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Buenos Aires, Argentina /
Fecha de Publicación:12/06/09  

Funciones de la nota


LINEA "B" DEMORADA

¿Hay luz al final del túnel?

El Periódico El Barrio realizó un completo informe sobre el estado de situación de la ampliación de la Línea B. Aunque la obra civil está prácticamente terminada, el Gobierno de la Ciudad aduce carecer del presupuesto necesario para construir los 700 metros de túnel requeridos por las cocheras. Descartada la inauguración del servicio a fines de 2011.

 

Por Santiago Arguto
sarguto@periodicoelbarrio.com.ar


Pese a la bronca de los vecinos de Villa Urquiza, esta es la dura realidad. Una vez más hay demoras en las obras que permitirán que se prolongue la Línea B de subtes -que actualmente finaliza en Av. de los Incas y Triunvirato- hasta Monroe y Triunvirato, futura estación Juan Manuel de Rosas. El año pasado las autoridades de Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado (SBASE) aseguraban que las obras estarían concluidas para el segundo semestre de 2011, pero el recorte presupuestario que sufrió la empresa hace que la fecha de llegada del subte a Villa Urquiza sea incierta.

Así lo explica el Ing. Pedro Antonio Vallejo, asesor de Directorio de SBASE, en una entrevista mantenida con El Barrio en las oficinas del Ministerio de Desarrollo Urbano. “El presupuesto destinado a las obras en los subtes cayó a un cuarto de lo que estaba previsto en un principio. De 447 millones de pesos pasamos a 115 millones, por eso tenemos un 25 por ciento de la actividad necesaria. Nos está costando un Perú seguir con las obras. Cuando avanzás siempre hay un problema nuevo y así no hay continuidad, es muy difícil mantener un ritmo. No quiero dar una fecha tentativa de finalización de las obras en Villa Urquiza, para eso deben estar avanzados algunos trabajos que hoy están totalmente parados”, es el crudo diagnóstico del funcionario.

La renuncia de Irigoin

A raíz del recorte presupuestario en las obras del subte que determinó Mauricio Macri, en marzo de este año renunció el Ing. Jorge Irigoin, quien era el presidente de SBASE. Tras su dimisión asumió momentáneamente la presidencia del organismo Pedro Vallejo, quien entonces era el vicepresidente. Poco tiempo después se designó al Ing. Luis Jahn como titular de SBASE y al Dr. Daniel Dubinsky como vicepresidente. Vallejo permaneció como Asesor de Directorio. Irigoin dejó su cargo enfrentado con Daniel Chain, el ministro de Desarrollo Urbano, quien anunció el recorte alegando “fuertes restricciones en los recursos disponibles”.

Con respecto al monto destinado para este año, Irigoin había declarado durante la discusión del presupuesto en la Legislatura que en 2009 se necesitarían al menos 500 millones de pesos para mantener el ritmo de las obras del subte. En conversación telefónica con El Barrio,Irigoin fundamentó su renuncia: “El presupuesto aprobado en diciembre de 2008 para este año era de 447 millones de pesos, de los cuales 430 eran para inversiones, o sea obras, y los otros 17 para sueldos y gastos corrientes. Durante noviembre y diciembre el Ministerio de Desarrollo Urbano defendió estos 447 millones, pero simultáneamente restringió el presupuesto que ya estaba ejecutado: querían bajarlo de 330 a 240 millones de pesos y al mismo tiempo reducir el de 2009”.

“En enero de este año comenzaron las presiones para bajar el presupuesto de 2009 a 115 millones, lo cual significaba parar obras que ya estaban lanzadas -agregó Irigoin-. Me pareció que era poco serio defender un presupuesto y al mismo tiempo tratar de bajarlo, además esto iba a generar un costo enorme al tener que pararse las obras que ya habían sido comenzadas. En enero me tomé una licencia de un mes y cuando volví en marzo estuve trabajando unas semanas y me fui. Creo que Chain es el principal responsable de lo que esta pasando. Para mantener el ritmo de las obras lo ideal era tener un presupuesto de 700 millones. Renuncié por no compartir la restricción presupuestaria”.

Cuando fue consultado por esta renuncia, Vallejo le dio a El Barrio una versión diplomática: “Jorge se alejó por motivos personales. Las obras en el subte están demoradas por falta de presupuesto, esto iba a suceder renunciara o no Irigoin”. Y explicó acerca del recorte: “El subte tiene dos ingresos: uno que está respaldado por la Ley Nº 23.514, que establece el Fondo permanente para la ampliación de la red de subterráneos. Esos son los que nos permiten hacer algunas cosas ahora. La otra parte viene de la Tesorería de la Ciudad y estos son los aportes que se restringieron, unos 332 millones para este año. Yo sinceramente no sé por qué se tomó esa medida”.

