Repudiaron el accionar de un agente de la Metropolitana
Organizaciones sociales de la Comuna 15 protestaron por el asesinato de Bruno Pappa, de 26 años, habitante del asentamiento conocido como Playón de Chacarita.
Organizaciones sociales, políticas y culturales de la Comuna 15 porteña repudiaron “un nuevo caso de gatillo fácil por parte de la Policía Metropolitana”, en una concentración realizada en las avenidas Dorrego y Corrientes.
En la protesta participaron unas 20 organizaciones, tres legisladores de la ciudad y dos comuneros electos que mediante una declaración conjunta afirmaron que el reciente “asesinato a sangre fría del joven Bruno Pappa es un nuevo caso de gatillo fácil y ocurrió en nuestro barrio”.
Pappa (de 26 años) fue baleado en la cabeza por un oficial de la Policía Metropolitana hace dos semanas en Chacarita, uno de los seis barrios que conforman la Comuna 15. La declaración atribuyó el caso, el tercero de gatillo fácil en un mes, a “la política de seguridad de (el jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires) Mauricio Macri y su ministro (de Justicia y Seguridad) Guillermo Montenegro”.
Como contrapartida, sostuvo que “el pleno ejercicio de los derechos son parte de la seguridad”, que “todas las vidas merecen el mismo respeto” y que “para vencer al crimen organizado debemos participar todos los componentes de la comunidad”. Firmaron la declaración agrupaciones kirchneristas como la Corriente 17 de Agosto y La Cámpora, Nuevo Encuentro, Buenos Aires para Todos, Proyecto Sur, Partido Comunista, Red por Buenos Aires y CTA, entre otras organizaciones de la Comuna 15. También suscribieron el documento los legisladores porteños María Elena Naddeo, Francisco “Tito” Nenna y Laura García Tuñón, así como los comuneros electos Carlos Méndez y Carlos Grisafi.
Para Marcela Perelman, coordinadora del área de Políticas de Seguridad y Violencia Institucional del CELS, “el hecho de que un funcionario dispare en la cabeza de una persona que se encuentra huyendo o reducida constituye un hecho de violencia extrema y un uso inadmisible de la fuerza letal que ocasiona un daño muy superior al que se pretende evitar y que se encuentra en contradicción con las normas internacionales y de la propia institución”.
La creación de la Policía Metropolitana tuvo como objetivo generar una fuerza de seguridad capacitada para intervenir en la prevención y represión de contravenciones y delitos menores. El proceso institucional impulsado por el gobierno de la ciudad de Buenos Aires para contar con una policía diferenciada de las existentes tiene serias deficiencias y en los últimos meses se han reiterado casos en los que se reproducen las peores prácticas de uso abusivo de la fuerza letal.
La Ley 2894/08 de Seguridad Pública de la ciudad de Buenos Aires, establece en su capítulo II los principios de actuación que deben cumplir los integrantes de la Policía Metropolitana. Respecto del uso de la fuerza letal, el artículo 28 delimita las situaciones en que el empleo de la fuerza es legítimo. Al respecto, el inciso g) sostiene que el uso de la coacción sólo es válido “siempre que no le infligiera un daño excesivamente superior al que se quiere hacer cesar”. En tanto, el inciso h) restringe el uso de armas de fuego “solamente en caso de legítima defensa, propia o de terceros y/o situaciones de estado de necesidad en las que exista peligro grave, inminente y actual para la vida de las personas protegidas, o para evitar la comisión de un delito que entrañe ese mismo peligro, debiendo obrar de modo de reducir al mínimo los posibles daños y lesiones a terceros ajenos a la situación”.
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