Fecha de Publicación:22/09/08 |
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Funciones de la nota
ENTREVISTA A GABRIELA SAIDÓN
"Tiene algo de encantador perderse
en Parque Chas"
Es licenciada en Letras de la Universidad de Buenos Aires,
periodista y escritora. En 2005 publicó "La Montonera";
biografía de Norma Arrostito y acaba de salir a la venta
su nueva novela "Cautivas" la increíble
historia de cinco mujeres de la alta sociedad correntina que en
1865, durante la guerra de la triple alianza, fueron secuestradas
por orden directa del mariscal Francisco Solano López. Vecina
de Parque Chas, respondió a nuestras preguntas sobre la relación
que tiene con el barrio y su pasión por la escritura.
Por Fernando Belvedere
fbelvedere@parquechasweb.com.ar
- Gabriela, ¿Qué brújula te trajo hasta Parque
Chas?
- Vivía con mi marido y mi hijo mayor en Villa Urquiza, en
la calle Bauness. Parque Chas nos encantaba, esa cosa de barrio
de casas bajas y veredas angostas. Sin colectivos ni taxis. Fuera
de serie, literalmente. Habíamos estado buscando también
por otros lares, pero al final apareció "la novia",
que es la casa en la que vivimos, además, con nuestro hijo
menor, que nació aquí.
- ¿Cómo es tu relación con el barrio?
¿Sos de puertas adentro o lo caminás?
- Camino bastante. Cuando paseo a mi perro, pero también
con mi marido nos vamos hasta Agronomía, cruzando el barrio
por adentro. Llevo a mi hijo menor a la plaza, o a la casa de amigos
que viven cerca. Lo que no hago es meterme con auto, manejando,
porque ahí sí, me pierdo. Aunque, en realidad, tiene
algo de encantador perderse en Parque Chas. A veces lo hago, caminando,
como un juego.
- ¿Por qué elegiste ejercer el periodismo?
- Yo estudié Letras. El periodismo lo hice al andar. Ahora,
un poco para completar esos baches teóricos, estoy haciendo
una Maestría en Periodismo que dicta Clarín con la
Universidad de San Andrés. En todo caso, decidí trabajar
como periodista porque era el lugar desarrollar la escritura. Y
trabajando descubrí que además me apasionaba investigar,
y sobre todo, hacer entrevistas. Pero también que me encantaba
editar, algo que no había estado en mis planes.
- ¿Qué es hoy, ser un "buen periodista"?
- Alguien que tiene la curiosidad como brújula, esa especie
de radarcito para darse cuenta por dónde pasa la noticia,
y un impulso por saber más de lo que aparece en la superficie.
Después, hay especificidades que dependen del tipo de periodismo
que hacés. Si es gráfico, sí o sí tenés
que escribir bien.
- ¿Qué opinás del papel que jugaron
los dos principales diarios del país, en el conflicto del
gobierno con las entidades del campo?
- Ese tema me apasionó, y de hecho con una compañera
de la Maestría escribimos un trabajo sobre las referencias
a los medios que hizo Cristina en sus discursos, y cuáles
fueron las reacciones en la prensa escrita. Es un tema complejo
pero creo que lo interesante fueron las contradicciones que aparecieron
en los diarios en relaciòn al conflicto, justamente porque
se pusieron en juego intereses en pugna dentro de las empresas periodísticas
pero también desde el lugar en el que cada medio supuestamente
respondía a las expectativas de los lectores. Hoy en día,
en ese sentido, el periodismo es una trama muy compleja de relaciones,
con el poder, con los lectores, con los avisadores, con otras empresas,
etc. Algo de eso se pudo vislumbrar en la forma de cubrir el tema
del campo. Digamos que La Nación tuvo una cobertura más
homogénea y previsible, siempre a favor del campo. En Clarín
eso no fue tan parejo, hubo vaivenes.
- ¿Cuáles son tus disparadores a la hora de
elegir un tema para proyectar una novela?
- Son diversos. Mi novela "Qué pasó con todos
nosotros" yo digo que "me pasó". No estaba
en mis planes ni el tema ni el hecho de escribir una novela. Aunque
tenía, tal vez en mi inconciente, todo el tiempo presente
una frase algo arbitraria de Abelardo Castillo, que funcionó
casi como un mandato: "No se puede escribir una novela antes
de los 40". Quizás ese haya sido el disparador.
- Para escribir "La Montonera" ¿Cuál
fue el punto de partida para indagar en la figura de Norma Arrostito?
- Una foto fraguada de Norma Arrostito que circuló por las
redacciones de los diarios y las agencias cuando los militares fabricaron
la ficciòn de su muerte, en diciembre de 1976. La historia
de esa foto me la contó mi marido, que es fotógrafo.
Me impactó tanto como el monumento en Corrientes. Y fue la
respuesta a la pregunta que entonces me estaba haciendo: sobre qué
mujer de la historia escribir.
- ¿Sabías que Arrostito vivió en Ballivián
y Bucarelli, desde donde se cree se organizó el secuestro
del general Eugenio Aramburu?
- Sí, por supuesto. Eso está en mi libro. Pero te
corrijo: sí vivió allí una Arrostito, pero
no fue Norma, fue su hermana Nélida, con su marido, Carlos
Maguid. Claro que Norma frecuentaba esa casa e incluso pasó
allí unos días porque efectivamente, fue la casa operativa
desde donde se planeó el secuestro y desde donde salieron
esa mañana del 29 de mayo de 1970 Fernando Abal Medina, Norma
Arrostito y el resto de los que ese mismo día se constituirían
públicamente en la organización Montoneros, rumbo
a Montevideo y Charcas, a la casa del ex presidente de facto Pedro
Eugenio Aramburu. A veces, cuando paso por esa esquina, me pregunto
qué espíritus habitarán esa casa. Y tengo entendido
que ese año, 1970, por ese motivo, el precio de la propiedad
bajó.
