Defensa de los medios de comunicación locales o comunitarios

Socializar la comunicación


Quienes hemos trabajado durante años en los medios locales o regionales, en gráfica, TV o radios conocemos muy bien qué y cómo es la defensa de estas importantes herramientas. Sabemos como se desarrolla día a día el nexo con el vecino: es estar ahí, junto a los problemas, ofreciendo un micrófono, una cámara o unas líneas en algún periódico denunciando el oprobio a que están sometidos cada jornada.


Por Héctor Quelle
para www.buenosairessos.com


Eso genera un lazo afectivo tan grande, que irrita en su máxima expresión a los dueños del poder, quienes saben perfectamente que existe un tejido social que defenderá estos medios ante el menor atisbo de ataque.

Sin embargo nunca se detuvieron. Buscaran cualquier artilugio, sea legal o no, para cooptar, o irán hasta algún despacho judicial pidiendo que cierren y decomisen nuestros medios. Los de todos.

Sucede que los medios alternativos socializan la comunicación, y eso enfurece al poder. Y aún más cuando organizaciones como la UTPBA y la FELAP los cobija defendiéndolos y capacitándolos, o denunciando cualquier intento de ataque.

Pero como ya se sabe -y ellos también lo saben-, cada día surge un medio de comunicación alternativo nuevo en alguna parte del planeta que intente articular con la sociedad una respuesta al embate del poder. Sólo así incidiremos mas.

Venezuela, Ecuador o Bolivia son algunos ejemplos, donde sus gobiernos destinan parte de sus presupuestos para la instalación de centenares de radios de baja frecuencia en las profundidades de sus geografías liberando las conciencias de los pueblos sometidos durante decenas de años a los feudos de cada lugar.

La defensa de cada medio se realiza a cada instante de nuestras vidas. Habrá que perfeccionarse y capacitarse cada día más, y ser uno mas de la comunidad a la que se pertenece, sin olvidar que somos parte de un escenario mundial donde la hegemonía mediatica mundial es una parte importante – casi clave- de la maquinaria asesina imperialista que tiene su sede central en Estados Unidos, y cuyo unos de sus jefes es – hoy- un tipo llamado Bush.


(Publicado en ANC-UTPBA)