Anunciaron un protocolo de salud mental para atender a personas en situación de calle
Fue presentado por el Gobierno de la Ciudad hace pocos días. De esta manera, cuatro unidades de traslado a cargo de emergentólogos, integrado por expertos en contención en situaciones de crisis que coordinan las tareas junto con los ministerios de Salud, Desarrollo Humano y Hábitat, Seguridad y Consejo de Niños, Niñas y Adolescentes, evaluaran si existe un cuadro de padecimiento de salud mental o de consumo problemático para dar intervención a la unidad de emergencia en Salud Mental del SAME.
“Estamos trabajando para mitigar los efectos negativos que genera la Ley de Salud Mental Nacional. Hasta ahora, las personas en situación de calle con algún problema de salud mental o consumo problemático de sustancias no tenían una respuesta desde la Ciudad que los ayude. Por eso, en la Ciudad, desarrollamos y estamos implementando un protocolo que establece quiénes y cómo deben actuar ante estas circunstancias. Venimos de muchos años con leyes que nos impiden ofrecer tratamientos y ver mejoras. No podemos seguir pensando que una persona que está atravesando una adicción va a levantar la mano para pedir ayuda. Eso no sucede. Frente a esto, decidimos trabajar en conjunto con profesionales de la salud, familiares de adictos, organizaciones y asociaciones civiles que nos puedan aportar propuestas e ideas para mejorar la forma en que los acompañamos y apoyamos. No vamos a hacer como si no pasara nada”, señaló Jorge Macri desde sus redes sociales.
Seis de cada diez personas que viven en la vía pública sufren algún problema mental, relacionado con el ámbito psiquiátrico o por el consumo de sustancias ilegales, informaron desde el Gobierno porteño.
Ante un evento problemático, se le da intervención a la Unidad de Emergencia en Salud Mental del SAME, mientras que, si se trata de un menor de edad, participa el Consejo de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes.
Si la persona requiere atención urgente es trasladada a un hospital de la Ciudad. Paralelamente, se procede a su identificación a través de la Oficina de Identificación del Ministerio Público Fiscal, con el objetivo de contactar a algún familiar del damnificado.
Se pueden presentar varias situaciones. Por ejemplo, si una primera evaluación muestra que no es necesaria una intervención, el tratamiento se continúa de manera ambulatoria a cargo de un equipo tratante con intervención de los ministerios de Salud y Desarrollo Humano y Hábitat.
Si el cuadro presenta una urgencia (riesgo cierto e inminente para sí o para terceros), el paciente debe ser evaluado por un segundo profesional en el lapso de 72 horas al ingreso de la persona. Si el diagnóstico sigue siendo el de internación, la persona quedará en observación hasta tanto el cuadro de riesgo desaparezca.
Cuando el paciente sea dado de alta, el seguimiento estará a cargo de Salud y Desarrollo Social.
En la actualidad, la Ciudad tiene disponibles 70 camas para estos casos. Las mismas están distribuidas en los hospitales Rivadavia, Álvarez, Piñero, Durand y Pirovano. A estos se suman los cuatro hospitales especializados en salud mental, para los casos que presenten mayor gravedad: Borda, Moyano, Alvear y Tobar García. Existe la intención de sumar un área de salud mental en el Hospital Tornú de Villa Ortúzar.
En el caso que la internación tenga que ver con el exceso en el consumo de sustancias, el traslado se debe efectuar a un hospital que posea un área de desintoxicación, como es el Hospital Fernández.
Según datos oficiales del Gobierno porteño, 3500 personas se encuentran en situación de calle, 1200 duermen en la vía pública y el resto en Centros de Inclusión Social, donde también trabajan especialistas de salud mental.
Existen varios episodios de violencia en la que están involucradas estas personas, poniendo en peligro su propia vida o la de los demás. Para estos casos, se puede llamar a las líneas 107, 108, 147 o 911.
La problemática a resolver es cómo hacer para que una persona ceda su autonomía en las decisiones terapéuticas durante una crisis por una enfermedad mental o adicción. “Una solución posible es la directiva anticipada, lo que significaría que fuera de la emergencia y en pleno ejercicio de sus facultades, la persona designe a quién cede la decisión durante una crisis”, señaló Fernán Quirós, ministro de Salud de la Ciudad de Buenos Aires.