Barrio Parque Chas. Paisaje Urbano.
Mas abajo podremos ver algunas imágenes del barrio, resultando de una rica trama. Uno se pregunta muchas veces quien ha sido el creador de todo eso, pero suele encontrarse sin respuesta. Tal vez el hombre que lo ha habitado, tal vez el municipio, tal vez la misma naturaleza, o tal vez un propietario con fines muy distintos a los de crear arquitectura. Podemos agregar que a pesar de los cambios observados a través del tiempo, la escala humana se ha mantenido intacta: la relación hombre-calle-casa-árbol-auto existe armoniosa a pesar del avance de la civilización.
Investigación y desarrollo: Arquitecta Magdalena Eggers
INSTITUCIONES
Club Deportivo Almagro:
En 1927 trasladó sus instituciones de Parque Centenario a Triunvirato y Pampa. En 1937, único año en que salió campeón de primera B, trasladó sus instalaciones a Av.de los Incas y Andonaegui (exp. 162.818 C.937) pero debido a la complejidad del trazado de los lotes debieron mudarse de Parque Chas, pasando en 1939 a Fraga y Estomba. Recién en 1949 obtuvieron su sede propia en la localidad de José Ingenieros.
Sociedad de Fomento de Parque Chas:
Fundada el 24 de Febrero de 1929, tenía su sede ubicada en la calle Tréveris (antes Roma) desde donde luchó por el progreso del barrio. Así lo demuestran las notas elevadas a la municipalidad en Junio y Noviembre de 1933, una en reclamo de la urbanización de un sector del barrio todavía baldío, y la otra por el desalojo de la fábrica de ladrillos y la correspondiente apertura de calles que ocupaba. En 1942 se estableció en los terrenos con frente a las calles Bucarelli y Baunnes al 1400. Actualmente funciona únicamente como club social y deportivo, ya que ni siquiera tiene biblioteca.
Cine Familiar Parque Chas:
Ocupa una parcela loteada en los primeros remates, con frente a la Av. Triunvirato y fondo al Club Almagro (pasaje Ginebra). De 1929 data la construcción del cine (en el mejor estilo Art Decó), que funcionó hasta hace pocos años, ahora transformado en locales comerciales y edificios de cocheras.
Parroquia de San Alfonso:
En 1932 los padres jesuitas levantaron la capilla de San Ignacio, inaugurándose el 8 de Octubre de ese año. En 1934 se transformó en Parroquia. En 1939 el arzobispo de Bs.As., Cardenal Copello, fundó allí una casa de retiro, convento y dependencias parroquiales. Se la entregó a los padres redentoristas, quienes ampliaron la capilla al templo actual, quedando la antigua capilla como nave central del mismo. Se la denominó Parroquia San Alfonso, y la casa de retiro Cardenal Copello.
Escuela Petronila Rodriguez:
En Diciembre de 1928 se hace entrega al Consejo Nacional de Educación para la construcción de una escuela, de la manzana 13, originalmente donada como plaza a la municipalidad, con la siguiente cláusula impuesta por el extinto Dr.Chas: “Que sea construida en medio de la plaza y rodeada de jardines”.
En 1931 salió la resolución para edificar la escuela que un año más tarde sería denominada Petronila Rodriguez, en homenaje a una luchadora por la educación. De 1933 data su construcción, inaugurándose en 1934. En 1950 se efectuaron mejoras. Actualmente hay proyectada una modificación y ampliación en procura de albergar mayor cantidad de niños, ya que se trata de una escuela de doble turno.
LA CASA
La vivienda en este barrio es muy particular, no solo por verse forzada a responder a esta caprichosa trama (con terrenos triangulares o pentagonales en algunos casos), sino por la escasa profundidad de los lotes (16 a 20 metros en su mayoría).
A pesar de ello existen varias viviendas en un mismo lote (generalmente 2), con una casa al frente y un pasillo para las restantes. De esta manera surgen construcciones forzadas, con habitaciones de formas poco usuales.
Así vemos que con lotes pequeños y totalmente edificados, no existe en Parque Chas lugar para los jardines. Los únicos espacios verdes son las plazas, ya que hasta los retiros de la edificación están tapiados, quedando solo muestras de los viejos chalets ( a los que generalmente les agregaron un garaje, un revestimiento o una pieza).
Tampoco hay lotes sin edificar, ya que no tardó en construirse todo el barrio; solo las casas más antiguas son demolidas para dar espacio a nuevas edificaciones.
En cuanto a estilos, el pintoresquismo de los primeros chalets fue dejado de lado por los posteriores compradores, generalmente de muy escasos recursos (aprovechando las generosas condiciones de venta). Así es que abandonó el Art Decó y más tarde el racionalismo más austero (fachada sobre la línea municipal, blanca cuando no con un revestimiento económico).
Si observamos las condiciones en las cuales se vendían los lotes, podemos vislumbrar en los dueños la intención de lograr un barrio parque de cierto estilo, cuidado o como voceaba el rematador: “único en Sudamérica”.
