermaremos menos.”
“Manzana saludable”
“Aedes aegypti se mueve en un radio de 40 ó 50 metros, es raro que cruce la calle: si en la manzana está todo lo que necesita, se queda ahí. Esa es la unidad epidemiológica que hay que cuidar”, advierte Nicolás Schweigmann.
“El dengue no es una enfermedad de la pobreza”
Todavía hay gente prejuiciosa que dice: ‘Dengue hay en las villas’. Yo digo: sí, dengue hay en las villas: Villa Ortúzar, Villa Pueyrredón, Villa Urquiza, Villa Devoto. Y estos brotes están relacionados con una cuestión muy característica de cacharros tirados y olvidados en un jardín que son los típicos criaderos de Aedes aegypti. Este mosquito se aprovecha de lo que uno se olvida. Hasta las sillas de jardín pueden convertirse en un criadero si dejo que en ellas se junte agua y no me siento por 15 días. Tenemos que empezar a pensar en “manzanas saludables”. Pero, para pensar en manzanas saludables, hay que reconstruir el tejido social. Si no nos hablamos entre vecinos, no vamos a resolver nunca el problema”, agrega el especialista.
El Plan Maestro para la prevención del Dengue
Nicolás Schweigmann señala que el Plan de 2016 “está escrito, quedó muy bonito, pero no se está tomando en cuenta. Por ejemplo, la prevención contra Aedes aegypti no se incluyó en los planes de estudio de las escuelas, algo tan sencillo como que los chicos puedan identificar cómo son las larvas y cuál es el mosquito de las rayitas blancas. Y lo central: que la prevención hay que hacerla en invierno, cuando los huevos que quedaron en estado de latencia aún no eclosionaron, es decir, un programa que dure todo el año y no una campaña en febrero. Porque ya sabemos que la fumigación no sirve para nada. No sirve para los huevos, no sirve para las larvas, no cumple ningún rol.”
Los tachos de 200 litros y las mezcladoras de las obras en construcción, que acumulan agua de lluvia, favoreciendo el ciclo del insecto, son un foco evidente de propagación del mosquito y, consecuentemente, de la posibilidad de que transmita el virus del dengue de una persona infectada a otra, porque además son elementos que se trasladan de una obra a otra. Para Schweigman, es vital una campaña de concientización para arquitectos, ingenieros y trabajadores de la construcción, para establecer un protocolo y que esos posibles reservorios se tapen y/o vacíen periódicamente.
Recomendaciones a la población
-Eliminar recipientes en desuso que puedan acumular agua (latas, botellas, neumáticos).
-Dar vuelta objetos que se encuentran en el exterior y pueden acumular agua cuando llueve (baldes, palanganas, tambores).
-Cambiar diariamente el agua de bebederos de animales, colectores de desagües de aire acondicionado o lluvia, dentro y fuera de la casa, cada 3 días.
-Usar en los floreros productos alternativos (geles o arena húmeda) en lugar de agua.
-Mantener los patios y jardines desmalezados y destapar los desagües de lluvia de los techos.
Las principales manifestaciones clínicas del dengue (fiebre mayor a 38º C sin signos de infección respiratoria, acompañada de cefalea, dolor retro-ocular, dolor de músculos y articulaciones, intenso malestar general, erupciones rojizas en brazos y piernas, picazón, diarrea, náuseas, vómitos, sangrado de nariz y encías) es importante transmitir la necesidad de ir en forma inmediata a la consulta médica para recibir el tratamiento adecuado.
Comunas 12 y 15
Nuestro vecino Carlos “Lito” Grisafi nos informa que se está haciendo una campaña de información y prevención en los clubes del barrio, espacios culturales, centros de Jubilados y escuelas.