La política pública de la gestión Larreta al desnudo, después de la muerte de dos referentes de la Villa 31 de Retiro
Se trata de Ramona Medina de La Poderosa y Víctor Giracoy del comedor “Estrella de Belén”. Hoy la realidad es que de cada tres casos nuevos de coronavirus detectados en el país, uno se da en barrios populares y asentamientos de la Ciudad de Buenos Aires. Mañana se presentará un comunicado que surge del relevamiento de varias organizaciones ante el avance del virus y la crisis alimenticia y habitacional por la que atraviesan los vecinos.
Este fin de semana quedó expuesta la falta de previsión por parte del Gobierno porteño para evitar que los casos de contagios por coronavirus se dispararan en las Villas y Barrios populares de la Ciudad de Buenos Aires.
Con la confirmación de 113 nuevos casos positivos en las últimas 24 horas, los diagnósticos de coronavirus ascendieron a 1.201 en esos barrios, de los cuales 141 ya se recuperaron, según informó esta mañana la administración de Horacio Rodríguez Larreta.
El sábado 16 de mayo falleció Víctor «Oso» Giracoy, militante de La Cámpora y referente de más de 25 años en el comedor «Estrella de Belén» del Barrio 31 de Retiro. La información fue comunicada por el Comité de Crisis allí instalado. «Tenía casi 60 años y era una persona de riesgo porque tenía diabetes y obesidad. Estaba internado desde el domingo pasado. Creemos que se contagió en el comedor pero no sabemos bien», dijo a Télam Héctor Guanco, integrante del comité, y agregó que «Víctor era muy bueno, lo querían mucho en el barrio».
Hoy domingo, después de permanecer tres días entubada diagnosticada de coronavirus, murió Ramona Medina, la comunicadora y referente de La Garganta Poderosa en la Villa 31 que había denunciado el abandono del barrio en plena cuarentena: 12 días sin agua y exigiendo traslados para su familia, en grave estado de salud.
El Comité de Crisis del Barrio Padre Carlos Múgica, prepara una conferencia de prensa exclusiva para los medios de comunicación, el lunes 18 de mayo a las 12 en la Parroquia Cristo Obrero. Se presentará un comunicado que surge del relevamiento de varias organizaciones ante el avance del virus y la crisis alimenticia y habitacional por la que atraviesan los vecinos. Ya son 851 los casos confirmados de covid-19 en el barrio y la situación preocupa por la cantidad de contactos estrechos que se dieron en las últimas semanas.
Desde sus redes sociales, bajo el hashtag #JusticiaPorRamona, La Poderosa emitió un duro comunicado después que se conoció la muerte de su referente en la 31.
«NOS MATARON A RAMONA»
Apretando los dientes, golpeando el teclado, aguantando la rabia y escupiendo lágrimas, nos toca escribir ahora esta mierda, para decirles todo eso que Ramona les dijo en tiempo pasado, todo eso que nos cansamos de gritar durante dos meses, todo eso que no quisieron escuchar, ni cuando postergaron 4 años la relocalización de su familia, ni cuando pedimos que registraran a los grupos de riesgo, ni cuando escondieron sus denuncias para cuidarse, ni cuando callaron por plata, ni cuando nos dejaron sin insumos en todas las postas de salud, ni cuando maquillaron la realidad con programas fantasmas, ni cuando jugaron a cubrirse las espaldas, ni cuando publicamos el primer contagio en la Villa 31, ni cuando demostramos que no habían aislado a tiempo a la primera fallecida, ni cuando denunciamos que no estaban asistiendo a los demás, ni cuando dejaron 12 días al barrio sin agua, ni cuando gritó desesperada que tenía 7 personas de riesgo viviendo hacinadas, ¡Ramona no se murió! A Ramona la mataron los dueños del silencio, los cómplices de la indiferencia, los mudos de la justicia, ¡la mataron! Y ahora quién carajo nos explica cómo seguir, cómo seguirá su familia íntegramente internada, cómo seguirán sus hijas Maia y Guada, en silla de ruedas, contagiada, con oxígeno, con discapacidad, sin hablar, totalmente dependiente, ¡ahora sin su mamá!
Esto es un crimen.
Y no vamos a parar,
¡hasta que paguen todos los responsables!
NO PODEMOS MÁS.
Desde el periodismo y también a través de las redes, hubo expresiones de repudio.