Ritmo reducido

A pesar de las demoras que ocasionará la reducción presupuestaria y aunque algunas obras estén totalmente paradas -esto sucede tanto en la Línea B como en la A y en la H- hay otros trabajos que estaban por finalizar que sí serán concluidos este año. “Lo que se terminará este año son las construcciones que ya estaban muy avanzadas, por ejemplo el túnel y la terminación de Corrientes en la Línea H. Eso no quiere decir que entre en operación, lo que se está terminando es la obra civil. También se están por finalizar las vías y enlaces del sector post Carabobo de la Línea A. En la línea B estamos terminando el tramo C1, o sea el túnel de las dos últimas estaciones. Tanto Echeverría como Juan Manuel de Rosas estarían finalizadas entre setiembre y octubre, pero sólo como obras civiles. Faltan las vías y además en Juan Manuel de Rosas, por ser la estación terminal, hay que construir las cocheras para estacionar los trenes, unos 700 metros de túnel. Lo cierto es que estas cocheras están demoradas y sin ellas las dos estaciones no podrán ser inauguradas”, afirmó Vallejo.

El actual asesor de directorio de SBASE también remarcó que se está trabajando a un ritmo del 25 por ciento y que esta actividad no es pareja en toda la red. “Algunas obras están totalmente paradas, esto sucede por ejemplo en la cochera de Nazca en la Línea A y en la cochera de Juan Manuel de Rosas en la Línea B. En el frente sur de la Línea H se seguirá trabajando todo el año a un ritmo bajito (sic), haciendo obras de seguridad más que nada”, contó el funcionario. Al ser consultado sobre una posible fecha de finalización de las obras en Villa Urquiza, Vallejo no quiso establecerla.

“Es posible que se pueda terminar Echeverría en un plazo no tan largo, pero para inaugurar la última terminal hay que estar con la cochera avanzada. Si bien hay una evidente demora, también hay una mejora porque el proyecto original no integraba la estación de trenes. En este momento se está viendo cómo asociar la estación ferroviaria de Villa Urquiza con la futura terminal de subte. También se está analizando como integrar la zona del playón que hay detrás del supermercado Coto para utilizarlo como estacionamiento. El subte va a llegar hasta ahí y no hasta el Parque Sarmiento, como se había dicho alguna vez, porque es una zona demasiado cercana a la General Paz. No se puede seguir extendiendo el subte si no se mejoran primero sus condiciones. Para que concluyan las obras primero la cochera debe estar avanzada y en este momento está totalmente detenida. Noto que los vecinos están enojados y la verdad es que tienen razón. Sucede que nos abrimos en varios frentes y no terminamos ninguno. Quiero pedirles disculpas a todos los vecinos por esta situación”, dijo Vallejo.

En mayo se conoció la noticia de que Autopistas Urbanas S.A. (AUSA), la empresa que maneja las autopistas de la Ciudad de Buenos Aires, deberá destinar un cinco por ciento de sus ingresos netos por los peajes porteños para financiar la ampliación de las líneas de subtes. Así lo determina el artículo de una Ley que fue aprobada por la Legislatura en segunda lectura, tras haber pasado por audiencia pública. Esta misma Ley le otorga por 20 años a AUSA la concesión de obra pública de la Red de Autopistas y Vías Interconectadas de la Ciudad y Puentes de conexión física con la Provincia de Buenos Aires. El Ing. Vallejo comentó al respecto: “Los funcionarios de AUSA están estimando que este año nos tendrían que pasar un presupuesto de 12 millones, una cifra que sin lugar a dudas sirve pero que tampoco representa demasiado”.

Las estaciones y la cochera

La empresa responsable de la construcción de las estaciones Echeverría y Juan Manuel de Rosas, a un costo de 160 millones de pesos, es Benito Roggio e hijos. La extensión de la Línea B fue ejecutada sin invadir las líneas municipales, para evitar expropiaciones de subsuelos. Entre las avenidas De los Incas y Monroe hay una distancia de 1.600 metros, de los que 1.300 corresponden al túnel propiamente dicho y el resto a las estaciones (unos 150 metros cada una). Entre las estaciones Los Incas y Echeverría habrá una distancia de 750 metros, mientras que Echeverría y Juan Manuel de Rosas estarán separadas por algo más de 500 metros. El túnel típico, de dos vías, tiene nueve metros de ancho por ocho de alto, aunque en determinadas secciones especiales alcanza los 15 metros de ancho por 12 de alto. A la altura de las estaciones la galería llega a una medida de 17 metros de ancho por 12 de alto.

