“Jingle Bells”
En una nueva entrega de nuestra sección literaria, publicamos el cuento “Jingle Bells” que nos envió nuestro vecino Leonardo Killian.
Los interesados en participar de esta sección pueden enviar sus poemas, crónicas, cuentos o relatos cortos que mencionen nuestro barrio a la casilla portalparquechasweb@gmail.com”
Por Leonardo Killian*
Anoche, al llegar al bar, lo encontré al pelado Macedo afanoso y pleno de espíritu navideño, “armando el arbolito”.
El gallego es un alma piadosa pero, heredó de sus ancestros una proverbial tacañería.
El “arbolito” era una rama de paraiso que arrancó furtivamente de la plaza El Trébol. La rama en cuestión fue colocada en un tacho de aceite que el gallego ocultó con un papel madera que según el “semejaban el monte Sinaí” (lo que demuestra sus escasos conocimientos geográficos e historicos sobre los acontecimientos navideños).
La rama, aún verde y con las bolillitas amarillas que lo caracterizan, estaba decorada con unas lamparitas de colores compradas por su abuelo para engalanar los carnavales de 1958 y que aun se conservan.A esto le agregó unas tiras de papel crepe que el gallego guarda de sus lejanos días de la escuela primaria y que usaba en el taller de “labores”.
Debajo del esperpéntico adefesio, una lámina de cartón con la imagen de la Sagrada Familia junto al recien nacido, ajada por el tiempo y en la que aun se puede leer “F.Franco Caudillo de España por la gracia de Dios” se apoyaba junto al falso monte Sinaí…
Unas botellas de sidra del año pasado que el gallego había llenado con agua y vueltas a tapar, mas unas cajitas vacías que simulaban ser regalos, completaban el cuadro.
En el wincofón, oculto tras la tarima se repetía una y otra vez, una versión de Bing Crosby “Jingle Bells” .
“¿Cómo lo ves?” preguntó el pelado con su sonrisa angelical
Recordé mis lecciones de “El sofista ilustrado” y respondí sonriendo:
“Nunca vi nada parecido”
Nunca se debe romper una amistad por diferencias estéticas.
En eso estábamos cuando escuchamos que la escalera de madera crujía bajo la pesada figura de Primitivo que, con hacha en mano, bramaba “¿Que es esa música extranjera…es que ya no hay respeto?”
Alcancé a salir antes de que la furia desatada del tío del pelado se ensañara con el disco de Bing Crosby.
Encaré para Triunvirato donde unos chinos tienen unos pinitos de plástico que hoy le llevaré al gallego para compensar la pérdida. Todo sea por tener una fiesta en paz-
* Leonardo Killian (Buenos Aires, 1952): Egresado de la escuela de cine CECINEMA y del Profesorado de Historia. Fue docente e investigador en el CONICET (Consejo Nacional de Ciencia y Técnica). La práctica del tiro con arco le llevó a escribir El Camino del Arco y Historia del Tiro con Arco en el Río de la Plata junto al Dr. Héctor Cirigliano. Escribe cuentos, editados en los volúmenes Cuentos y anti cuentos y El gato canoso. También tres novelas editadas La sombra del General, La hermandad del arco y El enviado. Compilador junto a Gustavo Abrevaya de Las mil y una noches peronistas (Granica), una antología donde se congregan cuentos, poemas, microrelatos, recuerdos autobiográficos, utopías y distopías. Colabora en publicaciones de historia, de arquería y de literatura. Sus cuentos han sido publicados en Canadá, Turquía , Hungría y España. Vive desde siempre en su barrio Parque Chas, entre gatos, discos, libros, arcos y la bicicleta con la que fatiga Buenos Aires. Los fines de semana toca rock and roll con amigos y su guitarra eléctrica.