Fecha de Publicación:10/08/06 |
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Nota de opinión
Nuestra querida Plaza de Mayo
Por la Doctora Sonia Berjman *
para ParqueChasWeb
El patrimonio es la herencia que toda generación recibe de
sus mayores. Es tangible e intangible. Pero no existe uno sin el
otro. El patrimonio construido es uno de los documentos históricos
sobresalientes para comprender nuestro pasado y construir nuestra
identidad.
Para preservar esos documentos vivos del pasado,
en nuestro país se creó en 1940 la Comisión
Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos que prontamente
se dió a la tarea de determinar cuales eran los monumentos
más significativos de nuestra historia para jerarquizarlos
con su denominación de Monumento o Lugar Histórico
Nacional. Al creer que vivíamos en una sociedad civilizada
y respetuosa de sus leyes, transitivamente se suponía que
esos monumentos serían respetados y preservados para siempre.
Uno de los primeros ejemplos en ser destacados
por esa normativa fue la primitiva Plaza Mayor, nuestra querida
Plaza de Mayo, Lugar Histórico Nacional por Decreto N°
122.096 del 9 de junio de 1942.
El tema de la Plaza de Mayo y del centro histórico
de la ciudad de Buenos Aires es de suma importancia. La Plaza de
Mayo NO es exclusivamente de los porteños. Es de todos los
argentinos. Un niño de la Puna y otro de la Patagonia se
sienten hermanados por la legendaria imagen del 25 de Mayo de 1810.
Por el Cabildo, por la Casa Rosada ... es decir: la Plaza de Mayo
y el centro histórico son bienes patrimoniales tangibles
de la Ciudad de Buenos Aires pero tienen un valor intangible colectivo
para todos los argentinos. La Plaza de Mayo pertenece a 36 millones
de argentinos.
Al ser un hito patrimonial preservado por ley,
no puede un funcionario "iluminado" encargar intempestiva
y arbitrariamente a un profesional un proyecto de remodelación
o solicitar un concurso de arquitectura para la presentación
de proyectos de "reciclaje". No es posible remodelarla
sino que hay que restaurarla.
El desconocimiento de la propia historia de la
plaza y de las luchas vecinales por su conservación lleva
a decisiones unilaterales. Durante el siglo XIX e inicios del XX,
paralelamente a la programación de los actos conmemorativos
del Primer Centenario Patrio hubo -al igual que hoy en vísperas
del Segundo- propuestas faraónicas de transformación
de la Plaza Matriz. Todas fracasaron por la oposición tenaz
de aquéllos a quienes hoy consideramos los fundadores de
la conservación del patrimonio nacional.
La imagen que vive en el inconsciente colectivo argentino desde
hace cuatro generaciones es la de la Plaza de Mayo actual: la remodelación
de Carlos Thays cuando la apertura de la Avenida de Mayo en 1894
y precisamente ésa fue la imagen a preservar cuando se la
declaró Lugar Histórico Nacional. No es verdad que
ésta sea la plaza de Cacciatore.
La conservación del patrimonio debe atender
no sólo al bien en su estado primigenio sino a la memoria
colectiva. Se debe hacer un balance entre todos los elementos y
tener el suficiente equilibrio mental como para decidir consensuadamente
las mejores soluciones y no imponer arbitrariamente la "solución
personal" porque se está en época de elecciones
o para demostrar el poder de algún funcionario.
¿Se quiere peatonalizar o avasallar? Si se quiere prohibir
el tránsito vehicular en la zona de la Plaza de Mayo ...
eso no determina que deban levantarse las calzadas y embaldosar
todo a la manera de las plazas municipalistas españolas.
Ni tampoco colocar minibuses que recorran su entorno como caballitos
de una calesita. Si el Gobierno Nacional tiene "miedo"
de trabajar en la Rosada ... eso no se arregla rodeando al edificio
con un jardín donde nunca lo hubo. Si el Ministerio de Defensa
quiere un estacionamiento ... eso no se hace bastardeando a la Plaza
Colón como se hizo hace tantos años ... Todo eso se
arregla de otra manera: con estacionamientos bajo nivel, con educación
de la población, con políticas enérgicas de
protección de los bienes públicos, teniendo otros
espacios propicios a la protesta en sitios no tan sensibles al patrimonio
tangible e intangible.
En fin, es cuestión de utilizar el pensamiento
lateral y no siempre lo primero que viene a la mente para impresionar
a los presuntos votantes de la próxima elección que
generalmente implica destrozar lo existente para construir algo
peor.
*Vice Presidenta del
Comité Científico Internacional Paisajes Culturales
ICOMOS Consejo Internacional de Monumentos y Sitios
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