Fecha de Publicación:30/01/06 |
Fuente:GCBA |
La Ciudad tendrá una Usina de la música
El Gobierno porteño construirá la Usina de la Música
en un inmueble de alto valor patrimonial que perteneció a
la ex Compañía Italo-Argentina de Electricidad y que
está ubicado en la zona sur de la ciudad. El edificio será
sede permanente de las orquestas Sinfónica Nacional y Filarmónica
de Buenos Aires, además de contar con salas de exposiciones,
museos, salas de ensayo, conservatorios y otras áreas afines.
La semana pasada el Estado Nacional, a través
del Organismo Nacional de Administración de Bienes (ONABE),
y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires firmaron la escritura
por la transferencia de dos inmuebles ubicados entre las calles
Benito Pérez Galdós, avenida Pedro de Mendoza y Agustín
R, Caffarena, en el barrio de La Boca- está compuesto por
dos grandes naves, dos cuerpos anexos y una calle interior que articula
el edificio principal y un cuerpo longitudinal secundario. Los dos
edificios cuentan con una superficie total de 7462 y 2.187 m2 respectivamente.
El proyecto, da respuesta a un viejo déficit
del equipamiento cultural de la Ciudad, se ubica estratégicamente
en un área comprendida entre la prolongación sur del
desarrollo de Puerto Madero y el Plan de Manejo del Casco Histórico,
San Telmo y Monserrat. Su incorporación a la Ciudad contribuye
a poner en valor un área degradada próxima al centro
y promoverá nuevos desarrollos del sector privado, empalmándolos
con el Programa de Recuperación de la Ribera Sur. Además
gana para nuevos usos un edificio de alto valor patrimonial, contribuyendo
a preservar y recuperar para fines culturales un bien desactivado
del Estado.
El proyecto
Comprende dos salas de conciertos, salas de exposiciones, museos,
salas de ensayo y áreas afines al complejo. El edificio existente
acogerá una parte del programa, pero áreas externas
adyacentes permitirían alojar el emprendimiento en plenitud,
logrando una buena articulación del edificio con su entorno
mediante la creación de nuevos espacios públicos sobre
la ribera. Se ha previsto la construcción de estacionamientos
y construcciones auxiliares sobre una de estas reservas, ubicada
en la esquina de Pedro de Mendoza y Caffarena.
La nave principal, de 23 metros de ancho y 103
de largo, alojará las tres salas principales, aprovechando
su excepcional sección de 20 metros de altura: una sala para
música sinfónica de 1.600 espectadores, una sala de
cámara para 500 espectadores y una sala de ensayos para 250
músicos y coreutas. Las salas se disponen en dos grandes
volúmenes o cuerpos internos, ya que en uno de ellos se superponen
la sala de cámara y la sala de ensayos. La nave menor alojará
los accesos principales de público, el gran foyer y accesos
laterales a la sala. Este cuerpo se prolonga hacia un patio, ubicado
en la esquina de Caffarena y Pedro de Mendoza, que será uno
de los accesos de público al edificio.
El primer cuerpo anexo, paralelo a Pedro de Mendoza,
alojará en sus cinco niveles negocios, la administración
del complejo y servicios para el público. El segundo anexo
alojará circulaciones de acceso a la gran sala y las dependencias
correspondientes a los camarines de los directores de las orquestas
Sinfónica y Filarmónica, así como de los músicos
solistas. La calle abierta alojará también accesos
de público, a los que se agregan los de músicos e
instrumentos. Un cuerpo secundario, en proceso de restauración
avanzada, alojará las oficinas negocios, cafeterías
y servicios anexos al complejo, como ventas de instrumentos musicales
y partituras, luthiers, etc., así como las rampas y ascensores
de acceso de público discapacitado a las salas.
Un recorrido transversal canaliza la circulación
masiva de público unificando los dos accesos principales.
Ha sido diseñada como un sistema continuo, integrado por
seis sistemas de escaleras, tres grandes rampas y dos baterías
de tres ascensores cada una, que vinculan los cinco niveles de público.
Recupera la espacialidad original del edificio en toda su altura
y cumple con los requisitos exigidos por las normas de seguridad.
Contando la ciudad de Buenos Aires con
una sala de acústica excepcional como el Teatro Colón,
el nuevo auditorio debe inscribirse en este nivel de excelencia.
Las salas han merecido un tratamiento particularizado para su diseño,
atendiendo a sus distintos requisitos funcionales. Sus proporciones,
aislamiento de los ruidos externos, acondicionamiento acústico,
tiempo de reverberación, diseño de los podios y de
las comodidades del público han merecido la máxima
atención. Un lucernario continuo existente será acondicionado
convenientemente para proveer de luz natural a las dos salas de
público. Las mismas se comportarán como estudios de
grabación, y tendrán comodidades para la transmisión
televisiva y la filmación de sus espectáculos.
de los niveles altos. Una de estas bandejas, ubicada al mismo nivel
del Salón Dorado, ha sido diseñada como Palco de Autoridades.
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