ENTREVISTA CON DANIEL SCHAVELZON
"A nuestra sociedad no le interesó
preservar el Patrimonio arquitectónico de Buenos Aires"
ParqueChasWeb habló con quien desde hace 22 años
dirige el Centro Arqueológico de Buenos Aires ubicado en
la sede de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UBA.
Actualmente, su equipo está buscando las huellas de la
primera fundación de nuestra ciudad, liderada por Don Pedro
de Mendoza.
Por Fernando Belvedere
fbelvedere@parquechasweb.com.ar
- ¿Cuando se creó el Centro de Arqueología
Urbana?
- Se creó en 1985, junto con la recuperación de
nuestra democracia y con un nuevo espíritu de recobrar
la historia cotidiana y doméstica del pasado.
Yo venía de México donde había estudiado
durante el lapso que duró la dictadura militar en Argentina.
En México esta es una actividad rentada y cotidiana y acá
no existía.
- ¿Cuál fue su primer trabajo arqueológico
en nuestra ciudad?
- Empezamos por el caserón de Rosas porque estaba dentro
de un espacio público (el Parque 3 de febrero) y eso nos
permitía trabajar con facilidad para excavar.
La elección de Rosas no fue casual, ya que fue un personaje
polémico de nuestra historia; historia de Unitarios y Federales
que nuestra sociedad no ha terminado de procesar.
La Casona estaba ubicada en lo que hoy es Avenida Libertador y
Sarmiento. Allí encontramos solo cimientos muy deteriorados
y se volvió a tapar. Un monolito ubicado en ese lugar recuerda
nuestro trabajo arqueológico.
- ¿Cuál fue el resultado de aquellas excavaciones?
- Pudimos mostrar que las ideologías a veces, no son tan
fuertes como se suponen que son, y que pese a la política
rosista nacionalista y de rechazo a las exportaciones, la vajilla
que encontramos en el lugar era de origen francés igual
que los pisos, y los platos eran ingleses.
Es decir, la vida cotidiana era igual a la de cualquier casa de
una familia de altos recursos de Buenos Aires. Lo gauchesco no
era más que para hablarlo, y no para vivirlo.
- ¿Cuál fue el siguiente trabajo?
- El Casco Histórico de la Ciudad. Intervenimos en el llamado
"Zanjón de Granados", ubicado en la calle Defensa
al 700.
Ese trabajo fue toda una lección porque nos llevó
al Siglo XVI.
Tenemos un lindo contexto fechado a través de radiocarbono
hacia el año 1590, o sea, la época de Garay.
Bajo los pisos de lo que fue la casa de Josefa
Ezcurra en la calle Alsina encontramos fragmentos de
cerámicas, carbón; pero el conjunto del contexto
del lugar es muy antiguo para nuestra ciudad.
Esa casa fue erigida por los jesuitas como casa de renta. Abarcaba
toda la manzana y tal como está hoy, corresponde a una
remodelación de 1860 porque tiene dos pisos. El frente
actual data del 1900. De la casa original quedan muy pocos ladrillos.
- ¿También trabajaron en la Plaza Roberto Arlt
no?
- Sí, antiguamente ese solar perteneció al cementerio
de la Iglesia San Miguel. Era el enterratorio de pobres y desahuciados
que no podían pagar un sepelio. Fue interesante descubrir
el sector de los menos pudientes de la ciudad.
- ¿Qué proyecto tiene en la actualidad, el Centro
Arqueológico Urbano?
- En estos momentos nuestro proyecto es la búsqueda de
la primera
fundación de Buenos Aires.
- ¿Están interviniendo en el Parque Lezama?
- No, Lezama ya está descartado igual que la zona de Vuelta
de Rocha. En realidad venimos remontando el cauce del Riachuelo.
El trabajo hecho por los arqueólogos demostró que
todos esos terrenos son modernos en términos históricos.
La zona de
Vuelta de Rocha era un delta que se fue rellenando con arena del
Río de la Plata y es así como lo conocemos hoy.
