Murga porteña: Crónica de cómo fue declarada Patrimonio Cultural de la Ciudad
El músico Ariel Prat relata las instancias previas del surgimiento de la Ordenanza municipal que reconoció el aporte cultural de las agrupaciones murgueras porteñas.
Por Ariel Prat
Voy a contarles un poco, como surgió o mejor dicho por qué surgió la ordenanza municipal que declaró a nuestras murgas y agrupaciones porteñas, como «Patrimonio Cultural» de la ciudad en el año 97.
El entonces concejal del Frepaso Eduardo Jozami, luego de una jornada festiva en el Salón Dorado del viejo Concejo en la cual se presentó un proyecto de un Centro Cultural de Fútbol y para el cual coordiné un seleccionado murguero que entró al salón cantando y desfilando con temas de fútbol y murga; muy emocionado me dijo
«¿Que podemos hacer por la Murga Ariel?» Y enseguida le contesté «Legislar!»
Íbamos presos por bailar y ensayar en plazas y calles los murgueros de entonces aún en democracia. Siempre dije que era por «Portación de ritmo»…no teníamos manera de enfrentar los atropellos policiales y el estado no nos garantizaba la seguridad de los artistas barriales por excelencia. Tampoco había una manera legal y sensata de convenir en comunidad con los vecinos para que se organizara todo con un marco de entendimiento mutuo.
Así fue que comenzamos en unos días después a trabajar en el proyecto, juntos, los murgueros que fui convocando y representantes del legislativo bajo la imprescindible batuta de Cristina Chiste quien en esos días trabajaba en el bloque que integraba Eduardo.
Lo recuerdo, porque la ley salió unos meses después y se establecieron con los años distintas reglamentaciones hasta ahora, con presupuesto incluido en las cuales ya no tuve ni tengo nada que ver. El motivo principal fue generar espacio de consenso y cuidar a nuestra Murga en su ámbito original: LA CALLE. Recuerdo también reunirnos con Lopérfido en su despacho de entonces en Avenida de Mayo, quién descubrió que la murga no había nacido en el Rojas en esos días que no hacía revisionismo de nuestra reciente y sangrienta historia, pero ese es otro tema…
Ahora quiero recalcar y manifestar para propios y extraños el valor de la CALLE y de nuestra MURGA como expresión social y cultural, en días en donde parece que fuera moneda de cambio de un PROCESO que llegó para hacernos retroceder y no se puede tolerar. Abrazos y gracias!