INFORME DE LA CONSULTORA REPORTE
INMOBILIARIO
Villa Urquiza, segunda en el ranking de la construcción
A pesar de la estrepitosa caída del negocio de los ladrillos
en Buenos Aires durante 2009, el barrio insignia de la Comuna
12 se ubica detrás de Palermo en el listado de metros cuadrados
autorizados para edificar. El periodista Pablo Novillo menciona
tres claves de este boom inmobiliario: ubicación, precios
baratos y buenos servicios.
El año pasado la compraventa de viviendas en la Ciudad
fue la más baja desde 1980 y la construcción de
edificios se desbarrancó en casi toda la Capital Federal.
Pero hubo un barrio donde no se notó: en Villa Urquiza
la cantidad de metros cuadrados autorizados para edificaciones
creció un 10 por ciento y se ubicó entre los más
buscados. El dato, de la consultora Reporte Inmobiliario, toma
como base cifras oficiales de la Ciudad. En 2009 autorizaron 139.903
metros cuadrados en Villa Urquiza, que se ubicó segundo
en el ranking. El primero fue Palermo, que sumó 200.918
metros cuadrados pero tuvo una caída interanual del 42
por ciento. Además, Villa Urquiza estuvo bastante arriba
del tercero, Caballito, que con sus 112.929 metros cuadrados perdió
un 41 por ciento de superficie autorizada respecto de 2008.
Todo confirma a Villa Urquiza como uno de los barrios más
elegidos para edificar. En 2007 terminó tercero en ranking
de metros autorizados y en 2008, octavo. Y un relevamiento realizado
a mediados del año pasado había detectado 40 emprendimientos
en apenas 17 manzanas, entre Roosevelt, Alvarez Thomas, Congreso
y Triunvirato. ¿Por qué este barrio residencial
y de clase media o media alta se convirtió en la nueva
estrella del mercado? Un primer motivo es económico. José
Rozados, de Reporte Inmobiliario, explicó: “Todavía
hay lotes disponibles para construir. Por eso los precios son
más bajos que en otros lugares y la incidencia del costo
de construcción en el valor final del inmueble resulta
menor”.
Además, como el barrio tiene mejores precios que otros
cercanos se produjo un “efecto derrame”: muchos constructores
que querían invertir en Belgrano terminaron eligiendo a
Villa Urquiza por los mejores precios. Adrián Cyderboim,
titular de la inmobiliaria Crecer, aseguró: “Belgrano
está consolidado, pero Villa Urquiza empezó a desarrollarse
tras la crisis. Los precios son entre un 15 y un 20 por ciento
menores que en Belgrano. Y la tendencia de crecimiento aquí
se mantendrá”.
El tercer tema tiene que ver con los servicios y el perfil del
barrio. Villa Urquiza es una zona residencial de calidad, cercana
a la General Paz, conectada por el ferrocarril Mitre y con otro
servicio que a cualquier lugar que llega hace crecer los valores
inmobiliarios: el subte. Así como la zona de Triunvirato
y Avenida de Los Incas se revalorizó cuando en 2003 se
inauguró la estación Los Incas de la Línea
B, lo mismo se espera para cuando se termine la ampliación
que incluirá las estaciones Echeverría y Juan Manuel
de Rosas (a la altura de Monroe). Si bien las obras hoy están
casi frenadas, en el Gobierno porteño confían en
conseguir financiamiento y retomarlas este año. Claro que
este boom inmobiliario de los últimos años encareció
los precios. En 2002, el peor año, el metro cuadrado en
unidades a estrenar se cotizaba a un promedio de 700 dólares,
pero desde entonces subió sostenidamente hasta llegar a
los 1.600 del año pasado.
Pero no todas son alegrías. Así como el desarrollo
inmobiliario llevó progreso, hay vecinos disconformes con
que el barrio haya perdido parte de su perfil de casas bajas.
Otros temen que la llegada de más gente a la zona haga
colapsar los servicios y el tránsito. El barrio tiene,
además, una vieja cicatriz: la traza de la ex AU3, el sector
comprendido entre Holmberg y Donado, desde la avenida Congreso
hasta De los Incas. En los años 80, el intendente de facto
Osvaldo Cacciatore expropió las viviendas de la zona para
construir una autopista que nunca se hizo. Muchas viviendas no
fueron demolidas y terminaron usurpadas. Desde entonces es un
área degradada e insegura. La solución debería
comenzar a llegar este año, ya que la Legislatura porteña
le aprobó al Ejecutivo una ley para liberar esas casas
mediante subsidios a sus ocupantes, para luego construir edificios
de no más de 15 metros de alto.