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Amplían medida cautelar para proteger Plaza Francia


La Asociación Basta de Demoler lo solicitó a la Justicia para garantizar la protección de los senderos, barrancas y entorno del paisaje cultural. Asimismo, que se haga lugar al amparo a fin de que se cumpla el art. 41 de la Constitución Nacional y el art. 26 de la Constitución de la CABA respecto de la obligación de recomponer la plaza a su estado original, y la relocalización de las actuales obras de ampliación de la Línea H de subterráneos.


 


Foto: Basta de Demoler

 

 

El 17 de febrero de 2012, el Juez de turno Guillermo Scheibler titular del Juzgado en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad N º 13, resolvió ordenar al Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y a la empresa Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado (SBASE), la inmediata suspensión de cualquier actividad que implique la remoción o destrucción del arbolado de la Plaza Intendente Alvear.

De esta manera, respondió a la medida cautelar solicitada por la organización Basta de Demoler junto con Sonia Berjman, miembro de honor del Comité Internacional Paisajes Culturales ICOMOS-ISLA (órgano consultor de UNESCO), ante las obras de destrucción del parque llevadas a cabo por el Gobierno de la Ciudad y la falta de información respecto de las mismas, en la llamada comúnmente “Plaza Francia”, en la Recoleta, uno de los íconos del patrimonio paisajístico de Buenos Aires.

Basta de Demoler aclara en un comunicado, que está a favor de las obras de ampliación de la red de subtes, medio de transporte fundamental cuyo avance es esencial para la Ciudad.

Lo que cuestiona esta Asociación es la ubicación de las obras actuales  (obrador y futura estación “Plaza Francia”), que destruyen la histórica Plaza Intendente Alvear, diseñada por Carlos Thays y que está protegida por Ley.

 

PASEO DE LA RECOLETA – PATRIMONIO DEL PAISAJE

Dra. Sonia Berjman

La atroz agresión cometida a uno de los sitios patrimoniales emblemáticos de Buenos Aires nos obliga a un análisis atípico: acá no estamos hablando del abatimiento de 8 ó 10 árboles. Estamos hablando del valor del paisaje cultural para una comunidad y un gobierno municipal que ha pretendido que el mismo se inscribiese en la Lista del Patrimonio de la Humanidad. En dicha presentación, el Paseo de la Recoleta en su conjunto figura como uno de sus hitos.

Que el patrimonio es de todos es asunto bien sabido por los vecinos pero no por los funcionarios, inclusive los designados para su cuidado. Olvidan todos ellos que tienen un doble rol pues también son dueños de la cosa pública en su condición de ciudadanos. ¿podrían tener un poco más de cuidado con lo que nos pertenece al conjunto de la sociedad?

El Paseo de la Recoleta es el nombre abarcador que se da a un conjunto de veinte jardines públicos que tienen una rica y antigua historia y que constituyen en su carácter de jardines históricos un complejo paisaje cultural de acuerdo a la denominación adoptada por la UNESCO:
En 1992 la Convención de Patrimonio de la Humanidad se transformó en el primer instrumento legal internacional para el reconocimiento y la protección de los paisajes culturales. El Comité reconoció que los paisajes culturales representan las “obras combinadas de la naturaleza y el hombre” designadas en el Artículo 1 de la Convención. Son ilustrativas de la evolución de la sociedad y asentamientos humanos a través del tiempo, bajo la influencia de las restricciones físicas y/o las oportunidades que brindaba su entorno natural y las sucesivas fuerzas sociales, económicas y culturales, tanto internas como externas.

El término “paisaje cultural” abarca una diversidad de manifestaciones de la interacción entre el hombre y su medio ambiente natural. Los paisajes culturales reflejan con frecuencia técnicas específicas de uso sostenible de la tierra, tomando en consideración las características y límites del entorno natural en el que están establecidas, y una relación espiritual específica con la naturaleza. La protección de los paisajes culturales puede mantener o incrementar los valores naturales del paisaje.

Los paisajes culturales se clasifican en tres categorías principales (Directrices Operacionales 2005, Anexo 3). La más fácilmente identificable es el paisaje claramente diseñado y creado intencionalmente por el hombre. Abarca paisajes de jardines y parques construidos por razones estéticas que están generalmente (pero no siempre) asociados con construcciones y conjuntos de monumentos religiosos o de otras clases.

ESTE ES EL CASO DE LA PLAZA INTENDENTE T. DE ALVEAR

La Argentina, como integrante pleno de la UNESCO y por ende, signataria de todos sus acuerdos, debe respetarlos y llevarlos a la práctica.
La Plaza Intendente T. de Alvear es parte del denominado comúnmente Paseo de la Recoleta cuyos rasgos son:

a-Morfológicamente comprende la línea de barranca, elemento fundante de la ciudad, cuya visualización se halla hoy en día restringida a muy pocos sitios urbanos: el Parque Lezama, las Barrancas de Belgrano, una zona de viviendas de Núñez y el paseo que nos ocupa.
¡No perdamos lo que queda de barranca!

b-La vegetación tan brutalmente arrancada fue plantada en diversas etapas, desde comienzos del siglo XIX. Esa naturaleza dominada por el hombre es el último vestigio que nos conecta a los humanos con nuestro origen. Se trata de un arbolado histórico que fue formando nuestra identidad paisajística y que brindaba sombra, oxígeno, color y belleza.
¡No perdamos contacto con la naturaleza!

Pero más allá de los valores materiales del sitio, debemos valorar la significación que la comunidad ha dado a ese espacio a través de muchas generaciones que lo han vivido, gozado y calificado como uno de los enclaves preferenciales para actividades culturales, lúdicas y educativas.

Este valor agregado que le ha dado la sociedad es bien comprendido por el mundo que ve en la Recoleta a una de las postales más características de Buenos Aires.

El desconocimiento de estos valores y de las posibilidades de otras ubicaciones para una estación del subterráneo por parte de las autoridades y “técnicos” nos ha llevado a una situación que todavía puede corregirse, si existiera un verdadero deseo de hacer las cosas bien.

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Redacción

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