LINEA "B" DEMORADA
¿Hay luz al final del túnel?
El Periódico El Barrio realizó un completo informe
sobre el estado de situación de la ampliación de
la Línea B. Aunque la obra civil está prácticamente
terminada, el Gobierno de la Ciudad aduce carecer del presupuesto
necesario para construir los 700 metros de túnel requeridos
por las cocheras. Descartada la inauguración del servicio
a fines de 2011.
Por Santiago Arguto
sarguto@periodicoelbarrio.com.ar
Pese a la bronca de los vecinos de Villa Urquiza, esta es la dura
realidad. Una vez más hay demoras en las obras que permitirán
que se prolongue la Línea B de subtes -que actualmente
finaliza en Av. de los Incas y Triunvirato- hasta Monroe y Triunvirato,
futura estación Juan Manuel de Rosas. El año pasado
las autoridades de Subterráneos de Buenos Aires Sociedad
del Estado (SBASE) aseguraban que las obras estarían concluidas
para el segundo semestre de 2011, pero el recorte presupuestario
que sufrió la empresa hace que la fecha de llegada del
subte a Villa Urquiza sea incierta.
Así lo explica el Ing. Pedro Antonio Vallejo, asesor de
Directorio de SBASE, en una entrevista mantenida con El Barrio
en las oficinas del Ministerio de Desarrollo Urbano. “El
presupuesto destinado a las obras en los subtes cayó a
un cuarto de lo que estaba previsto en un principio. De 447 millones
de pesos pasamos a 115 millones, por eso tenemos un 25 por ciento
de la actividad necesaria. Nos está costando un Perú
seguir con las obras. Cuando avanzás siempre hay un problema
nuevo y así no hay continuidad, es muy difícil mantener
un ritmo. No quiero dar una fecha tentativa de finalización
de las obras en Villa Urquiza, para eso deben estar avanzados
algunos trabajos que hoy están totalmente parados”,
es el crudo diagnóstico del funcionario.
La renuncia de Irigoin
A raíz del recorte presupuestario en las obras del subte
que determinó Mauricio Macri, en marzo de este año
renunció el Ing. Jorge Irigoin, quien era el presidente
de SBASE. Tras su dimisión asumió momentáneamente
la presidencia del organismo Pedro Vallejo, quien entonces era
el vicepresidente. Poco tiempo después se designó
al Ing. Luis Jahn como titular de SBASE y al Dr. Daniel Dubinsky
como vicepresidente. Vallejo permaneció como Asesor de
Directorio. Irigoin dejó su cargo enfrentado con Daniel
Chain, el ministro de Desarrollo Urbano, quien anunció
el recorte alegando “fuertes restricciones en los recursos
disponibles”.
Con respecto al monto destinado para este año, Irigoin
había declarado durante la discusión del presupuesto
en la Legislatura que en 2009 se necesitarían al menos
500 millones de pesos para mantener el ritmo de las obras del
subte. En conversación telefónica con El Barrio,Irigoin
fundamentó su renuncia: “El presupuesto aprobado
en diciembre de 2008 para este año era de 447 millones
de pesos, de los cuales 430 eran para inversiones, o sea obras,
y los otros 17 para sueldos y gastos corrientes. Durante noviembre
y diciembre el Ministerio de Desarrollo Urbano defendió
estos 447 millones, pero simultáneamente restringió
el presupuesto que ya estaba ejecutado: querían bajarlo
de 330 a 240 millones de pesos y al mismo tiempo reducir el de
2009”.
“En enero de este año comenzaron las presiones para
bajar el presupuesto de 2009 a 115 millones, lo cual significaba
parar obras que ya estaban lanzadas -agregó Irigoin-. Me
pareció que era poco serio defender un presupuesto y al
mismo tiempo tratar de bajarlo, además esto iba a generar
un costo enorme al tener que pararse las obras que ya habían
sido comenzadas. En enero me tomé una licencia de un mes
y cuando volví en marzo estuve trabajando unas semanas
y me fui. Creo que Chain es el principal responsable de lo que
esta pasando. Para mantener el ritmo de las obras lo ideal era
tener un presupuesto de 700 millones. Renuncié por no compartir
la restricción presupuestaria”.
Cuando fue consultado por esta renuncia, Vallejo le dio a El
Barrio una versión diplomática: “Jorge se
alejó por motivos personales. Las obras en el subte están
demoradas por falta de presupuesto, esto iba a suceder renunciara
o no Irigoin”. Y explicó acerca del recorte: “El
subte tiene dos ingresos: uno que está respaldado por la
Ley Nº 23.514, que establece el Fondo permanente para la
ampliación de la red de subterráneos. Esos son los
que nos permiten hacer algunas cosas ahora. La otra parte viene
de la Tesorería de la Ciudad y estos son los aportes que
se restringieron, unos 332 millones para este año. Yo sinceramente
no sé por qué se tomó esa medida”.
