Dos vecinos de Coghlan llevarán el cine argentino a todo
el país a bordo de un micro
Un viaje de película
Llegarán a lugares alejados y escuelas rurales, donde
no es común que se difunda el séptimo arte. La iniciativa
está hecha a pulmón con el aporte de habitantes
del barrio. Pino Solanas les cedió sus últimas realizaciones.
Las funciones gratuitas servirán para recolectar alimentos
y útiles escolares, que serán donados a lo largo
del camino.
Por Daniel Artola
dartola@periodicoelbarrio.com.ar
Cuando usted lea esta nota Gabriela Robles y Mariano Solla estarán
subidos a un micro recorriendo las rutas del país. Su propósito
no es turístico sino solidario: quieren proyectar películas
en escuela rurales o pueblos alejados de los centros urbanos.
Antes de la partida, prevista para el viernes 11 de enero, los
protagonistas de esta especie de road movie charlaron con El Barrio
en un bar de Monroe y Roque Pérez.
Gabriela es egresada de la Escuela Nacional de Experimentación
y Realización Cinematográfica (ENERC) y cuenta que
el objetivo del Proyecto Cinekinesis es difundir filmes argentinos
de manera gratuita y recolectar elementos para donar luego a las
escuelas de frontera o centros vecinales con muchas necesidades.
Mariano es el chofer del micro y quien ha diseñado la hoja
de ruta. El primer tramo es hacia sur por la costa. Tuvimos
que modificar un poco la ruta porque este proyecto iba a arrancar
en octubre y se postergó. El trazado del viaje se cambió
según el clima, porque si manteníamos el recorrido
original nos iba a agarrar en la ruta 40 un época de viento
y nieve, cuenta. La idea es recorrer durante un año
las 23 provincias argentinas.
La misión se realiza a pulmón y con la colaboración
de padrinos que, todos los meses, aportan algo de dinero. La
gente que nos ayuda es del barrio y no es millonaria, acercan
lo que pueden. A nosotros nos sirve para afrontar los gastos,
dice Gabriela. Ambos son mochileros y conocen el territorio argentino.
Por eso saben desde el kilómetro cero a qué lugar
llegarán con la propuesta. En el viaje que hicimos
en 2007 nos dimos cuenta de que hay muchas generaciones que no
saben lo que es ir al cine. Nunca tuvieron contacto con la experiencia
audiovisual de estar en un recinto a oscuras con una pantalla
gigante enfrente, describe Gabriela.
Argentina latente
Para encarar la aventura no obtuvieron ayuda oficial pero sí
tienen el aval de muchos cineastas como Pino Solanas, que donó
varias de sus obras para ser exhibidas. Las películas son
en DVD y también en VHS. Tienen programadas varios clásicos
de Niní Marshall, Tita Merello y Luis Sandrini. Además,
documentales de jóvenes realizadores. Los jóvenes
quieren darle transparencia al proyecto en cuanto al manejo de
los fondos. Muchas veces la gente es reacia a donar porque
teme que la plata se gaste en otro cosa, dice Mariano, que
fue scout de la Parroquia Santa María de los Angeles.
Gabriela sostiene que no hay una política que recupere
los momentos esplendorosos del país y de la época
de oro del cine argentino. Nosotros pensamos en quién
va a recibir nuestro mensaje y es un compromiso ético que
asumimos al elegir las películas en cada uno de los lugares.
Porque para mucha gente que no tiene el hábito de ir al
cine, el impacto va a ser muy fuerte, imagina. También,
van a grabar toda la travesía con una cámara para
hacer un largometraje que quede como testimonio. La idea
es proyectar esa película en los mismos lugares donde se
filmó, para ver la reacción de la gente, agrega
Gabriela.
La única manera de saber por dónde anda el micro
será a través de Internet ingresando a www.cinemovil.blogspot.com.
La página tendrá actualizaciones permanentes y servirá
para intercambiar información. Para poder llevar adelante
la tarea los vecinos se presentaron ante el Instituto Nacional
de Cine con el propósito de lograr un permiso que los autorice
a exhibir películas en el marco de una campaña solidaria
sin fines de lucro. Esperemos cumplir nuestro sueño
de llegar a todas las provincias para brindar entretenimiento,
educación y un mensaje esperanzador para todos, dicen
entusiasmados los jóvenes.
Fuente: Periódico El Barrio