COMUNA 13
La Salud y la gente en situación
de calle
Informe que describe un trabajo de campo realizado por profesionales
voluntarios que participan de la "Olla de Barrancas de Belgrano".
¿Por qué la gente en situación de calle
está marginada, abandona, sumergida, negada, excluida?
En primer lugar porque hay un estado ausente que no tiene reales
políticas públicas de contención e inclusión.
En segundo lugar porque hay una gran parte de la sociedad que se
muestra indiferente ante la pobreza; que se acostumbró a
ella como si fuera algo natural e inevitable.
Pero no todo es desafecto. Otra parte de la sociedad, reaccionó
ante esta situación de marginalidad a través de
una movida solidaria. Vecinos e Instituciones de Belgrano tomaron
la decisión de dar apoyo y contención a estas familias
y particulares que estaban necesitando no caer en la desesperación
para poder subsistir.
A mediados de 2002 aparecieron grupos en las Barrancas de Belgrano,
llevando ollas con guisos calientes, pan, jugos, postres y con
vajilla descartable y se dispusieron a servir una cena, como una
muestra de apoyo moral, más que como una forma de combatir
el hambre
Carlos Durañona, fue integrante de la Asamblea del Bajo
Belgrano hasta 2002. A partir de ese año comenzó
su actividad solidaria para ocuparse íntegramente a la
coordinación del Comedor Comunitario con la olla de los
jueves.
Un grupo cocina en el playón de Virrey Vértiz y
Sucre, pegado a las vías del ferrocarril. Tres grupos sirven
la cena debajo del Gomero y hay otro que lo hace al lado de la
Glorieta. Los días de lluvia, la comida se sirve en la
glorieta.
Pero dar de comer no es la única actividad. Otro grupo
se encarga de repartir ropa, medicamentos. Se realizan charlas
sobre temas médicos y se brinda apoyo escolar.
Entre los que reciben asistencia en los Comedores de las Barrancas,
hay gente que aún conserva sus casas, pero que cayeron
en la pobreza extrema y necesitan que alguien los contenga, les
brinde afecto. Buscan en el comedor un lugar de encuentro entre
iguales en la desgracia.
Los que están en peor situación son los que no
tienen un techo. Es gente que duerme en las plazas, en estaciones
ferroviarias, o en todo hueco que los proteja del frío
o la lluvia. En las plazas de Barrancas hay alrededor de treinta
las personas que pasan las noches, expuestos al rocío,
al frío y sobre todo, a la indiferencia de muchos vecinos
y autoridades que los han incorporado al paisaje del barrio.
Los comedores se sostienen gracias a la solidaridad de muchos
vecinos e instituciones de éste y otros barrios de la Ciudad,
con donaciones de alimentos, ropas, medicamentos, atención
médica y psicológica.
A partir de la tarea como voluntarios en la olla de Barrancas de
Belgrano desarrollada por la licenciada Patricia Frankel, (Kinesióloga,
Terapeuta Corporal) y por el licenciado Alfredo Schwarcz, (Psicólogo,
Gerontólogo); tomaron contacto con la precaria situación
de salud de las personas en situación de calle que asisten
a la misma, y elaboraron el siguiente informe:
Caso 1
Un día, llegamos a la olla y nos encontramos con Maxi de
16 años con fuertes retorcijones de panza y vomitando. Ahí
nos enteramos que hace 1 mes que estaba con vómitos. Llamamos
al SAME y lo llevaron en ambulancia al Pirovano. Llegamos unos minutos
más tarde y estaba muy dolorido, asustado, acostado sobre
una camilla. La guardia estaba llena de pacientes, nadie nos explicaba
que tenía Maxi y el único trato por parte de la enfermera
presente, era el de echar a los acompañantes. De repente
vienen, le sacan sangre que nosotros tenemos que llevar al laboratorio
y le ponen suero porque estaba deshidratado. Nos dicen que no podemos
quedarnos en la guardia y que en una hora busquemos el resultado
del análisis en el laboratorio. Cuando volvemos con los análisis
Maxi se había escapado de la guardia.
Caso 2
Llega Daniela a la olla con broncoespasmo. Dice que está
pasando las noches en la terminal de ómnibus de Retiro y
el aire acondicionado es tan fuerte que le produce broncoespasmo.
Se va directamente al hospital para sacar un turno para que la atiendan
y de paso tiene donde pasar la noche. Cuando la vemos, días
después, está más aliviada, pero el remedio
que le dieron se le estaba terminando y no tenía plata para
seguir el tratamiento.
Caso 3
La observamos a Marcela embarazada con retorcijones en la panza,
temblando como una hoja, y con broncoespasmo. Llamamos al SAME y
la llevan al Pirovano, la acompaña su pareja en la ambulancia.
Cuando llegamos a la guardia la estaban nebulizando, un poco más
tranquila pero todavía temblando. Me quedo un rato con ella
intentando tranquilizarla y le pregunto por su familia, me hace
señas extrañas que no logro comprender hasta que dejando
la nebulización me cuenta que el día anterior habían
matado de un balazo a su hijo de 7 años. Horrorizada salgo
a corroborar ese relato con su pareja quien lo confirma.
Como el trato de los médicos y enfermeros es muy rudo e impersonal
(porque están desbordados) me acerqué a una médica
le conté rápidamente el drama que Marcela estaba pasando
y efectivamente cambió su actitud hacia ella.
Caso 4
Francisco sufre un accidente muy grave a principios de enero. Se
fractura el cráneo, lo operan de urgencia y está más
de 2 meses en terapia intensiva sin que nadie supiera como se llamaba
ni ningún dato personal de él. Cuando se conectan
del hospital con la olla, a través del teléfono que
Francisco tenía, lo vamos a ver y está irreconocible.
Apenas en el Hospital Pirovano se enteran que alguien lo visita,
quieren que nos hagamos cargo y que lo saquemos del hospital, cuando
todavía no podía caminar porque tenía fractura
de rotula y nadie se ocupaba de su pierna.
Haciendo bastante presión conseguimos que lo operen de la
rodilla. En el ínterin tuvimos algunas conversaciones con
una enfermera que deberíamos haber denunciado al INADI por
el grado de racismo y prejuicio que manifestaba. No lo hicimos porque
teníamos miedo de las represalias contra el paciente. Francisco
entró al hospital sin documentos y 4 meses después
salió del hospital sin documentos. Nadie se ocupó
de ello.
Observaciones:
1- El miedo al mal trato que tienen las personas en situación
de calle cuando ingresan al hospital
2- Falta de personal que reciba y contenga a pacientes y familiares
cuando llegan a la guardia.
3- Falta de información y mal manejo de la comunicación
en el campo de la salud (entre los profesionales y el paciente y
sus familiares, entre los profesionales entre sí)
4- El marcado deterioro de la salud dental con sus múltiples
consecuencias:
-foco de infección
-dificultades en la alimentación
-rechazo social
-observamos una relación directamente proporcional entre
pobreza y falta de dientes
5- Falta de continuidad y seguimiento de los pacientes cuando son
ambulatorios, (muchos tratamientos se interrumpen por que no tienen
acceso a la medicación)
6- Falta de una política de educación en salud que
apunte a la promoción y a la prevención.