AGRONOMÍA
Y VILLA PUEYRREDÓN
La calidad de vida no se mancha
El 28 de abril, unos 50 vecinos del grupo "Salvemos al Barrio",
concurrió a la reunión que se realizó en la
Legislatura porteña para defender el cambio de zonificación
que frene la construcción indiscriminada de edificios.
Allí los vecinos pudieron expresar su posición como
así también pudieron hacerlo las constructoras y/o
inmobiliarias que se hicieron presentes.
A través de un comunicado, la gente de "Salvemos al
barrio" hizo saber que "los asesores de los bloques Frente
para la Victoria, Diálogo por Buenos Aires y Coalición
Cívica se manifestaron de acuerdo a nuestro reclamo, algunos
con salvedades no coincidiendo estrictamente con nuestra petición,
pero si todos afirmando la necesidad de reveer la situación
en la zona. Estamos a la espera del pronunciamiento a favor o en
contra del bloque del PRO, que no ha manifestado su opinión".
El cambio de zonificación fue presentando por los vecinos,
para eso lograron juntar a la fecha 2700 firmas. El reclamo incluía,
junto con el pedido de modificación del Código de
Planeamiento Urbano, la "suspensión inmediata de los
permisos de obra" y hacía énfasis en las irregularidades
observadas en las construcciones.
El 22 de marzo de ese año, el reclamo llegó a la
Comisión que preside la diputada del Frente para la Victoria,
Silvina Pedreira. Fue la misma Pedreira, junto a la directora
Bárbara Rossen, quien se hizo eco del reclamo vecinal y,
tras verificar el alcance del problema, el 1 de abril presentó
un proyecto de ley que propone la modificación del Código
con el objetivo de preservar el barrio.
En el texto del proyecto se describía el "paisaje
urbano atractivo" que caracteriza a la zona, recalcando que
"si bien no amerita su afectación a un distrito de
arquitectura especial", sí se podía alcanzar
la modificación de la norma. Además, se hacía
énfasis en la morfología del barrio y en la "existencia
de numerosos pasajes".
El martes 28 de abril unos 50 habitantes de la zona se hicieron
presentes durante la reunión de asesores de la Comisión
que trató el proyecto, de la cual también participaron
representantes de las empresas constructoras. Tras una discusión
de varias horas, los asesores de los legisladores del bloque PRO,
mayoría en la Comisión, decidieron no pronunciarse
a pesar de que estarían de acuerdo con que la zona amerita
una legislación especial, a la espera de una indicación
desde el Ejecutivo. Mientras tanto, todos los demás bloques
se volcaron en favor de la propuesta.
A partir de esa medida el reclamo se encuentra estancado. Entre
los asambleístas se hace patente la sensación de
que las prioridades del Gobierno se alinean más con las
constructoras que con su planteo. La presentación de la
solicitud directamente ante el Ejecutivo, en la cual también
se reclama la intervención de los organismos encargados
de controlar las obras, tampoco genera muchas esperanzas de respuesta
Para los vecinos la velocidad con que se resuelva la cuestión
es la mayor prioridad. Cada retraso significa un nuevo edificio,
y con cada edificio es menos lo que queda de ese barrio de casas
bajas en una zona de pasajes sobre catorce cuadras de la Avenida
Del Carril.
Fuente: Noticias Urbanas