Radio La Colifata cumplió tres décadas como dispositivo de tratamiento en salud mental
El año pasado Radio “La Colifata” cumplió 30 años. Hoy es una ONG sin fines de lucro denominada Asociación Civil “La Colifata, Salud Mental y Comunicación”, que desarrolla actividades en el área de investigación y brinda servicios en salud mental utilizando los medios de comunicación para la creación de espacios en salud. Conocida como LT 22, es la radio de los internos y ex internos del hospital Borda de Buenos Aires y es la primera radio en el mundo en transmitir desde un neuropsiquiátrico. Su estudio de radio y administración están en la Comuna 15.
Por Fernando Belvedere
En 2013, La Colifata cumplió su objetivo de transmitir todos los días y tener su propio estudio de radio. El mismo está ubicado en el barrio de Villa Ortúzar (Comuna 15), donde además la radio tiene su área administrativa.
La emisión es enteramente grabada y posteriormente se realiza un trabajo de montaje o edición bajo criterios ético-terapéuticos y estéticos. El trabajo de edición opera como vector entre los 2 campos antes mencionados (clínico y comunitario). Allí radica uno de los pilares terapéuticos del proyecto. Se trata de una construcción colectiva, de un sistema de comunicación donde cada uno de los actores: internos, comunicadores sociales, oyentes (“el hombre común”) y profesionales de la salud, participan activamente en la construcción de espacios de salud a través de los medios de comunicación con efectos terapéuticos y desestigmatizantes.
El Proyecto Radio La Colifata
La idea nace en 1991, por iniciativa de Alfredo Olivera. Los primeros años el proyecto se desarrolló como voluntariado.
En el 2001, Olivera fue erigido en emprendedor social de ASHOKA, una organización mundial que identifica a gente con ideas nuevas y que éstas funcionen en beneficio de un colectivo social.
Desde distintas plataformas comunicacionales se produjeron distintas maneras de entrelazar un campo con el otro: Internos del Borda o ex internos con la comunidad. Entonces, cuando comenzaron a construir estos indicadores de impacto se dieron cuenta que aquello que decían que querían hacer, efectivamente se estaba cumpliendo mucho mejor de lo que se creía: “La Colifata colaboraba en la externación de los pacientes que asistían y empezamos a notar que llegábamos de manera masiva a la comunidad con nuestro mensaje”, describe Alfredo Olivera.
Durante esos años se fueron profundizando las intervenciones y acciones del proyecto, eso los llevo a crear nuevas herramientas que les permitió evaluar el impacto. Poco a poco todo ese trabajo fue demandando de manera progresiva un desarrollo profesional.
Para hablar del trayecto de la radio desde sus inicios, ParqueChasWeb conversó con Alfredo Olivera. Entrevista que a continuación reproducimos.
– Alfredo, si se pudiera hablar por cada una de las tres décadas de la historia de La Colifata, ¿cómo describirías cada una de estas etapas de la radio en logros y objetivos?
-La Colifata se inicia a inicios de los ’90. Fue la primera en el mundo en transmitir desde un hospital neuropsiquiátrico, con la posibilidad de transformar los medios de comunicación como una herramienta terapéutica, además, que estuvo al servicio de la inclusión y de la creación de lazos sociales y a su vez una herramienta que permitió abordar la problemática social de la locura ligada al estigma de los prejuicios y a las conductas que emanan de esos pensamientos que validan la exclusión.
En un período que había 1300 personas en situación de hospitalización, más del 60 por ciento llevaban más de una década de internación por lo tanto el puente con el mundo exterior estaba seriamente dañado.
Por lo tanto, los primeros diez años se marcan primero por la irrupción de una experiencia totalmente inédita que produjo rápidamente un espacio muy fuerte en los medios locales como la prensa nacional y también internacional, también a través de las agencias de noticias, que visibilizaran la existencia de la Colifata por medio de los diarios más importantes de todo el mundo.
Lo que caracteriza también la primera década es un método de trabajo que frente a un estado de carencia pudimos transformar. La dificultad y necesidad justamente fue la oportunidad para el desarrollo de la potencia del proyecto teniendo en cuenta que no teníamos medios técnicos y económicos para sostenerla. La creatividad vino a ser parte del proyecto y empezamos a trabajar en un formato muy interesante desde varios puntos de vista. Formato de microprograma que no tenía una duración mayor a dos minutos y a través de un sistema de redistribución logramos que al finalizar la primera década, más de 60 radios de AM y FM difundieran los microprogramas de Colifata, permitiendo justamente enlazar estas dos realidades: la problemática social del estigma y la problemática del sufrimiento concreto psíquico de quien hablaba, haciendo lugar a un nivel de participación comunitaria conmovedora gracias a esta metodología de transmisión en otras radios. La Colifata se hizo conocida no solamente por los informes de prensa sino por la difusión muy concreta en radios públicas comerciales y comunitarias de AM y FM en varios puntos del país.