Ritmo reducido
A pesar de las demoras que ocasionará la reducción
presupuestaria y aunque algunas obras estén totalmente
paradas -esto sucede tanto en la Línea B como en la A y
en la H- hay otros trabajos que estaban por finalizar que sí
serán concluidos este año. “Lo que se terminará
este año son las construcciones que ya estaban muy avanzadas,
por ejemplo el túnel y la terminación de Corrientes
en la Línea H. Eso no quiere decir que entre en operación,
lo que se está terminando es la obra civil. También
se están por finalizar las vías y enlaces del sector
post Carabobo de la Línea A. En la línea B estamos
terminando el tramo C1, o sea el túnel de las dos últimas
estaciones. Tanto Echeverría como Juan Manuel de Rosas
estarían finalizadas entre setiembre y octubre, pero sólo
como obras civiles. Faltan las vías y además en
Juan Manuel de Rosas, por ser la estación terminal, hay
que construir las cocheras para estacionar los trenes, unos 700
metros de túnel. Lo cierto es que estas cocheras están
demoradas y sin ellas las dos estaciones no podrán ser
inauguradas”, afirmó Vallejo.
El actual asesor de directorio de SBASE también remarcó
que se está trabajando a un ritmo del 25 por ciento y que
esta actividad no es pareja en toda la red. “Algunas obras
están totalmente paradas, esto sucede por ejemplo en la
cochera de Nazca en la Línea A y en la cochera de Juan
Manuel de Rosas en la Línea B. En el frente sur de la Línea
H se seguirá trabajando todo el año a un ritmo bajito
(sic), haciendo obras de seguridad más que nada”,
contó el funcionario. Al ser consultado sobre una posible
fecha de finalización de las obras en Villa Urquiza, Vallejo
no quiso establecerla.
“Es posible que se pueda terminar Echeverría en
un plazo no tan largo, pero para inaugurar la última terminal
hay que estar con la cochera avanzada. Si bien hay una evidente
demora, también hay una mejora porque el proyecto original
no integraba la estación de trenes. En este momento se
está viendo cómo asociar la estación ferroviaria
de Villa Urquiza con la futura terminal de subte. También
se está analizando como integrar la zona del playón
que hay detrás del supermercado Coto para utilizarlo como
estacionamiento. El subte va a llegar hasta ahí y no hasta
el Parque Sarmiento, como se había dicho alguna vez, porque
es una zona demasiado cercana a la General Paz. No se puede seguir
extendiendo el subte si no se mejoran primero sus condiciones.
Para que concluyan las obras primero la cochera debe estar avanzada
y en este momento está totalmente detenida. Noto que los
vecinos están enojados y la verdad es que tienen razón.
Sucede que nos abrimos en varios frentes y no terminamos ninguno.
Quiero pedirles disculpas a todos los vecinos por esta situación”,
dijo Vallejo.
En mayo se conoció la noticia de que Autopistas Urbanas
S.A. (AUSA), la empresa que maneja las autopistas de la Ciudad
de Buenos Aires, deberá destinar un cinco por ciento de
sus ingresos netos por los peajes porteños para financiar
la ampliación de las líneas de subtes. Así
lo determina el artículo de una Ley que fue aprobada por
la Legislatura en segunda lectura, tras haber pasado por audiencia
pública. Esta misma Ley le otorga por 20 años a
AUSA la concesión de obra pública de la Red de Autopistas
y Vías Interconectadas de la Ciudad y Puentes de conexión
física con la Provincia de Buenos Aires. El Ing. Vallejo
comentó al respecto: “Los funcionarios de AUSA están
estimando que este año nos tendrían que pasar un
presupuesto de 12 millones, una cifra que sin lugar a dudas sirve
pero que tampoco representa demasiado”.
Las estaciones y la cochera
La empresa responsable de la construcción de las estaciones
Echeverría y Juan Manuel de Rosas, a un costo de 160 millones
de pesos, es Benito Roggio e hijos. La extensión de la
Línea B fue ejecutada sin invadir las líneas municipales,
para evitar expropiaciones de subsuelos. Entre las avenidas De
los Incas y Monroe hay una distancia de 1.600 metros, de los que
1.300 corresponden al túnel propiamente dicho y el resto
a las estaciones (unos 150 metros cada una). Entre las estaciones
Los Incas y Echeverría habrá una distancia de 750
metros, mientras que Echeverría y Juan Manuel de Rosas
estarán separadas por algo más de 500 metros. El
túnel típico, de dos vías, tiene nueve metros
de ancho por ocho de alto, aunque en determinadas secciones especiales
alcanza los 15 metros de ancho por 12 de alto. A la altura de
las estaciones la galería llega a una medida de 17 metros
de ancho por 12 de alto.
