PARA TENER EN CUENTA
Instrucciones para votar el 28 de octubre
Por Leonardo Killian*
para ParqueChasWeb
Supongamos que usted es ciudadano nativo o por opción y
está decidido a ejercer su derecho de
elegir a quien le plazca.
Levántese y desayune bien. Ni muy tarde ni muy temprano,
digamos a media mañana, diríjase al lugar
que le ha tocado en suerte. Trate de no beber alcohol.
No se vista en forma estrafalaria. Si la temperatura es alta
no vaya en ojotas y bermudas, sea sobrio.
No olvide que un argentino vestido como un brasilero parece un
pelotudo.
Cuando haga la fila compórtese con corrección,
no escupa en la acera y trate de contener su flatulencia
matinal con decoro (hágalo silenciosamente) y si el ciudadano
que está a sus espaldas le recrimina algo
invente una excusa creíble. Si la contextura física
del mismo es miserable, ni le conteste y despáchese a
gusto.
Llegado al interior de la escuela o lugar habilitado no le de
charla a los gendarmes, policías o personal
del ejército.
No trate de hacerse el simpático con comentarios por lo
bajo como "¿Cuando van a terminar
con esta farsa?" o "¿Cuando vendrá un
Franco a nuestro país por dios...?" Puede que el tipo
achinado que está dentro del uniforme tenga pocas pulgas
y le haga pasar un mal momento.
Usted ya llegó a la mesa. Salude correctamente a las autoridades
y fiscales. Darles la mano está bien.
NO se haga el vivo con la fiscal de escote generoso, no se aproveche
de la ocasión para comerle la boca ni dirigirle miradas
insinuantes a lo Groucho Marx.
Finja ser un tipo educado.
Dentro del cuarto oscuro usted tendrá varias boletas,
busque la de su predilección, introdúzcala en el
sobre y no abuse de ese momento de impunidad para mear contra
la pared o cambiar el orden de la de los candidatos que usted
detesta.
Usted ya salió del cuarto. Depositó el voto en
la urna y volvió a saludar.
No es necesario que agregue ningún comentario para intentar
ganarse la simpatía de la pechugona.
No intente con "Que lástima estar acá con
un día tan lindo" o alguna boludez por el estilo.
Se ganará su odio.
Cuando vuelva para su casa cómprele flores a su mujer
y algún chocolatín a sus hijos. Si ella no va a
votar por ser extranjera, impedida, o por simple imbecilidad,
cuéntele los detalles de su actuación durante el
acto comicial.
Invente obstáculos y desafíos que debió
sortear para votar. Sobre todo a los niños.
Hágales ver que usted es una especie de cruzado de la
civilidad.
Pase un día tranquilo. No se moleste en escuchar la radio
o mirar en la tele a la sarta de imbéciles que aullarán
cuando vota tal o cual. Le generarán un nerviosismo innecesario.
Culminación de la jornada. Usted ya se ha enterado que
ganó o perdió su candidato.
Si está entre los dichosos ganadores meta a la familia
en el auto y vaya a tocar bocina al obelisco.
Supongamos que usted es peronista y ha triunfado algunas de las
variantes que el peronismo adopta
para dirimir sus internas. Usted podrá salir gritando "Viva
Perón carajo". Si quiere recordar sus años
mozos e impresionar a los niños puede incluso cantar con
voz impostada "con los huesos de Aramburu vamo a hacer una
escalera para que baje del cielo nuestra Evita montonera".
Si usted perteneció a un sector mas tradicional puede
elegir el ya clásico "ni yankys ni marxistas..."
Supongamos que usted es un hombre de izquierda y su secta obtuvo
un porcentaje algo mayor al de la secta rival. En ese caso mande
correos hirientes a sus adversarios de los que usted ya conoce
pelos y señales.
No salga a festejar. Sus vecinos pueden ser escuchas de Radio
10 y corre el peligro de ser apaleado.
Si usted es un conservador puede festejar desde su auto junto
a otros ciudadanos, bajando la ventanilla y saludando con la mano.
En ese caso puede hacer comentarios como "al negro Moyano
se le acabó la joda" ; "Mañana todos estos
negros de mierda van a tener que ir a laburar". Si está
muy exaltado puede animarse con "a rajar a los cartoneros
a Bolivia" o Viva la Patria abajo la horda bolche"
Vuelto a su hogar sea magnánimo. No aproveche la victoria
de su partido para enrrostrale a algún vecino su condición
de contrera. Advierta que vivimos en un país cambiante
y mañana la tortilla se puede dar vuelta.
Sea generoso no por ser buen tipo, sino por previsor.
Si usted es de lo que ha votado a perdedor váyase al cine
o emborráchese y no se la agarre con su mujer o con los
pibes. Recuerde que ya dormido, la bruja puede partirle una plancha
en la cabeza y que los chicos crecen...
* El autor nació un 25
de mayo de 1952 en Parque Chas, donde aún sigue viviendo.
Estudió cine, fotografía
y es profesor de historia. Trabaja en el CONICET y además
de dar clases como docente colabora en programas de radio y TV,
donde hizo una historia del siglo ligada al cine. Tiene predilección
por la metaficciones (historias conocidas a las que les cambia
el sentido).
Publicó el libro de su autoría
llamado "El gato canoso Cuentos", de la editorial El
Escriba.
Su cuento "Ilsa Lund",
ganó el concurso llamado Café, Bar, Billares homónimo
del programa de radio, en el que la temática era contar
historias de la Ciudad de Buenos Aires.