Leemos en la propaganda de los primeros remates: “Con el propósito de no alterar la fisonomía del gran Barrio Parque Chas y deseoso su propietario de fomentar la bella e higiénica edificación, prohibe la construcción de casas de madera, zinc, u otros materiales inferiores. Prohibe igualmente la instalación de corralones, depósitos, galpones, fábricas o cualquier establecimiento molesto en las calles interiores; permitiendo en cambio que estos se instalen frente a las avenidas Triunvirato, Los Incas, Pampa y Constituyentes. Prohibe también que se edifique sobre el límite de las calles en lotes interiores, debiendo hacerlo pasando 3 metros de la línea municipal, destinados a jardín, exceptuando en la esquina que los compradores destinen a negocios. El propietario donará hasta 5.000 ladrillos de máquina para el embellecimiento de los frentes de sus casas…”
Hubo, como vemos, un intento de normar esa urbanización, pero al no ser de carácter oficial y por ende obligatoria, la gente dejó de lado aquellas condiciones, al punto que en los remates posteriores ya ni figuraban.
Es así que hasta el año 1977 edificaron indiscriminadamente (hay varios edificios en propiedad horizontal en calles internas) aparecieron negocios y talleres que le quitan al barrio su carácter residencial. La aparición del código de planeamiento urbano transformó a la zona en R1b- zona residencial de baja densidad- protegiéndola de la especulación inmobiliaria, limitando la altura, obligando a un retiro de las nuevas construcciones de 3 metros de la línea municipal, no permitiendo colocar otros negocios que no sean para la alimentación y la salud.
EL VECINO
Podemos deducir de las características del loteo del barrio, que los adquisidores poseían en general muy pocos recursos económicos: los terrenos eran muy chicos, su costo era realmente accesible, la zona estaba alejada del centro, se les daba 10 años de plazo para pagar los terrenos, y construían para vivir 2 o más familias en cada uno.
Según rezan las condiciones de venta de los remates, no solo se regalaban 5.000 ladrillos de máquina, sino que se les facilitaba de 10 mil a 30 mil ladrillos más, pagaderos también en 100 cuotas. Se podía optar por un crédito del Banco Hipotecario, de esta manera, con muy poco dinero era posible comprar y comenzar a edificar. En los remates posteriores financiaban además una lista de materiales que “alcanzan perfectamente para edificar una pieza de 4×4 metros” a saber: tirantes de hierro y madera, chapas, canaletas, codos, tirantes y machimbres de pinotea para el piso, zócalos, dinteles y una puerta de madera.
El nivel económico de la gente fue mejorando y llega a ser hoy un barrio de clase media bastante cotizado por su valor inmueble: este aumente de sur a norte y de oeste a este en forma notoria.
Cabe notar que la gente se identificó con el lugar, tal vez por sus características de privacidad, a tal punto que es la misma que habita hoy esas casas o sus descendientes: son también historia, son también barrio. Quizás alrededor de ese núcleo de calles convergentes gira todo su mundo: no hay otro barrio como Parque Chas.
TRAMA
Es el emplazamiento el que genera la mayoría de sus particularidades, ya que inserto en la malla de la ciudad, crea un punto focal al que convergen todas las calles, originando círculos concéntricos alrededor de aquél, rompiendo con toda ortogonalidad.
Las consecuencias más inmediatas son circulatorias, ya que el automovilista o peatón se encuentra con una suerte de telaraña a la que no siempre se atreve a entrar. A esto se le suma el hecho de girar alrededor de un centro, cerrándose y aislándose de lo que pasa en el exterior.
Con respecto a las circulaciones podemos hablar de tres tipos diferentes de vías:
1) pasajes, 2) calles, 3) avenidas.
Los primeros se caracterizan en general por su ancho reducido 10 metros de l.m. a l.m., su escaso tránsito automotor, y por la ausencia casi total de actividad comercial.
Las segundas, además de ser más anchas (17 metros) son de doble mano y poseen los comercios elementales para la provisión del barrio, como las calles Gándara y Victoria.
Por último las avenidas: rodean y enmarcan a Parque Chas, sirven de medio de comunicación con los otros barrios y el centro. Son fuentes de abastecimiento periódico y diario; el ancho en estas es superior al de las anteriores (30 metros) y el flujo circulatorio es muy intenso.
Bibliografía consultada
Versiones taquigráficas del Consejo Deliberante de la Municipalidad.
Periódico vecinal “El Independiente”.
Memorias de la Municipalidad de Buenos Aires.
“La Chacarita de los Colegiales” de Diego A. Del Pino.
“El Barrio de Villa Urquiza” de Diego A. Del Pino.
Ordenanzas, resoluciones y notas de comunicación del Consejo Deliberante.
Boletines Municipales.
“Guía histórica del Oeste porteño” de Hugo Conadi.
“El barrio de Belgrano” de Alberto O. Cordoba. Cuadernos de Bs.As.XXVII.
Agradecemos la especial colaboración prestada por Doña Josefina M. De Chas y por el Sr. Tamagno Carelli.