Algunos condicionantes hicieron que las dos futuras estaciones
se construyan a una importante profundidad. Exactamente a la salida
de Avenida de los Incas el túnel pasa por encima de la
tercera cloaca máxima, que viene desde Vicente López.
Más adelante debe “enterrarse” para pasar por
debajo del arroyo Vega, que viene desde Victorica, corre cien
metros por Triunvirato y se va por La Pampa. Tiene tres metros
de diámetro, está entubado y circula siete metros
debajo de la superficie. Por ese motivo hubo que pasar tres metros
bajo del arroyo por razones de seguridad. Esa es la razón
por la que estación Echeverría es muy profunda.
El nivel de andenes se encuentra a veinte metros de la superficie.
Otro problema fue que la napa freática, situada a ocho
metros debajo de la superficie, lo que demandó drenarla
durante el transcurso de la obra para que al excavar el suelo
éste se encuentre seco. Una vez finalizado el túnel,
que debe ser estanco e impermeable, la napa se restituirá
a su nivel original y no debe producir pérdida. A la altura
de Monroe el túnel debió dejar el espacio necesario
para permitir la construcción de un eventual viaducto,
como que existe en Av. del Libertador o en Av. Cabildo y Dorrego,
pero esta obra es mayoritariamente rechazada por los vecinos de
Villa Urquiza. Otra opción posible es el soterramiento
del ferrocarril. Por ello, la estación terminal se construyó
también a una gran profundidad: diecisiete metros.
Benito Roggio e hijos también ganó en 2008 la Licitación
138/08 para construir la cochera Juan Manuel de Rosas, situada
detrás de la estación del mismo nombre. SBASE había
lanzado en julio de ese año la convocatoria y los sobres
de la licitación fueron abiertos en octubre. Las empresas
que se postularon fueron Cartellone, Dycasa, Isolux/Esuco y Roggio,
la elegida. Esta es propietaria de gran parte de las acciones
de Metrovías, que tiene la concesión del subte porteño.
La nueva obra implica la construcción de una cochera de
importantes dimensiones, que contará con un túnel
de cuatro vías de 17,60 metros de ancho y en el sector
del taller un túnel de dos vías de 11,80 metros
de ancho. Abarcará unos 700 metros de largo detrás
la estación Juan Manuel de Rosas, que será la terminal
de la Línea B, para permitir el guardado de los trenes
y las tareas de mantenimiento rutinario. Actualmente estos trabajos
están siendo realizados en la cochera Rancagua, situada
en los alrededores de la estación Federico Lacroze, la
cual se encuentra desbordada últimamente. Esta licitación
contempla un pago total de 260 millones por las obras terminadas.
Demasiadas promesas
Durante la campaña electoral previa a las elecciones para
Jefe de Gobierno en 2007 Mauricio Macri prometía construir
10 kilómetros de subte por año. Sin embargo, poco
tiempo después de asumir el Jefe de Gobierno redujo su
apuesta a un total de 27 kilómetros de ampliación
en sus cuatro años de gestión.
A mediados del año pasado, Macri declaró: “El
proyecto de ampliar el subte es un viaje a la Luna por falta de
vocación y apoyo del gobierno nacional. En este contexto
de aislamiento, lamentablemente no podemos hacerlo. Los brasileños,
los chinos, los alemanes, los franceses, todos nos quieren vender
los equipos para la ampliación del subte. Pero sólo
falta que negociemos con el gobierno nacional para la obtención
de los fondos. Lo que hay que hacer es sentarse a negociar. Tenemos
que sentarnos y dialogar. Tenemos que pagar los créditos
con nuestro progreso y nuestro trabajo. Pero para eso hay que
rever las cosas”.
El Gobierno porteño contemplaba la posibilidad de obtener
un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID)
para financiar las obras, pero según funcionarios macristas
el Gobierno nacional no firmó los certificados necesarios
para conseguirlos. “El Gobierno no nos permite sentarnos
a negociar con los organismos de crédito internacionales.
Les está vedando la posibilidad a millones de porteños
de mejorar sus vidas”, decía Macri. A esta altura
del partido resulta casi imposible que el Gobierno porteño
cumpla con lo que había prometido allá por 2007.
Hoy los vecinos de Villa Urquiza, como los de Flores, Parque Patricios
y Balvanera, esperan por las estaciones que no terminan de inaugurarse.