-Ayer se murió Víctor ‘Oso’ Giracoy, uno de los responsables del Comedor «Estrella de Belén» del Barrio Carlos Mugica (Villa 31 de Retiro). Militante social y político, compañero. Hoy nos enteramos de que murió Ramona Medina, integrante de La Garganta Poderosa, también vecina del barrio que supo fatigar y por el que tanto hizo el cura Carlos Mugica hasta su asesinato por parte de la Triple A. Cuánto dolor. Un abrazo conmovido para familias, amigos y afectos cercanos. La pandemia del coronavirus, potenciada por la criminal desatención del gobierno porteño (que durante semanas dejó sin suministro de agua potable a varias manzanas del barrio y no se adelantó a las circunstancias poniendo en marcha un protocolo preventivo de detección temprana de contagios) está llevándose vidas de referentes y luchadores sociales. De hombres y mujeres pobres, marginados estructuralmente incluso en medio de la amenaza del Covid-19.
Ni olvido ni perdón. Denuncia y castigo para los responsables directos y a los responsables políticos de esta política de la crueldad. Siempre dijimos que con el neoliberalismo la crueldad es sistemáticamente política de Estado. Los gobiernos populares, por el contrario, priorizan siempre el valor de la vida y hacen todo lo que se pueda -y más- para salvar y cuidar a cada persona. Deben hacerlo. Es el compromiso irrenunciable de la política humanista. Porque no olvidemos que tanto el nacionalismo popular como el socialismo son profundamente humanistas y están guiados -recordemos aquel pronunciamiento eterno de Ernesto Guevara- por grandes sentimientos de amor. Quiero terminar con una frase inspirada en algo que acabo de leer en otro posteo. Hagamos lo que sea para ponerle fin a esta crueldad. Furia y dolor. (Martín Piqué)
-No importa el nombre o la individualidad. Los mata un plan sistemático de exclusión, los mata la miseria, la propia que es mucho más digna que la ajena, la desigualdad, el gobierno de Larreta, el capitalismo. No es sólo Ramona; son miles y miles de personas pobres en la ciudad y en el país. Nos duele un nombre pero más nos duele una condición: la pobreza. El Coronavirus selecciona, es el virus preferido del malthusianismo neoliberal. Mueren los viejos, los enfermos, los gordos, los negros, los pobres… Todos aquellos que no son útiles para el capitalismo. Los demás, hombres y mujeres jóvenes, son bienvenidos en la nueva arca del capitalismo post pandemia. (Hernán Brienza)
Por su parte, Hebe de Bonafini, presidenta Asociación Madres de Plaza de Mayo expresó;
Ramona, Larreta te mató
Querida Ramona, fuiste militante 24 horas, todos los días, para defender a los otros, igual que el Padre Mugica, en esa villa que lleva el nombre de él. Ahí estabas, militando las 24 horas.
Como él, viviste para los otros y diste tu vida por los otros. Y como a él te asesinaron. Te asesinaron los indiferentes, como Larreta. Te asesinaron los indiferentes y cómplices como Larreta, como Santilli, como todos esos que están ahí, esperando que se vayan muriendo todos para quedarse con sus tierras.
Alguien tendrá que pagar tanto crimen. No es una muerte natural por el virus. El virus es una consecuencia final. Ramona murió por la mano de Larreta. Él la mató. Y que no se haga el estúpido mirando para otro lado. Son crímenes que alguna vez van a tener que pagar Larreta y compañía, porque no es sólo Ramona, hay muchos otros que están muriendo por culpa tuya.
Este es el mensaje de las Madres: te amamos Ramona. También nuestros hijos y nuestras hijas dieron la vida trabajando en los barrios y en las villas. Dieron la vida por otros y vivieron por otros. Vas a pasar a ser ejemplo. Serás un ejemplo como son muchos de los nuestros, o como el Padre Mugica. Vas a ser ejemplo para otros. Eso es lo único que nos queda. Fuiste una gran mujer, una gran mamá. Ojalá que, estés donde estés, puedas seguir protegiendo a los que vos quisiste tanto.
El premio Nobel de la Paz argentino Adolfo Pérez Esquivel y Nora Cortiñas, referente de Madres de Plaza de Mayo Línea fundadora, habían publicado una carta abierta firmada por artistas, intelectuales, organizaciones sociales y sindicatos en la que se denunciaba la situación en la Villa 31 frente a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.