Algunos condicionantes hicieron que las dos futuras estaciones se construyan a una importante profundidad. Exactamente a la salida de Avenida de los Incas el túnel pasa por encima de la tercera cloaca máxima, que viene desde Vicente López. Más adelante debe “enterrarse” para pasar por debajo del arroyo Vega, que viene desde Victorica, corre cien metros por Triunvirato y se va por La Pampa. Tiene tres metros de diámetro, está entubado y circula siete metros debajo de la superficie. Por ese motivo hubo que pasar tres metros bajo del arroyo por razones de seguridad. Esa es la razón por la que estación Echeverría es muy profunda. El nivel de andenes se encuentra a veinte metros de la superficie.

Otro problema fue que la napa freática, situada a ocho metros debajo de la superficie, lo que demandó drenarla durante el transcurso de la obra para que al excavar el suelo éste se encuentre seco. Una vez finalizado el túnel, que debe ser estanco e impermeable, la napa se restituirá a su nivel original y no debe producir pérdida. A la altura de Monroe el túnel debió dejar el espacio necesario para permitir la construcción de un eventual viaducto, como que existe en Av. del Libertador o en Av. Cabildo y Dorrego, pero esta obra es mayoritariamente rechazada por los vecinos de Villa Urquiza. Otra opción posible es el soterramiento del ferrocarril. Por ello, la estación terminal se construyó también a una gran profundidad: diecisiete metros.

Benito Roggio e hijos también ganó en 2008 la Licitación 138/08 para construir la cochera Juan Manuel de Rosas, situada detrás de la estación del mismo nombre. SBASE había lanzado en julio de ese año la convocatoria y los sobres de la licitación fueron abiertos en octubre. Las empresas que se postularon fueron Cartellone, Dycasa, Isolux/Esuco y Roggio, la elegida. Esta es propietaria de gran parte de las acciones de Metrovías, que tiene la concesión del subte porteño.

La nueva obra implica la construcción de una cochera de importantes dimensiones, que contará con un túnel de cuatro vías de 17,60 metros de ancho y en el sector del taller un túnel de dos vías de 11,80 metros de ancho. Abarcará unos 700 metros de largo detrás la estación Juan Manuel de Rosas, que será la terminal de la Línea B, para permitir el guardado de los trenes y las tareas de mantenimiento rutinario. Actualmente estos trabajos están siendo realizados en la cochera Rancagua, situada en los alrededores de la estación Federico Lacroze, la cual se encuentra desbordada últimamente. Esta licitación contempla un pago total de 260 millones por las obras terminadas.

Demasiadas promesas

Durante la campaña electoral previa a las elecciones para Jefe de Gobierno en 2007 Mauricio Macri prometía construir 10 kilómetros de subte por año. Sin embargo, poco tiempo después de asumir el Jefe de Gobierno redujo su apuesta a un total de 27 kilómetros de ampliación en sus cuatro años de gestión.

A mediados del año pasado, Macri declaró: “El proyecto de ampliar el subte es un viaje a la Luna por falta de vocación y apoyo del gobierno nacional. En este contexto de aislamiento, lamentablemente no podemos hacerlo. Los brasileños, los chinos, los alemanes, los franceses, todos nos quieren vender los equipos para la ampliación del subte. Pero sólo falta que negociemos con el gobierno nacional para la obtención de los fondos. Lo que hay que hacer es sentarse a negociar. Tenemos que sentarnos y dialogar. Tenemos que pagar los créditos con nuestro progreso y nuestro trabajo. Pero para eso hay que rever las cosas”.

El Gobierno porteño contemplaba la posibilidad de obtener un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para financiar las obras, pero según funcionarios macristas el Gobierno nacional no firmó los certificados necesarios para conseguirlos. “El Gobierno no nos permite sentarnos a negociar con los organismos de crédito internacionales. Les está vedando la posibilidad a millones de porteños de mejorar sus vidas”, decía Macri. A esta altura del partido resulta casi imposible que el Gobierno porteño cumpla con lo que había prometido allá por 2007. Hoy los vecinos de Villa Urquiza, como los de Flores, Parque Patricios y Balvanera, esperan por las estaciones que no terminan de inaugurarse.

