Portal de Parque Chas: "estamos haciendo historia"
Buenos Aires, Argentina /
Fecha de Publicación:21/10/08 Fuente:www.agendadereflexion.com.ar

Funciones de la nota



NOTA DE OPINIÓN

Veredas y adoquines


Por la arquitecta María Sola
Especialista en preservación

En un análisis bienintencionado pero superficial y con la excusa de que primero está el peatón y que debe mejorarse el acceso a personas con movilidad restringida se ha presentado como indispensable demoler en San Telmo y en otros sitios históricos de la ciudad de Buenos Aires las veredas estrechas, los cordones cunetas, levantar los adoquines de fin del XIX y comienzos del XX , las tapas de registro de hierro fundido, las bocas de tormenta y los imbornales (rejas de hierro fundido que se encuentran en el cordón de la vereda para las aguas de lluvia), rastros que cuentan la historia de la ciudad y que dicen quienes somos y de donde venimos.

Queremos recordar que muchas ciudades tienen protegidos estos elementos que parecen insignificantes. Y no estamos hablando sólo de Europa. Para que Nueva York siga siendo Nueva York tiene protegidos treinta mil bienes que incluyen elementos de esta escala como las tomas de agua para los bomberos que tantas veces vimos en los dibujitos animados.

Queremos recordar que se puede privilegiar al peatón, facilitar la movilidad conservando los materiales y la historia que cuentan quienes somos.

En este documento intentaremos desagregar uno a uno los problemas que se plantean y demostraremos que es justamente en los lugares que han sido determinado como Áreas de Protección Histórica en donde deben restaurarse y conservarse esos rastros.

Los sitios históricos no se rediseñan. Se restauran.

Vamos por partes:

¿Es incompatible la peatonalidad con el respeto a los pavimentos históricos?

No, sencillamente las calles se cierran con vallas removibles como en todos los lugares históricos del mundo.

¿Es incompatible la accesibilidad para personas con movilidad restringida con la conservación de los pavimentos históricos?

No. El tema se resuelve con rampas y solados removibles. La madera es un material excelente para estos fines. Está de moda (a algunos les preocupa la moda) y es coherente por historia con una ciudad y una zona portuaria. Al ser la calle peatonal y con movilidad vehicular restringida hay lugar para colocar “decks” o en elementos en metal estampado o aquello que diseñadores contemporáneos indiquen, rampas o plataformas para extender las veredas y enrasar los solados para colocar mesitas o con otros fines. ¡Todos los elementos deben ser removibles!

¿Hay normativas que indican esto?, ¿se puede cumplir con la Carta de Venecia?

Sí. Hay normas internacionales y protecciones legales locales de los elementos de una APH.
Se debe cumplir con lo estipulado en la Carta de Venecia que es un documento de ICOMOS -UNESCO que dice que las intervenciones en los lugares históricos deben ser reversibles. Si uno se cansa o hay cambios de uso, los retira y listo.
En cambio levantar los adoquines, destruir los cordones y las veredas es irreversible.

¿Es incompatible la conservación de los pavimentos históricos con la extensión de mesas hacia la calle en los bares y restaurantes u otros usos?

Como ya se explicó, previa restauración de los solados originales, los enrasados se pueden hacer con elementos removibles, pueden ser decks o los elementos que los proyectistas lleguen a consenso con los actores involucrados.

¿Se pueden poner maceteros?

Si son removibles si. Es decir macetas del material que haya consenso entre diseñadores, especialistas y vecinos.

¿Qué diferencia hay entre un adoquín nuevo y uno viejo?

Los mampuestos (que tiene el tamaño como para ser puesto con la mano) antiguos de piedra eran cortados a mano y tienen volumen. Los nuevos son maquinados y tienen el espesor de una baldosa. Pero fundamentalmente los antiguos tienen una historia que contar y son los verdaderos.

¿Qué tradición traen los adoquines?

La palabra “adoquín” es de origen árabe y define una piedra prismática de forma normalizada de cara cuadrada o rectangular. Los árabes ingresaron en Europa en el siglo VIII, pero los pavimentos de piedra se difundieron en occidente a comienzos de la era cristiana cuando los romanos dominaban ambas costas del Mediterráneo incluyendo culturas que hoy conocemos con el genérico de árabes y que abarcaban a persas y egipcios por lo que en aquel tiempo enormes tradiciones constructivas milenarias se mezclaron. Los romanos, quienes como los Incas hicieron grandes redes de caminos de piedra, para mover cómodamente sus legiones en los territorios que anexaban, manejaron la piedra con pragmatismo y eficiencia. Algunas vías romanas , a dos mil años, estén aun en perfecto estado.