La primer década también fue importante porque comenzó a ser a nuestra radio faro en cuanto a la influencia para el desarrollo de talleres de radio y experiencias de radio en Argentina primero, luego Latinoamérica y a finales de los 90 y principios de los 2000, el fenómeno se trasladó a Europa.
Una década de muchos reconocimientos y premios pero sobre todo de la puesta en marcha de un dispositivo radiofónico de grupo, lo que llamamos abierto, que genera condiciones para un abordaje, un trabajo con personas sufrientes que son las que portan el diagnóstico de psicosis y la oportunidad de recuperar al otro como destinatario de un decir, un interlocutor y el rol de ese interlocutor a la hora de decir, a la hora de devolverle con sus gestos, con sus momentos, con su mensajes, con sus propuestas, el estatuto de existentes a aquellos que hablaban.
A partir de la segunda mitad de los 90 que la radio empieza a recibir invitaciones para viajar al exterior. En el año 96 presentamos un póster científico en el 5º Congreso de la Asociación Mundial de Rehabilitación que se realizó en Rotterdam (hoy Países Bajos), trabajo que ganó en la modalidad póster lo cual le dio un fuerte impulso en lo relacionado con el mundo académico y el mundo de la salud mental. También comenzaron los viajes al exterior para participar del Foro Latinoamericano en Berlín, que motivó el nacimiento de la primera experiencia europea de radio realizada en la ciudad de Núremberg por un colectivo de personas con experiencias psiquiátricas que fueron alojados en una radio comunitaria.
En el año 99, aparece una experiencia en la alcaldía de un pueblo en las afueras del Madrid. En una radio comunitaria comienzan a ser un programa de radio.
Durante la primera década, en La Colifata el promedio de participación de pacientes era de 40 a 45 personas los días sábados. La duración de los programas de los sábados era de aproximadamente cuatro horas semanales y hacia fin de los 90 ya era de siete horas por sábado: un maratón radiofónico importante. Fue, además, una primera década que fuimos creando metodología de trabajo que permitiera incluir discursos “delirantes” que daban lugar a cualquier modo de narrar el mundo en el ingreso al dispositivo radiofónico del grupo produciendo movimientos, efectos terapéuticos importantes. Es decir, que en esa década se empieza a pensar La Colifata como instrumento de abordaje clínico para aquello que solemos llamar “La clínica de la psicosis”.
A partir de la segunda década del 2000, y a partir de haber sido nombrado como emprendedor social de una organización que existe escala mundial que se llama ASHOKA, mi trabajo para ser rentado y el objetivo allí fue profesionalizar la estructura. En 2001 comenzamos a crear lo que llamamos creadores de un pacto ya sea en el ámbito clínico como en el ámbito social. Se consolida uno de los programas de acción de la califato de la radio llamado COLIFATA SOLIDARIA donde los pacientes no solamente son asistidos por el dispositivo radiofónico de la radio sino que se corre ese lugar y asistidos para empezar a intervenir respecto a las problemáticas que nos atraviesan a todos y todas, como la pobreza, la falta de participación, medio ambiente, etcétera.
A fines del 98, se crea la primer Colifata Solidaria. Este programa permite ampliar la fuerza de la radio no solamente para acompañar procesos terapéuticos de la vida particular de aquellos a quien asistimos, sino también abrir un espacio nuevo que permita a los pacientes correrse del lugar de asistidos para empezar a intervenir en problemas que nos atañen transversalmente a todos y todas. Es un programa que se ha ido consolidando con el paso de los años.
El cambio fundamental en la tercera década es que se pasa del amateurismo a la profesionalización. Empezamos a crear lo que llamamos los indicadores de impacto, que nos permite medir la evolución tanto en el campo clínico, es decir establecer porcentajes de altas anuales, porcentajes de reinserción o no de personas que asisten al dispositivo. Entre el 2002 y el 2004, hicimos el primer seguimiento exhaustivo que dio como resultado que la Colifata colaboraba en la externación del 35% de los pacientes que asistía en situación de internación y que respecto a los pacientes externados, veíamos que aquellos que continuaban participando en las diversas actividades de la radio, el índice de reinternación era inferior al 10 por ciento y si lo comparábamos con el grupo que una vez que obtuvo el alta dejó de concurrir a la radio, el índice de reinternación nos daba un 67 por ciento, lo cual empezó a indicarnos que la radio era eficaz desde el punto de vista de su propósito y sobre todo marcaba la necesidad no sólo la eficacia de nuestro proyecto, de nuestro dispositivo, sino sobre todo o también la necesidad de la creación de estructuras en salud mental inscriptas en la comunidad, porque el gran problema es que los pacientes eran hospitalizados en instituciones monovalentes, obtenían el alta y en el trayecto de un año casi el 70 por ciento eran reinternados, mientras que los que tenían un sostén fuera a través de los dispositivos de la radio, el índice de reinternación era del 10 por ciento.
