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Iniciativa para que la exFábrica Boutet Hermanos se transforme en un Centro Cultural

 

 

 

 

El proyecto de ley fue presentado la semana pasada, por la Asociación Civil Rizoma, que lo ingresó por Mesa de entradas de la Legislatura porteña.

 

La Asociación Civil Rizoma presentó un proyecto de ley con impulso de vecinos, vecinas e instituciones de la Comuna 15, con el objetivo de recuperar el inmueble de la calle Bauness 1602, en el cual funcionó la icónica fábrica Boutet Hermanos, para convertirlo en un espacio de cultura y actividad social, informó el Portal Pura Ciudad.

“Declárase la utilidad pública y sujeto a expropiación el inmueble situado en la calle Bauness número 1602, esquina Gándara ubicado en el barrio de Parque Chas de la Ciudad de Buenos Aires donde por cuatro décadas funcionara la fábrica Boutet Hnos”, plantea el primer artículo del proyecto.

“Declárese el inmueble citado en el artículo 1 patrimonio cultural de la Ciudad de Buenos Aires en el marco de la ley 1227 artículo 4 inciso A. El edificio referido y protegido en el artículo 1° de la presente ley se destinará a funcionar como espacio de formación y experimentación cultural en distintas disciplinas: teatro, música, arte audiovisual, artes plásticas y otros”, agrega el segundo artículo.

También piden declarar “el conjunto constituido por el inmueble citado en el artículo 1° y los bienes muebles del mismo patrimonio cultural de la Ciudad Buenos Aires en el marco de la ley 1227 inciso J”.

El séptimo artículo plantea: “El Poder Ejecutivo cederá, en comodato, el inmueble expropiado por la presente ley a la Asociación Civil Rizoma (Personería Nro. IGJ 1949790, en adelante, la Asociación) para la consecución de su objeto social, con la condición de dar continuidad y potenciar actividades culturales, educativas y sociales que en este inmueble se realizan. El contrato establecerá las causales de resolución y demás condiciones que aseguren los fines previstos en esta ley”. “Exímase a la Asociación del pago de todo tributo local que tenga origen en las transferencias y contratos que se celebren con el objeto de dar cumplimiento a la presente ley”, indica el noveno y último artículo.

El inmueble en cuestión, primero comenzó a funcionar como bar con despacho de bebidas llamado “El León”. Eso fue aproximadamente en 1941.

En 1944, Enrique Boutet contrae matrimonio, y pasa a compartir con su hermano Alberto, también con muy poco tiempo de casado, una propiedad contigua al bar que estaba compuesta por dos dormitorios, baño, cocina, un patio central y un jardín al frente sobre la calle Bauness. Las dos familias vivieron allí varios años, hasta que se decide cerrar el bar, ya que Parque Chas no era un barrio muy poblado y, además, la arteria más importante de Villa Urquiza (Triunvirato) ya empezaba a mostrar el esplendor de su vida social.

 

Etapa de la fábrica de Juguetes BH

Cerrado el bar, decidieron continuar la actividad comercial bajo el rubro juguetería. Para iniciar la fábrica, compraron una máquina “sin fin” con una mesa de madera y herramientas. Rodolfo Boutet (hijo de Enrique), relató hace varios años a Parquechasweb, que en la fábrica de juguetes “comenzaron a trabajar muchos de los jóvenes de Parque Chas”. “El hermano mayor de mi padre -Juan Carlos- estaba al frente de la parte mecánica del taller, y según me contaba el viejo, que mi tío Juanca, llegaba por la tarde después de trabajar por la mañana en otro taller, y les preparaba el trabajo a sus hermanos y a los talleristas”.

Los diseños de los juguetes pertenecían a Juan Carlos, camioncitos simples y acoplados con rueditas de madera, jueguitos de dormitorio, casitas en miniatura, mesitas, sillitas y pianitos con un sonido muy especial, dado los elementos con que se contaba en la época. En la fábrica que más tarde se amplió sobre la calle Bauness, llegaron a trabajar más de 20 personas, en su gran mayoría vecinos del barrio que comenzaban con su primer trabajo.

La juguetería Boutet Hermanos no tenía local de venta al público, destinaba la totalidad de su producción a la firma Matarazzo (la misma de las pastas), una empresa brasileña que cubría varios rubros, ubicada en un gran local sobre la avenida Corrientes, cerca del mercado de las flores. Matarazzo recibía y luego abastecía a las jugueterías minoristas de todo el país con los juguetes que producían los pequeños fabricantes.

A fines de los años 40 la importación de juguetes de chapa y plástico produce una caída importante en las ventas de los realizados en madera. Eran productos de mejor calidad, fabricados en serie, y en consecuencia comparado con los artesanales más baratos, por lo tanto, no había manera de competir, lo que dio como resultado que la mayoría de aquellos talleres tuvieron que bajar sus persianas ya que no tenían capital para invertir en la nueva tecnología. (ver nota completa aquí)

 

 

 

 

 

 

 

Portal de Parque Chas

Redacción

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