Pero lo cierto es que las demoras en la construcción del subte, las promesas incumplidas al respecto y los cambios en la planificación de las obras no ocurrieron solamente durante la gestión del gobierno de Macri. Los vecinos de Villa Urquiza vienen sufriendo esta situación desde 1998, año en que se anunciaba que en el mes de agosto de 1999 empezarían las obras de ampliación del subte a Villa Urquiza. Esta es una breve cronología de lo sucedido al respecto:

Año 1998

Hace once años, cuando se anunció oficialmente la ampliación de la Línea B, se estimaba que las estaciones Tronador y Los Incas estarían terminadas en 2001 y que durante el primer trimestre de 2003 comenzarían a funcionar Echeverría y Juan Manuel de Rosas (en aquel entonces todavía se pensaba en llamarla Villa Urquiza). Finalmente, Tronador y Los Incas no se inauguraron en 2001 sino en 2003.

Año 2000

Se estimaba que en 2003 se inauguraría la estación de Monroe y Triunvirato. “Dentro de tres años, los habitantes de Villa Urquiza que viajen regularmente al centro ya no necesitarán tomar un colectivo hasta Chacarita para combinar con el subte: podrán abordarlo directamente desde la esquina de Triunvirato y Monroe y llegar al trabajo en menos de media hora, sin despeinarse (...) Este tramo, que involucra la apertura de dos nuevas estaciones -Tronador y Los Incas- se encuentra avanzado y será habilitado en agosto de 2000. En una segunda etapa se incorporará la estación Echeverría y en el primer trimestre de 2003 quedará por fin inaugurada la cabecera Villa Urquiza”, publicaba en esos tiempos El Barrio, basándose en los anuncios oficiales.

Año 2001

El presidente de SBASE, Alejandro Nazar Anchorena, decía acerca de la llegada de la Línea B a Villa Urquiza que “ya publicamos un llamado a licitación de las obras de las estaciones Los Incas, que va a estar en mayo del año que viene, y Villa Urquiza, que se inaugurará a fines de 2003 o comienzos de 2004”.

Año 2005

“De acuerdo con los plazos estipulados, a mediados de 2008 la Línea B llegará hasta la intersección de la Av. Triunvirato y Monroe”, publicaba El Barrio sobre la base de los plazos contractuales.

Año 2007

Por ser estación terminal, Villa Urquiza necesitará una cola de maniobras, es decir 700 metros más de túnel, donde se estacionarán los coches durante la noche. También resta construir la subestación eléctrica, montar las vías y colocar las señales. “Esta etapa, en proceso de licitación pública, puede insumir un año más. Aspiramos iniciar los trabajos a principios del año próximo, luego de que se adjudiquen los nuevos contratos, e inaugurar el servicio a mediados de 2009”, decía Edgardo Kutner, presidente de SBASE.

Año 2008

En agosto, el ingeniero Jorge Irigoin, presidente de SBASE, reconoció públicamente que “el avance del plan de extensión de la red dependerá de la plata que la Ciudad consiga a través de organismos de créditos multilaterales, del Gobierno Nacional o de financiadores privados”. Trascendió entonces que, con viento de cola, la llegada del subte a Villa Urquiza se produciría a fines de 2010. Sin embargo, en octubre de ese mismo año Jorge Agote, vocero de SBASE, le decía a El Barrio: “Esta gestión será de cara al futuro, ya que la gente quiere ver resultados y no tanto saber por qué se demoraron los trabajos. Necesitamos avanzar en las obras complementarias y ponerle un punto final a la extensión de esta línea. El túnel y las estaciones estarán listos en setiembre de 2009, pero la obra completa no verá la luz antes de 2011. Esa es la fecha que manejamos, pero no queremos especificar un mes porque los vecinos ya se desilusionaron varias veces”.

Año 2009

El asesor del Directorio de SBASE, Ing. Pedro Vallejo, dice no saber cuándo llegará el subte a Villa Urquiza. “Las obras están totalmente paradas”, reconoció.

Sólo queda esperar. Sin dudas, los vecinos de Villa Urquiza están decepcionados porque sigue sin terminarse una obra que inicialmente contaba con la posibilidad de ser concluida en 2003. Hoy, seis años después, ni siquiera existe la certeza de que el servicio pueda inaugurarse en 2011, o sea ocho años más tarde de lo que se estimaba en un principio. El anuncio de la llegada del subte al barrio hizo que subieran los precios de las propiedades y los alquileres, tanto de viviendas como de locales comerciales. Sin embargo, el subte está todavía lejos de Villa Urquiza.






 


 








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