¿Porqué hay adoquines en Buenos Aires?

Antes de la Independencia ya Buenos Aires tenía lazos comerciales con Francia e Inglaterra. Después de la Revolución de Mayo la ciudad se alejó de aun más de la tradición española y siguió las pautas del neoclasicismo cuyo mayor exponente era la Francia napoleónica. Más tarde tomó las pautas del historicismo académico. En Buenos Aires no hay canteras de piedra. Los adoquines comenzaron a entrar como lastre en los barcos cuando Argentina se convirtió en exportador de granos y carnes saladas. Los primeros adoquines fueron tal vez picados por los presos en las Islas Británicas. Su valor histórico y documental es incalculable. Más tarde se utilizó el granito de Tandil y Olavarría.

¿Porqué las ciudades europeas tienen peatonales enrasadas con bolardos?

La mayoría de las ciudades peatonales que visitamos en Europa son de origen medieval (del siglo V al siglo XV). Respondían a la tradición aldeana de los pueblos nórdicos que invadieron Europa en esos tiempos y no tenían cordones cunetas ni diferenciaban al peatón del carruaje. Aunque las tradiciones constructivas romanas sobrevivieron en mucho porqué los nórdicos no tenían esa tradición y además las ciudades eran muy estrechas por falta de espacio ya que debían crecer dentro del recinto amurallado por seguridad, Hoy nos parecen bellas y lo son realmente. Pero la belleza procede de que cada cosa sea lo que es. Copiarlas es ridículo.

¿Buenos Aires tiene tradición medieval?

No. Por el contrario tiene una triple tradición urbana clasicista grecorromana, es decir con veredas, cordones y aceras:
1.- Por fundación ya que fue fundada bajo las pautas clasicistas del Renacimiento.
2.- Por neoclásica ya que la Revolución de Mayo surgió bajo la influencia de la revolución francesa, del neoclasicismo napoleónico y del iluminismo.
3.- Por academicista. La influencia dominante en la llamada generación del ochenta fue otra vez la de Francia .Fue el Barón de Haussmann el que terminó con la París medieval abriendo cerca de 1870 boulevares y avenidas, plazas y rotondas arboladas, con claras veredas y empedrados. Fue en parte para controlar los levantamientos de la Comuna de París y en parte para universalizar un modelo burgués de ciudad que por supuesto intentamos imitar en Buenos Aires con la apertura de las diagonales y la construcción .afrancesada de los grandes barrios de la Belle Epoque.

¿Es malo ser americanos?

De ningún modo. Es nuestra historia con sus luces y sus sombras. No queremos borrarla. Somos el producto de mestizaciones y espejismos y pese a copiar hemos dado un carácter singular a nuestros lugares. Algunos carecen de sensibilidad para verlo.

¿Todos los tiempos deben dejar su impronta?

Si .Para eso se declaran sitios históricos algunos barrios y otros no. Los arquitectos ansiosos en dejar su huella para la posteridad deben hacerlo en los lugares que no están protegidos. Me dirán que en esos lugares no van tantos turistas. Si son tan buenos como creen, los turistas llegarán tarde o temprano a ver su obra.

¿San Telmo es el barrio medieval de Buenos Aires como el barrio gótico es el barrio medieval de Barcelona?

No. San Telmo es el barrio antiguo de Buenos Aires pero no es medieval. Colón llegó a América ya terminada la Edad Media. Ni siquiera le quedan tantas construcciones de la colonia, aunque hay muchas y sería excelente que las restauren. Lo que si es seguro es que San Telmo es un barrio de tango y es el barrio que recorría Borges y que describió Sábato y en el que se discute si nació o no el tango. Y también es seguro que el tango nació en calles con vereditas y empedrados y no en calles enrasadas y con bolardos de hierro fundido.

¿El pórfido de la Patagonia es un buen material?