- En tu ficción posterior "Qué pasó
con todos nosotros", dejás la biografía de una
figura histórica, para biografiar (o retratar) a un grupo
de adultos cuarentones de clase media… ¿qué
necesitaste decir a través de esta novela?
- Cómo la caída en picada de la clase media despuès
de la crisis de De la Rúa se dio en todos los órdenes
de la vida: afectivo, de identidad, generacional, etcétera.
Vital, diría. Pero hay cuarentones, hay de treinta y pico,
hay de cincuenta y pico, hay adolescentes y una nena de cinco años.
Quise abrir un abanico de edades para representar también
esa idea de la crisis como una especie de tsunami que no mira dónde
golpea. Y hay un hecho en la novela, el de Laura, la psicóloga
que atropella a un cartonero con su auto, que habla de esta cuestión
de cómo la clase media finalmente termina castigando a los
que están abajo, y no puede romper ese techo de cristal de
clase para pegarles a los que verdaderamente son los causantes del
daño.
- ¿Qué cosas sentís que caracterizan
a esta generación (de la que formas parte) que creció
en el medio de la peor dictadura que tuvo el país; que vio
resurgir la democracia; que se trago el sapo del "felices pascuas";
que se llenó de plata o se hundió durante el menemismo;
que volvió a "creer" con la Alianza y que finalmente
quedó atrapada en el "corralito" de Cavallo, en
un país en llamas que produjo un gran éxodo de argentinos
hacia Europa?
- Alrededor del tema de mi generación y de esas preguntas
que me estás haciendo justamente estoy trabajando ahora para
un próximo libro. Pero me quedo en esa pregunta: cómo
nos afectó a nosotros, los que generacionalmente estuvimos
cerca pero no fuimos desaparecidos, ni nos mataron a nuestros hijos,
a los que no nos torturaron, pero que vivimos nuestra adolescencia
en el reino de la represión y el terror, cómo nos
afectó la dictadura. En esa parte estoy, preguntándomelo.
- La frase "…la vergüenza de haber sido
y el dolor de ya no ser…" ¿le cabe bien a la clase
media argentina?
- Sí. Uno puede pensar en variaciones como "el deseo
de ser lo que no se es". Conozco un montón de gente
a la que le caben esas definiciones. Pero muchos zafan, ¿eh?
Las generalizaciones también son un poco peligrosas. Finalmente,
la categoría "clase media argentina" también
nos abarca.
- En "Cautivas" hablás del secuestro de
cinco mujeres en la provincia de Corrientes durante la Guerra de
la Triple Alianza ¿Cómo llegaste a esa historia poco
conocida y qué fue lo que te "cautivó" para
contarla?
- En "Cautivas" fue un monumento que vi en Corrientes,
de cinco mujeres que habían sido secuestradas con dos de
sus hijos durante la Guerra de la Triple Alianza (1865-18709), y
cuatro de ellas regresaron con los chicos. Me impactó muchísimo
y dije: tengo que escribir esa historia.
- Sobre ese hecho, ¿existe una historia oficial y
otra paralela? ¿Qué sabor te dejó al terminar
de escribirla?
- Sí, hay una historia oficial que llamativamente se pega
mucho con la "historia popular", y hay otra paralela que
intenté desenterrar y recrear con mucha dificultad. Al terminar
de escribirla fue una mezcla de sabores lo que fui sintiendo. Pero
sobre todo la sensación de que hay que seguir indagando sobre
esta cuestión de los cautiverios de mujeres. Y sobre la guerra
en general. La necesidad de la guerra sigue siendo, a mi criterio,
un pensamiento bien masculino.
- ¿Pudiste experimentar en carne propia lo que es
perderse en Parque Chas? ¿Qué opinás del mito
del laberinto? ¿imaginaste alguna historia que tenga como
protagonista al barrio?
- Me encanta perderme en Parque Chas. Porque uno tiene la certeza,
en algún lugar, de que es un laberinto amigable, y va a encontrar
la salida. Por supuesto, la mayoría de los taxistas no compartirían
mi opinión. De hecho, algo que me resulta muy interesante
es que todo taxista en Buenos Aires tiene su "historia de iniciación"
en Parque Chas. Todos se perdieron alguna vez en el barrio. Bueno,
el mito urbano es conocido: el taxista que encontraron muerto adentro
del auto en marcha, en una esquina de Parque Chas. Es que es un
barrio pensado como laberinto, aunque cuando miro las vistas panorámicas
pienso más bien en una tela de araña, y me gusta más
imaginarlo así: ojo que en el centro está la araña
(se llama Berlín). Una vez escribí un textito que
salió publicado en Clarín, en una sección que
tenía el diario, Calles de Buenos Aires creo que se llamaba.
Recién me había mudado, y me llamaba muchísimo
la atención que la gente estacionara sobre la vereda. Por
suerte, el tema de las inundaciones se solucionó. Al menos
en Parque Chas.
- ¿Te ha resultado útil www.parquechasweb.com.ar?
- Muy útil. Sobre todo porque este año tuve que hacer
un trabajo sobre el barrio, y fue una fuente fundamental. Me sirvió
para conocer la historia, personajes, pero también por el
servicio que presta. Me parece un portal super completo y bien pensado.
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foto
www.narcisa.com
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