Pero lo cierto es que las demoras en la construcción del
subte, las promesas incumplidas al respecto y los cambios en la
planificación de las obras no ocurrieron solamente durante
la gestión del gobierno de Macri. Los vecinos de Villa
Urquiza vienen sufriendo esta situación desde 1998, año
en que se anunciaba que en el mes de agosto de 1999 empezarían
las obras de ampliación del subte a Villa Urquiza. Esta
es una breve cronología de lo sucedido al respecto:
Año 1998
Hace once años, cuando se anunció oficialmente
la ampliación de la Línea B, se estimaba que las
estaciones Tronador y Los Incas estarían terminadas en
2001 y que durante el primer trimestre de 2003 comenzarían
a funcionar Echeverría y Juan Manuel de Rosas (en aquel
entonces todavía se pensaba en llamarla Villa Urquiza).
Finalmente, Tronador y Los Incas no se inauguraron en 2001 sino
en 2003.
Año 2000
Se estimaba que en 2003 se inauguraría la estación
de Monroe y Triunvirato. “Dentro de tres años, los
habitantes de Villa Urquiza que viajen regularmente al centro
ya no necesitarán tomar un colectivo hasta Chacarita para
combinar con el subte: podrán abordarlo directamente desde
la esquina de Triunvirato y Monroe y llegar al trabajo en menos
de media hora, sin despeinarse (...) Este tramo, que involucra
la apertura de dos nuevas estaciones -Tronador y Los Incas- se
encuentra avanzado y será habilitado en agosto de 2000.
En una segunda etapa se incorporará la estación
Echeverría y en el primer trimestre de 2003 quedará
por fin inaugurada la cabecera Villa Urquiza”, publicaba
en esos tiempos El Barrio, basándose en los anuncios oficiales.
Año 2001
El presidente de SBASE, Alejandro Nazar Anchorena, decía
acerca de la llegada de la Línea B a Villa Urquiza que
“ya publicamos un llamado a licitación de las obras
de las estaciones Los Incas, que va a estar en mayo del año
que viene, y Villa Urquiza, que se inaugurará a fines de
2003 o comienzos de 2004”.
Año 2005
“De acuerdo con los plazos estipulados, a mediados de 2008
la Línea B llegará hasta la intersección
de la Av. Triunvirato y Monroe”, publicaba El Barrio sobre
la base de los plazos contractuales.
Año 2007
Por ser estación terminal, Villa Urquiza necesitará
una cola de maniobras, es decir 700 metros más de túnel,
donde se estacionarán los coches durante la noche. También
resta construir la subestación eléctrica, montar
las vías y colocar las señales. “Esta etapa,
en proceso de licitación pública, puede insumir
un año más. Aspiramos iniciar los trabajos a principios
del año próximo, luego de que se adjudiquen los
nuevos contratos, e inaugurar el servicio a mediados de 2009”,
decía Edgardo Kutner, presidente de SBASE.
Año 2008
En agosto, el ingeniero Jorge Irigoin, presidente de SBASE, reconoció
públicamente que “el avance del plan de extensión
de la red dependerá de la plata que la Ciudad consiga a
través de organismos de créditos multilaterales,
del Gobierno Nacional o de financiadores privados”. Trascendió
entonces que, con viento de cola, la llegada del subte a Villa
Urquiza se produciría a fines de 2010. Sin embargo, en
octubre de ese mismo año Jorge Agote, vocero de SBASE,
le decía a El Barrio: “Esta gestión será
de cara al futuro, ya que la gente quiere ver resultados y no
tanto saber por qué se demoraron los trabajos. Necesitamos
avanzar en las obras complementarias y ponerle un punto final
a la extensión de esta línea. El túnel y
las estaciones estarán listos en setiembre de 2009, pero
la obra completa no verá la luz antes de 2011. Esa es la
fecha que manejamos, pero no queremos especificar un mes porque
los vecinos ya se desilusionaron varias veces”.
Año 2009
El asesor del Directorio de SBASE, Ing. Pedro Vallejo, dice no
saber cuándo llegará el subte a Villa Urquiza. “Las
obras están totalmente paradas”, reconoció.
Sólo queda esperar. Sin dudas, los vecinos de Villa Urquiza
están decepcionados porque sigue sin terminarse una obra
que inicialmente contaba con la posibilidad de ser concluida en
2003. Hoy, seis años después, ni siquiera existe
la certeza de que el servicio pueda inaugurarse en 2011, o sea
ocho años más tarde de lo que se estimaba en un
principio. El anuncio de la llegada del subte al barrio hizo que
subieran los precios de las propiedades y los alquileres, tanto
de viviendas como de locales comerciales. Sin embargo, el subte
está todavía lejos de Villa Urquiza.