Allí se encuentran las Islas Marchi y Maciel.
La ocupación de esos terrenos tuvo lugar a fines del siglo
XIX. Antes prácticamente no vivía nadie. Por lo
tanto, la zona más antigua está más adentro
de la Boca.
Las excavaciones se están haciendo cada 50 metros más
allá de la Vuelta de Rocha, tratando de descubrir el lugar
donde tuvo lugar la primera Fundación de Buenos Aires,
realizada por Pedro de Mendoza. A su vez, los geólogos,
van fechando la antigüedad de estos terrenos que corresponden
a la orilla del lado de Capital Federal hacia adentro: Barracas
y Parque Patricios.
- ¿Han intervenido en los barrios de conformación
más reciente?
- Creo que hemos trabajado en casi todos los barrios.
La ocupación de esas zonas es más antigua de lo
que se cree, ya que existían chacras y quintas. Por lo
tanto, tuvieron vida desde siempre, pero no existen registros
escritos de aquellos habitantes.
A fines de del siglo XIX se produjo la explosión poblacional
y la ciudad se fue extendiendo hacia el norte de la ciudad.
La zona de la Chacarita es my interesante porque sabemos que tuvo
ocupación desde el siglo XVII y muy fuerte en el siglo
XVIII. Realmente valdría la pena trabajar allí pero
el problema es que no podemos porque somos pocos y con escasos
recursos.
Pero el gran recambio inmobiliario en el Centro de la ciudad,
nos obliga a dar prioridad a esa zona ya que somos la última
generación que puede estudiar el casco histórico.
Es desesperante la situación, a este ritmo de destrucción,
en cuatro años no queda nada.
En cambio en los barrios van a poder intervenir los jóvenes
estudiantes que vienen detrás nuestro.
Palermo Viejo es otro caso. Según los datos de la construcción
con los que contamos, en cuatro o cinco años no quedan
más casas bajas en ese barrio. Con lo cual, intervenimos
con trabajos de arqueología ahora, o después, ya
será muy tarde.
- Si algún vecino que esté remodelando su casa,
encuentra por azar algún objeto antiguo que le llame la
atención, ¿qué puede hacer?
- Llamar por teléfono al Centro
de Arqueología Urbana, y juntos vemos lo que
hacemos.
Lo mismo si los vecinos descubren que alguna casa con interés
histórico está a punto de demolerse, se pueden comunicar
con nosotros.
- ¿Por qué a lo largo de su historia, Buenos
Aires perdió gran parte de su patrimonio arquitectónico?
- Porque a la sociedad no le interesó demasiado. Hemos
vivido de dictadura en dictadura durante cincuenta o sesenta años.
Este tema importaba poco, porque todo lo relativo a la Identidad
y la Memoria era contrario a una sociedad fachista, que, más
que desarrollar la memoria, la borraba.
Pero también hemos tenido una clase política más
preocupada por los ingresos de dinero a las arcas del municipio,
que por conservar el patrimonio.
Hoy, no es que nuestras autoridades no conozcan lo que es patrimonio,
sino que no les interesa o no pueden porque lo fundamental es
la recaudación; y se recauda cuando se autorizan obras
nuevas, mientras que preservando no hay ingreso de dinero.
Lamentablemente esa es una mirada corta, porque los países
capitalistas se han hecho preservando y no destruyendo su patrimonio
arquitectónico.
En otros lugares del mundo proteger valoriza la propiedad, aquí
todo lo contrario.
En Inglaterra, por ejemplo; si una persona compra una casa y le
modifica la fachada, sus vecinos le quitan el saludo y además
se encargan de escracharlo. Por lo tanto, hay una conciencia social
de conservación.
No hace falta una ley, hay leyes que no están escritas
y son más fuertes que las que lo están.
Otro ejemplo es Noruega: Allí, si vos pedís un permiso
para realizar una obra en el Centro Histórico, ese permiso
puede tardar de diez a quince años. Es así que esa
persona se desalienta y no hace nada. Existe una acción
de desmoralización desde el Estado.