Restauraron el mural “Mitología Porteña”
Ubicado en una de las paredes de la sede social del club El Trébol, se había deteriorado por una filtración de humedad. La obra que pertenece al artista plástico Pedro Gaeta, fue declarada de Interés de Cultural en 2004 por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.
Después de estar varios años a la espera de su restauración debido a una grave filtración de humedad en una de las paredes del salón social del club El Trébol, en el mes de mayo pasado, se realizó la recuperación de un Patrimonio artístico de Parque Chas. Nos referimos al mural “Mitología porteña”, obra creada por el pintor parquechasense Pedro Gaeta.
La puesta en valor del mural, pudo llevarse a cabo, gracias a que las autoridades del Trébol realizaron los trabajos necesarios para impermeabilizar la pared donde se exhibe la obra de Gaeta. Hay que destacar la gestión de Oscar Mango –miembro de la Comisión directiva del club- y de María Isabel Pérez, presidenta de la Junta de Estudios Históricos de Parque Chas, para que las tareas de reparación de “Mitología porteña” sea una realidad.
Los trabajos estuvieron a cargo de los artistas Marina Liguori, su hermano Leandro y Matías Kdeik , bajo la supervisión del maestro Pedro Gaeta.
El 21 de septiembre de 1989, el Club Social y Deportivo El Trébol (Gandara 2840), cumplió 46 años. Como homenaje al club y al barrio de su infancia, Gaeta entusiasmó a cinco artistas jóvenes integrantes del Grupo Taller Expresión, para que dejaran en una de las paredes del nombrado club su pictórico testimonio: “Pinta tu aldea y pintarás el mundo” expresó Pedro Gaeta, citando una frase de Tolstoi.
Bajo la dirección de Gaeta, los artistas Gustavo Benito, Analía Falcón, Natalia March,Pedro Sisnero y Gabriela Sosti fueron cinco en uno , ya que parece pintado por una sola mano . En cuanto al contenido del mural de 5×2, 50 mts pintado al látex acrílico sobre una pared interna del Social y Deportivo El Trébol es un sentido homenaje al club,al barrio y a su gente.
En este trabajo está casi enteramente representado el ser porteño, Gardel sonríe inmortal junto a las musas, la orquesta, el bandoneón, el poeta de Parque Chas, Luis Luchi elabora su penúltimo poema junto a los parroquianos conocedores de dados y timba, aunque ignorantes en este caso de la poesía cruel.
Cabe destacar, el intercambio permanente entre los muralistas y la gente del club, que participó brindando su hospitalidad y sus escuchadas opiniones. Sin ellos no hubiese sido plasmada esta sinfonía Porteña.
En 2004, gracias a la iniciativa del entonces diputado porteño Fernando Cantero (ARI), la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires aprobó el proyecto de su autoría, para declarar de Interés Cultural el mural “Mitología Porteña ubicado en la sede del Club El Trébol (Gándara 2840).
El lunes 6 de noviembre de 1989, Lilian Garrido, íntima amiga de Pedro Gaeta, dio su testimonio de la realización colectiva del mural; en una nota titulada “El arte popular juega al truco en Parque Chas. La experiencia de pintar un mural mano a mano con la gente”, publicada en el hoy inexistente Diario Sur.
Aquí reproducimos algunos párrafos de aquella crónica:
“Ahí mismo, en la calle Gándara 2840, un mural de 5m x2.50m espera a los visitantes con un vaso de ginebra y algún “truquito” para el que quiera prenderse.”
“Ficciones o realidades, lo cierto es que en Parque Chas el arte salió a la calle y El Trébol dio sus paredes para inmortalizar el pedacito de una historia , que será recreada cada vez, gracias a los canales comunicativos que el arte popular permite.”
“Y el arte, cuando es popular, consigue lo aparentemente inconseguible. Partiendo del club y sus características, partiendo de la gente –único lugar posible de largada-, cinco de los diez integrantes del Grupo Taller Expresión –que dirigen el pintor Pedro Gaeta y Maximiliano Abbiati-, animando una paredes lograron movilizar al barrio: muchísima gente de Parque Chas que jamás había pisado al club, entra para ver a los artistas trabajando, se queda a tomar una copa, dialoga, participa, comparte.”
“Gustavo Benito, Gabriela Sosti, Pedro Cisnero, Analía Falcon y Natalia March están satisfechos con los resultados obtenidos, no sólo en el aspecto plástico sino también en la experiencia de participación colectiva que el mural implica.
A la derecha, una serie de personajes juegan a las cartas. Por detrás, como ensoñaciones, aparecen músicos relacionados con el tango. Desde la izquierda hacia el centro, un curvado bandoneón cruza el mural y debajo del mismo, acompañando su curvatura melódica y rítmica, la musa porteña dialoga con el instrumento. Unidos en un abrazo fraternal, Luis Luchi y Carlos Gardel miran a los parroquianos”.
“La integración entre la gente de El Trébol y nosotros fue mutua. Hemos incorporado el clima de este club y creo que se refleja bien en el mural”, dice Pedro Cisnero. “En un momento dado, comprendimos que el mural no estaba en la pared sino detrás de nosotros. Al tiempo que pintábamos, el mural iba cobrando vida a nuestras espaldas”, acota Natalia March. La pintura sirve –agrega Gabriela Sosti-. Pintar una tela en el taller o en tu casa es un acto individual, pero acá terminás entendiendo el significado profundo del arte como participación, como diálogo permanente. Son tan artistas ellos como nosotros”. Gustavo Benito afirma “la pintura es un elemento más de acción, es una arma –como dice Picasso-. Nosotros la teníamos guardada y acabamos de sacarla”.