El comienzo de esa década también es importante porque pasamos a la profesionalización al haber sistematizado los indicadores de impacto, al haber también sistematizado nuestra manera de trabajar en términos asume cualitativos pudimos ir acompañando procesos subjetivos en personas concretas que tenían que ver con el restablecimiento. También, a comienzos del 2000, la Colifata sistematiza el trabajo con los equipos tratantes, es decir, para poder abordar la problemática de cada quien (es decir participantes de la radio que asistían regularmente) establecimos una serie de procedimientos a realizar, entre ellas, consultas permanentes con los equipos tratantes. Directamente empezar a pensar en términos de clínica ampliada es decir el problema de la psicosis desde un abordaje psicoanalítico, pero también entender la salud mental modo más amplio, por ejemplo, cuadro de vulnerabilidad y recursos que permite hacer un mapeo de las personas con las que trabajamos. No es solamente el diagnóstico psiquiátrico no es solamente el diagnóstico de situación en función de lo que producen los espacios de la Colifata, sino, también, una serie de información que tiene que ver con la situación clínica institucional de la persona, la situación jurídica, si tiene un curador o no, si fueron declarados insanos o no, inhábiles o no.
También, un gran campo que tiene que ver con la situación socioeconómica que se divide en su vínculo con el Estado, en el caso de las personas que tienen pensión por discapacidad, pase para el transporte público, entre otros y también todo tipo de ingresos. Este cuadro de vulnerabilidad de recursos también tiene el seguimiento habitacional de muchas personas: los que viven en cuartos de pensión de hotel cercano a los hospitales monovalentes y el costo del alquiler (en la primera década del 2000 representaba el 80% de sus ingresos) muchas veces los dejaba situación de cuasi indigencia de modo permanente.
En esta década, también se acentúa la explosión mediática de la Colifata y se afianza internacionalmente a través del vínculo con el cantante Manu Chao y también del vínculo con Francis Ford Coppola, que hizo una donación a la radio y en su película retro dedica casi seis minutos del film a escenas dedicadas a la radio, donde los actores se mezclaban con los verdaderos hacedores de la Colifata. El porcentaje semanal de oyentes en el Borda crece; en promedio recibíamos más de 20 a 25 visitas por sábado entre oyentes, amigos, familiares, turistas.
En el 2000, el antiguo COMFER otorga permiso precario (Resolución Nº 753) a la radio para transmitir. La Colifata comienza su proceso de legalidad para transmitir en las ondas hertzianas en 2006.
En la actualidad, los programas de acción incluyen un Dispositivo Radiofónico Grupal (DRG); Microemprendimientos / Economía social que implica la venta y difusión de producciones audiovisuales y radiofónicas de La Colifata con el objetivo de generar inclusión sociolaboral y económica de los usuarios en tratamiento ya externados. El Programa “Colifata Solidaria” que promueve la participación y reflexión comunitaria sobre temáticas concretas no sólo vinculadas a la “locura”, sino relacionadas a problemas particulares y de carácter global: contaminación ambiental, exclusión, pobreza discriminación, falta de participación ciudadana, etc., a la vez que permite en colectivos de personas con sufrimiento psíquico el pasar de ser “objetos de la rehabilitación” a ubicarse como “sujetos de la promoción de acciones saludables en la comunidad”.
También, un Dispositivo Radiofónico Grupal Móvil, que consiste en “externar” el dispositivo radiofónico grupal del Hospital Borda, para realizar intervenciones en Salud Mental Comunitaria, con el objetivo de favorecer el desarrollo de prácticas en salud por parte de la comunidad y desestigmatizar las representaciones sociales acerca de la locura.
Colifata TV que son programas de TV conducidos íntegramente por usuarios de La Colifata y pensados como intervención desestigmatizante en el campo de lo social, con fines terapéuticos.
Colifata Online 24 hs., que trata de la automatización de la señal de La Colifata a través de un streaming y por su frecuencia FM 100.3, lo que permite desarrollar políticas comunicacionales masivas, de alcance nacional e internacional, que potencien la misión y objetivos de la organización, su tarea desestigmatizante y de construcción de espacios en salud a escala global. En el sitio web de la radio, se puede ampliar la información.
A 30 años de La Colifata, Canal Encuentro realizó un documental sobre la historia de la radio. En este programa especial y a 30 años de ese comienzo, ‘los colifatos’ inician un nuevo viaje rumbo al mar, en plena pandemia, a la búsqueda de una camioneta Estanciera que les donarán para la radio en Santa Teresita, luego del robo de “Tata”, el histórico móvil de La Colifata”.