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El Centro Ana Frank recibió a los periodistas neerlandeses que lucharon por los Derechos Humanos en el Mundial ‘78

 

 

 

 

 

 

Los periodistas neerlandeses Frits Jelle Barend y Jan Van der Putten están de visita en nuestro país desde el 2 de octubre y se quedarán hasta el 9 del mismo mes, invitados por el Centro Ana Frank para América Latina (CAFA). En el 40° aniversario de democracia ininterrumpida en Argentina, participarán de diversos actos en la sede del CAFA (Superí 2647), el Sitio de la Memoria Ex Esma, la legislatura porteña y el estadio de River Plate.

 

“Nos importa mucho llegar a la población de adolescentes y jovenes reconociendo lo que ha sido la utilización del fútbol para ocultar al mundo las atrocidades del terrorismo de Estado en Argentina”, mencionó Héctor Shalom, director del Centro Ana Frank.

Barend y Van der Putten tuvieron un rol fundamental al hacer conocer al mundo los crímenes de la dictadura en Argentina durante el Mundial 78. Barend se hizo pasar por un jugador de fútbol holandés para entrevistar a Jorge Rafael Videla tras la victoria argentina en el Mundial 78 e interrogarlo por los desaparecidos. Jan Van der Putten, por su parte, también cubrió el Mundial. Mientras las Madres de Plaza de Mayo hacían sus rondas, las entrevistó y transmitió en vivo, junto al acto inaugural del Mundial. La nota se convirtió en un icónico testimonio que provocó enorme difusión en medios gráficos y televisivos.

Hoy están participando del Conversatorio Desafíos de la convivencia en democracia y el aporte de los medios de comunicación, organizado por la Embajada del Reino de los Países Bajos.

El 5 de octubre, Frits Barend y Jan Van der Putten serán entrevistados por Romina Manguel en el Centro Ana Frank, por invitación de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación.

El reconocimiento a Barend y Van der Putten se suma a los homenajes ya realizados en Países Bajos durante agosto de 2023. Con la presencia de Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, se organizó un “homenaje cruzado”. Abuelas reconoció a los periodistas holandeses en la residencia del embajador en La Haya, mientras que, en la Corte Penal Internacional, de Carlotto fue reconocida y acompañada también por el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla Corti.

“De esta forma ponemos en el centro el valor de la memoria y los Derechos Humanos, así como de la dignidad de los periodistas holandeses de asumir responsabilidades importantes en momentos muy críticos”, agregó Shalom.

A través de estas acciones, el Centro Ana Frank busca reconocer el respaldo de personas en los Países Bajos que contribuyeron con los Organismos de Derechos Humanos, y en particular a Abuelas de Plaza de Mayo, a abrir las puertas en organismos internacionales y dar a conocer al mundo las atrocidades del Terrorismo de Estado. El fútbol pretendió ser usado por la Junta Militar para ocultar al mundo las atrocidades de nuestro país. En la actualidad, el Centro Ana Frank invita al fútbol a reconocer a quienes han hecho del deporte un puente de visibilización y cooperación con la democracia y los Derechos Humanos.

“Entendimos que ese mundial no fue un mundial de fútbol sino un mundial para defender el régimen de (Jorge Rafael) Videla, como lo fueron los juegos Olímpicos de 1936 en Berlín para defender a (Adolf) Hitler”, expresó Barend a los periodistas sobre el dilema que se instaló entre los colegas acerca del “verdadero rol” que cumplía aquel torneo internacional de fútbol en el contexto de la cruenta dictadura que vivía el país desde el 24 de marzo de 1976.

Barend, en 1978, viajó junto a dos colegas a cubrir el mundial para la revista holandesa Vrij Nederland. Mientras a su compañero Henk Van Dorp le tocaba la cobertura deportiva, él tenía a su cargo la política. El 1 de junio de 1978, durante la jornada inaugural del Mundial, Barend no dudó y fue a la Plaza de Mayo a ver a las Madres.

“Me sorprendió la quietud de la ciudad, la Plaza desierta, todos estaban viendo el partido. Y de golpe a las 4 en punto aparece un grupo de unas 20 o 30 mujeres. Me pedían que escribiera sobre sus hijos y seres queridos con desesperación. Para mí esas mujeres son heroínas”, relató Barend sobre el acercamiento al grupo de Madres de Plaza de Mayo.

Y continuó: “Al poco tiempo aparecieron unos hombres y me dijeron ‘son locas’, yo sabía que no era así. Nunca había vivido algo similar en mi vida. Volví al hotel y le pedí a mi compañero dormir en la misma habitación por si acaso”.

Barend, sin embargo, fue por más. Junto al fotógrafo del semanario se hicieron pasar por futbolistas del equipo holandés para ingresar a la cena de clausura e intentar llegar a Videla.

“Soy periodista y pensaba que era mi obligación, como tal, hablar con él. Lo tenía a diez metros de distancia, era muy difícil acercarse a esa gente, no podía desperdiciar la oportunidad”, explicó Barend en diálogo con Télam sobre el momento que tomó la decisión de ir a hablar con uno de los máximos responsables de lo que estaba ocurriendo en ese momento en el país.

“Tomé el grabador y me presenté con él como periodista de Holanda. Primero le dije ‘felicidades por el mundial’ y le consulté si estaba contento. Inmediatamente después le pregunté ‘¿Dónde está la gente desaparecida?'”, repasó Barend.

Videla se desentendió de la pregunta diciendo que “eran mentiras”, pero el periodista insistió: “Hablé con esas mujeres, las ‘madres locas’ y no dicen mentiras”.

Luego la conversación fue interrumpida, Barend rápidamente salió del lugar con el fotógrafo. En el apuro, su colega se olvidó la documentación en su saco, pasaporte, tarjetas. No pudieron salir del país esa noche según lo previsto, lo harían recién unos días después, contó.

Van der Putten sostuvo en declaraciones a Télam que en ese momento “no midió los riesgos”, él “quería estar en Argentina para contar el momento trágico que se estaba viviendo” y cuando desde VARA le pidieron hacer la entrevista a las Madres, la respuesta fue contundente: “Lógico que lo voy a hacer, esto se debe hacer”.

“Durante la entrevista no tuve miedo. Pensaba que no iba a ser tan peligroso porque los ojos del mundo estaban dirigidos a Argentina por el mundial, con la atracción que genera el fútbol en el mundo y más aún aquí”, refirió el periodista.

Sin embargo, hacia el final del mundial una de las compañeras de su equipo de la radio holandesa -para la que también estaba trabajando- fue seguida en el centro porteño por una persona, que tras varias cuadras le advirtió “dígales a sus amiguitos que se comporten bien” porque de lo contrario deberían “atenerse a las consecuencias”.

“Avisamos al Ministerio de Relaciones Exteriores y nos dijeron ‘si a ustedes les ocurre algo la final Argentina Holanda no se hace’. Finalmente, no nos ocurrió nada, el escándalo hubiera sido terrible, pero al momento de salir del país, no lo hicimos por Ezeiza, nos fuimos por Mendoza”, recordó Van der Putten sobre los días finales del mundial.

 

 

 

Fuente consultada: Télam
Foto: Télam


















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Redacción

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