Claro que lo es. Todo material natural es un lujo. Hay que usarlo en los espacios públicos o privados contemporáneos. En sitios turísticos en donde la tradición cultural sea coherente con este tipo de mampuesto que no es totalmente moderno ya que de algún modo recrea los adoquines de la tradición anglo-francesa. En Buenos Aires está bien pero si se los usa como excusa para demoler los adoquines verdaderos no está nada bien. No debe usarse en Mar del Plata por ejemplo o en sitios en donde hay una piedra propia con un color y una textura dominantes.

¿No vienen los turistas a ver un sitio tradicional?

Dicen los ingenieros de la ciudad de Buenos Aires que no logran estabilizar los adoquines cuando hacen trincheras para albergar los caños.

¿Es así?

La maestría ingenieril de las vías romanas (algunas tienen don mil años de uso), se encuentra en el diseño correcto de la sub-base. No se trata de que los ingenieros de la Ciudad de Buenos Aires no sepan (eso esperamos). Simplemente cargan los datos equivocados. Si al resolver la ecuación de costos –beneficios alguien les dijera que los adoquines son irreemplazables, investigarían y encontrarían el modo de estabilizarlos. Y si no lo tienen que consulten a los ingenieros europeos que saben hacerlo. Esa no puede ser una excusa.

Los detalles históricos cuentan su historia

Hemos dicho que la semántica urbanística que hoy conocemos, el cordón cuneta, los desagües , los caños de agua, los imbornales , la calzada, la acera, provienen de tiempos antiguos.

Y se consideraron grandes avances que se perdieron durante la Edad Media por la inestabilidad social y las constantes guerras que obligaron a las ciudades a contraerse dentro de las murallas y a sus pobladores a vivir en estrechos laberintos. Eso hizo que durante el Renacimiento (siglo XV) y durante el neoclasicismo (siglos XVIII-XIX) se tomara como modelo urbanístico la ciudad antigua regular y ordenada.

Las ciudades americanas fueron renacentistas y retomaron las pautas urbanísticas de las ciudades greco- romanas que se habían perdido en la Edad Media. Estoy hablando de inventos técnicos (los hemos visto tanto que hoy ya no nos parecen inventos) como los cordones cunetas, la diferenciación entre peatón y carruaje, los desagües y las cañerías que ya existían en las ciudades de la antigüedad y que poco a poco se fueron incorporando en las cuadrículas americanas basadas en los antiguos diseños de Hipodamos de Mileto.

Fue Napoleón a comienzos del XIX, quien para disciplinar a la revolucionaria y todavía de trama medieval París, comenzó a abrir calles rectas y adoquinadas. Era en pleno neoclasicismo y ya nuestras incipientes ciudades portuarias miraban hacia Francia. Muchas décadas más tarde y después del levantamiento de la Comuna, el prefecto de París contrató al Barón de Haussmann quien abrió plazas, calles y avenidas, hizo veredas para los peatones y calles adoquinadas para los carruajes, que no sólo embellecieron; siguiendo a Roma y a Napoleón, sirvieron para que ingresaran los ejércitos en una acción que hoy consideraríamos de barbarie ya que lo que se estaba demoliendo era una tercera parte de la trama medieval de la ciudad. Esa ciudad Haussmaniana fue otra de las fuertes influencias que tuvo Buenos Aires.

¿Todos los lugares turísticos deben lucir igual?

Los adoquines de pórfido de la Patagonia ya llegaron a la plaza de Payogasta, pueblo de rastro incaico a dos mil quinientos metros de altura en el Valle Calchaquí. La gente de Payogasta tiene milenios usando mampuestos de piedra de recolección en aparejos de gran belleza. También llegó el pórfido y los enrasados a la Plaza de Luján con su basílica que imita una iglesia gótica y que sin embargo justamente por eso es tan americana y tan decimonónica con sus veredas de grandes losas y los cordones de granito que sufren hoy el poco inteligente enrasado universal. En la Plaza de Salta arrasaron y borraron centurias de tradición de lajas amarillas de los cerros sobre los que la ciudad está fundada y que cosía todos los estilos con una marca de identidad y que la unía al Perú y Alto Perú.


¿Todos los lugares turísticos de la Argentina tendrán pórfido de la Patagonia y estarán enrasados y lucirán, pilones y bolardos?

Si las autoridades de turismo de la ciudad de Buenos Aires y de la Nación no tienen el nivel cultural como para advertir este desastre... estamos en problemas.






 


 










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