San Patricio es Patrimonio Cultural de la Ciudad de Buenos Aires
El 4 de diciembre por la tarde, se llevó a cabo el acto de declaración de la Parroquia San Patricio de Villa Urquiza como Patrimonio Cultural de la Ciudad de Buenos Aires por parte de la Legislatura porteña.
El encuentro contó con la presencia del embajador de la República de a Irlanda en Argentina, John Gerard McCoy; de Palotino Provincial, P. Liam McClarey; de los legisladores Claudio Ferreño y Maia Daer; y de Ramiro Varela.
Al momento de hacer uso de la palabra, Varela expresó: «Alfie, Alfredo, Pedro, Emilio y Salvador, hoy salen nuevamente a la calle para continuardando testimonio de su entrega martirial. Ellos nos animan a seguir caminando encomunidad. A ‘no aflojar y conservar la Memoria’, como nos pide el Papa Francisco».
«Pero nuestra labor no se circunscribe únicamente a la construcción de la Memoria, sino quecomprende también la permanente búsqueda de la Verdad y el reclamo por Justicia» completó.
En este mismo sentido, Varela destacó el trabajo conjunto que nuestro colectivo viene realizando con el equipo de abogados de la querella encabezado por el doctor Pablo Llonto -presente en el acto- en la causa penal que se tramita en el marco de la Megacausa delI Cuerpo del Ejército y que tiene a su cargo el juez Daniel Rafecas, a quien le solicitó «mayor celeridad en la instrucción».
Luego de la colocación de la placa declarativa, se celebró la Misa presidida por el párroco, Juan Sebastián Velasco. Al término de la ceremonia, se compartió la oración comunitaria de los días 4 de cada mes, en la que se reflexionó sobre una homilía del Padre Pedro Dufau.
La Parroquia San Patricio, ubicada en Echeverría 3910, nace como idea en el año 1928 a raíz de la necesidad de contar con una pastoral especial para los católicos de habla inglesa de diversas nacionalidades y que vivían en la zona. En 1929, se construye la iglesia provisoria gracias a los aportes de los feligreses y la colectividad irlandesa y la misma subsiste hasta 1958, momento en que la iglesia se muda definitivamente, sobre la calle Echeverría. La parroquia fue testigo de uno de los horrores más grandes de la dictadura, al concretarse el 4 de Julio de 1976 la denominada masacre de San Patricio de cinco padres palotinos. Ese día, fueron asesinados los padres Pedro Dufau, Alfredo Leaden y Alfredo Kelly, y los seminaristas Salvador Barbeito y Emilio Barletti.
Los fundadores de la parroquia fueron los padres Tomás Dunleavy, como párroco, y los padres Tomás Phelan (irlandés) y Juan Santos Gaynor (argentino), como asistentes.
La parroquia fue dedicada a San Patricio por decisión de la autoridad eclesiástica, que quería que en la ciudad de Buenos Aires hubiera una iglesia bajo esa advocación, como la hay en las grandes ciudades del mundo. San Patricio fue el apóstol de Irlanda, a la que convirtió a la fe cristiana entre los años 532 y 562.
El edificio provisional todavía está en pie en su casi totalidad, y sirve de salón y de comedor para el Colegio San Vicente Pallotti.
La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires declaró Sitio Histórico a la Parroquia San Patricio, de Villa Urquiza, en conmemoración de la masacre de los sacerdotes palotinos, ocurrida el 4 de julio de 1976. (ver nota relacionada)
Sobre la Ley 1227
La Ley Nº 1227 es aquella que enmarca al Patrimonio Cultural de la Ciudad de Buenos Aires. Como tal, invoca a la protección, salvaguardia, preservación, restauración, promoción y transmisión de los bienes patrimoniales que definen la identidad y la memoria colectiva de la comunidad. La Ley reconoce diferentes categorías según las cuales se clasifican los bienes protegidos.
El órgano de aplicación es el Ministerio de Cultura de la Ciudad, a través de la Dirección General de Patrimonio e Instituto Histórico dependiente de la Subsecretaría de Patrimonio Cultural. Entre sus principales funciones se encuentran: la realización de propuestas de bienes a proteger, la desafectación de bienes declarados que hayan perdido sus valores, la programación y la implementación de políticas de gestión e investigación para la tutela y la protección de los bienes, así como su difusión, de forma tal que el conocimiento del patrimonio cultural de la ciudad se integre en los distintos niveles educativos, formales y no formales.
Fuente consultada: Palotinos por la Memoria, la Verdad y la Justicia