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Preocupación por el destino que se le dará al histórico “Tambito” del Parque 3 de Febrero

 

 

 

 

 

El Gobierno porteño anunció que abrirá un emprendimiento gastronómico en la casa histórica de 146 años, ubicada en los bosques de Palermo. En la siguiente nota, la Asociación Amigos del Lago de Palermo recuerda que la Ordenanza Municipal N°46229 prohíbe entregar concesiones en todos los espacios verdes de la ciudad.

 

Según la versión digital del diario LA NACIÓN del día 22 de agosto de este año, el Gobierno de la Ciudad adelanta la inauguración para el próximo mes de septiembre de un café-restaurante en el histórico “Tambito” ubicado en el Parque 3 de Febrero, en las cercanías de donde fuera plantada por Nicolás Avellaneda la más que centenaria magnolia un 11 de noviembre de 1875. No sólo adelanta su inauguración, sino que ya tiene los concesionarios que lo pondrán en marcha.

Hechos insólitos todos ellos si se toma en cuenta la normativa de protección que rige en el lugar.

Como primera aproximación al hecho, cabe destacar que fueron las sucesivas administraciones del Gobierno porteño que desde hace veinte (20) años vienen dejando degradar hasta extremos indecibles lo que fue esta histórica construcción. Nuestros reclamos documentados se remontan a la administración Ibarra. Ahora, los habitantes de esta Ciudad debemos pagar la desidia de todos estos administradores infieles (Ibarra, Macri, Rodríguez Larreta) con los costos de esta restauración.

Pero acá no termina la historia, sino que desde 1993 está vigente la Ordenanza Municipal N°46229 que prohíbe entregar concesiones en todos los espacios verdes de la ciudad. Para abundar, el Parque 3 de Febrero está zonificado en el Código Urbanístico como Urbanización Parque -UP- donde no se puede habilitar ningún uso comercial. Y como si esto fuera poco, ese sector también está catalogado como Área de Protección Histórica, el APH2 Parque 3 de Febrero, donde sólo se pueden realizar obras de conservación y manteamiento, no habilitar usos extraños a los de parque histórico.

Dadas estas circunstancias, es inexplicable como la ministra de Espacio Público e Higiene Urbana Clara Muzzio pretende entregar una concesión imposible para un “emprendimiento” más imposible aún.

En atención a lo anteriormente dicho es que solicitamos una urgente entrevista con la ministra (y posible futura vicejefa de Gobierno) para tratar este tema que -como expresamos hace poco tiempo en otro comunicado- no es la única irregularidad dentro del Parque 3 de Febrero, ya que a la nombrada anteriormente, se une la desaparición de la Plaza Comandante Andrés Guacurari Artigas y el Paseo Marcela Iglesias bajo las mesas, sillas e instalaciones varias de los locales gastronómicos ubicados debajo del viaducto ferroviario, frente al Rosedal.

El destino gastronómico del “Tambito”, ubicado en la actual Avenida Francisco Berro, entre Sarmiento y Casares, fue concesionado a la tienda Selena Café (que ya posee un local en Honduras y Medrano), que pagará un canon grotesco de 360 mil pesos por 700 metros cuadrados, en una de las zonas más caras de la Ciudad.

“La instalación de El Tambito data de 1877. Es una obra de las denominadas ‘pintoresquistas’ que se hacían en esa época. Primero se arrendó para el expendio de leche al pie de la vaca, a cuyo fin el beneficiario, Vicente L. Casares, debería cercar el lugar, construir un establo y mantener el quiosco y el terreno en perfectas condiciones, incluyendo plantas de ornato. Transcurridos más de 10 años, en 1888, El Tambito volvió a ser objeto de negociaciones entre la municipalidad –su propietaria– y particulares”, señala Sonia Berjman en su libro Palermo. El Parque 3 de Febrero de Buenos Aires.

Según la licenciada en Historia de las Artes, otra de las características que ponen de relieve el valor patrimonial del chalet es que se asemejaba al desaparecido Café de Hansen, especialmente en el hecho de haber sido también refugio de tangueros trasnochados, lugar de duelos y trifulcas, y escenario para lucimiento de orquestas y cantantes de la ascendente música ciudadana. Estos dos locales, junto a El Velódromo, conformaban un tradicional circuito de tango del Buenos Aires de fines del XIX y principios del XX, escenario no solo de la música y el baile, sino también de peleas entre malevos y compadritos; el local, incluso, padeció una clausura temporal por un hecho de sangre que llegó a la crónica policial.

 

Asociación Amigos del Lago de Palermo

 

 

 

 

 

 

Portal de Parque Chas

Redacción

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