Fecha de Publicación:29/11/06 |
Redacción ParqueChasweb |
CONTRA LA CONSTRUCCION INDISCRIMINADA
"Se impone una planificación urbana,
que respete las características
de cada barrio"
ParqueChasWeb entrevisto al Doctor Marcelo Capelluto, Procurador
y Docente Universitario en las Materias "Derecho Ambiental"
"Régimen Jurídico de los Residuos Peligrosos"
y "Régimen Jurídico de los Recursos Naturales"
de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Buenos Aires
(UBA). También es Profesor Adjunto en las Facultades de Derecho
de las Universidades Uces- UNLZ- Uflo y el Instituto Universitario
de la Policía Federal Argentina.
Por Fernando Belvedere
fbelvedere@parquechasweb.com.ar
Después de que el Jefe de Gobierno porteño firmara el
decreto que suspende por 90 días nuevos permisos para construir
edificios, se alzaron voces en contra y a favor de esta medida. Los
vecinos reclaman audiencias públicas, porque es imprescindible
la participación para armar un proyecto viable de ciudad.
Las empresas constructuras dicen que el decreto de Telerman trae inseguridad
jurídica, frena el crecimiento de la ciudad e impide crear
fuentes de trabajo.
ParqueChasweb buscó una voz autorizada en el tema, y se contactó
con el Doctor Marcelo Capelluto, abogado ambientalista y vecino de
Parque Chas.
-Doctor, ¿Está de acuerdo con el decreto de Telerman
de frenar los permisos de obras por 90 días?
-Es bueno haber frenado los nuevos permisos para construir por 90
días, y cabe señalar que no se afectaron derechos adquiridos
por las constructoras, dado que esos permisos nunca se otorgaron.
No se está en contra del progreso y de la construcción
de viviendas, actividad generadora de puestos de trabajo y pilar de
la recuperación económica, pero sí se impone
una planificación urbana, es decir un ordenamiento territorial
que respete las características de cada barrio, sin llegar
a vedar las modificaciones que normalmente pretende realizar cada
propietario dentro de su vivienda, cumpliendo siempre con la normativa
existente.
Un crecimiento sin tener en cuenta al Ambiente, hace más corta
la vida del hombre, y el daño al Ambiente genera perjuicios
a su salud, como ser la propagación de enfermedades.
El crecimiento es bueno, e incluso es considerado como un requisito
para una política Ambiental de éxito, pero teniendo
al vecino como centro de las preocupaciones por parte del Gobierno
de la Ciudad de Buenos Aires.
-En declaraciones al diario Clarín,
el subsecretario de Planeamiento, Mario Sabugo, declaró que
"El problema no es de infraestructura, si alguna zona tiene
poca presión o le falta el gas, habrá que revisar
puntualmente cada caso. Echarle la culpa a la edificación,
que está permitida dentro de la normativa actual, es hacer
terrorismo urbano", ¿Qué opina de estas expresiones?
-La problemática actual no surge de una planificación,
sino surge de una especulación constructora e inmobiliaria,
que están cercando a los barrios de casas bajas con la construcción
de torres y edificios, atentando contra la fisonomía de los
barrios, y su patrimonio histórico y cultural.
No hay evaluaciones de impacto ambiental serias, dado que es imposible
que se hayan otorgado tantos permisos en el norte de la Ciudad en
tan poco tiempo, sin tener en cuenta a la población residente,
es decir al vecino.
El impacto ambiental de las nuevas construcciones es desastroso;
se derrumban casas típicas con jardines para levantar edificios
gigantescos que perjudican a las construcciones bajas existentes,
tapando el sol, invadiendo la privacidad, y desde ya generando problemas
en la infraestructura de servicios, ya sea primero la escasez y
luego colapso de servicios públicos esenciales como ser agua,
cloacas, el sistema pluvial, luz, gas, problemas de saneamiento
ambiental dada especialmente con la generación de mayores
cantidades de residuos, el deterioro del suelo, mayor circulación
de vehículos que ocasionaría mayor polución
ambiental y contaminación visual y sonora, todo ello afectando
la calidad de vida de los residentes porteños.
No es terrorismo urbano, defender nuestro hábitat, y desde
ya quién otorgue estos permisos debe responder judicialmente
por los daños y perjuicios que se pudiesen ocasionar. Recientemente
el Juez Juan Cataldo hizo lugar a una acción de amparo presentada
por vecinos que se oponen a la construcción de un edificio
de 9 pisos en la calle El Salvador al 6000 del barrio de Palermo,
ordenándole al Gobierno de la Ciudad que no otorgue permisos
a las obras que no se adecuen a la fisonomía tradicional
del barrio.
La Jueza Alejandra Petrella le impidió a la Ciudad otorgar
nuevos permisos en 16 manzanas del barrio de Caballito, entre las
calles Paysandú, Arengreen, Martín de Gainza, y Gaona.
Los jueces se están pronunciando a favor del vecino, ahora
le toca a los otros poderes del Estado.
-¿Qué normativa sobre este tema debería contener
el Plan Urbano Ambiental (PUA)?
-No soy arquitecto, soy abogado, y creo que se hace necesario un
serio debate para analizar como debe ser nuestra Ciudad de Buenos
Aires, con audiencias públicas vinculantes, donde puedan
participar los inversionistas, las cámaras constructoras
e inmobiliarias, los legisladores, las autoridades del Ejecutivo
de la Ciudad y desde ya fundamentalmente quienes vivimos en esta
ciudad, es decir sus vecinos, y luego esto quede reflejado en el
proyecto del nuevo "Plan Urbano Ambiental"-donde se contempla
el código de planeamiento y el de edificación- que
el Ejecutivo porteño debe enviar a la Legislatura para su
tratamiento.
-Usted expresó que hay que concientizar a los legisladores
del problema, ¿Quién se debería ocupar de esta
tarea?
-Sólo se puede concientizar a los legisladores si participan
junto a los vecinos en los foros de discusión vecinal, con
participación de ONGs y asociaciones civiles, que aglutinen
los pedidos de los vecinos, y así los representantes se hagan
eco de las necesidades de sus representados.
-¿Cómo se combate la presión de las empresas
constructoras?
-Las autoridades deben impulsar y endurecer la fiscalización
y control de las obras empezadas, y sancionar con importes pecuniariamente
importantes a aquellas constructoras que se aparten de las leyes,
mientan o adulteren los estudios ambientales presentados, para evitar
daños ambientales posteriores, dado que cuando se produce
un daño es muy difícil volver las cosas al estado
anterior.
El Estado debe regular los intereses del vecino y el de los inversores,
para que no se superpongan entre sí, afectando seriamente
a una de las partes, y esto es a través del Plan Urbano Ambiental,
que la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires establece como marco en el artículo 27, donde dice:
"La Ciudad desarrolla en forma indelegable una política
de planeamiento y gestión del ambiente urbano integrada a
las políticas de desarrollo económico, social y cultural".
Este mismo artículo promueve la preservación y restauración
del patrimonio natural, urbanístico, arquitectónico,
y de la calidad visual y sonora, la regulación de los usos
del suelo, la localización de las construcciones, las condiciones
de habitabilidad y seguridad de todo espacio urbano, sea este público
o privado, entre otros tópicos.
Estas políticas constituyen los ejes del Derecho de Desarrollo
Sustentable, es decir el económico, el sociocultural y el
ecológico o Ambiental. El Derecho de Desarrollo Sustentable
significa satisfacer nuestras necesidades presentes pero sin comprometer
a las generaciones futuras.
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Edificio consumado en Parque Chas. |