Fecha de Publicación:04/11/05 |
Fuente:Propia /web de la escuela
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La "Petro"
cumplió 71 años en Parque Chas
La escuela del barrio festejó su patrono
El tema de este año recorrió la figura de Petronila
Rodríguez y el pasado y presente de la educación en
nuestro país a través de la instalación de
un museo escolar.
Por Fernando Belvedere
El viernes 28 de octubre se realizó la fiesta del Patrono
de la escuela pública de Parque Chas, Petronila Rodriguez.
Al acto concurrieron autoridades del distrito escolar 15, Asociaciones
vecinales e invitados especiales, como el artista plástico
Pedro Gaeta, ex alumno de la escuela.
Cómo ocurrió en los festejos anteriores,
el evento se caracterizó por su creatividad que lo distingue
de los típicos actos escolares. Como primera actividad, las
autoridades de la escuela invitaron a los concurrentes a visitar
el museo escolar que se instaló para esta ocasión,
dónde se pudieron observar los materiales y objetos que simbolizaron
nuestra en educación en años anteriores.
El trabajo se relacionó con una visita
que los alumnos de la escuela hicieron al Museo escolar instalado
en el Ministerio de Educación de la Nación.
Los recreos, una clase de lectura, "los manuales", la
formación, los juegos, la escritura del ayer y del hoy fueron
representados por alumnos y docentes de la escuela.
Petronila Rodríguez -patrono de la escuela-
tuvo también su homenaje.
Muy poco es lo que se sabe de su vida, y no se conoce su rostro
ya que no dejo ningún retrato fotográfico. Bajo la
consigna de imaginar la fisonomía de aquella señora,
los alumnos de todos los grados dieron vuelo a su creatividad y
produjeron una excelente y variada producción de retratos.
La historia cuenta que el solar donde actualmente
se halla el Palacio Pizzurno, había pertenecido a Don Juan
A. Rodríguez,
un español inmigrante que peleó en las invasiones
inglesas y que concurrió al Cabildo Abierto del 22 de mayo
de 1810.
Su hija Petronila Rodríguez (1815-1882) dejó un testamento
indicando que debería construirse allí: una iglesia,
un convento para las hermanas de la Orden de las Siervas de Jesús
Sacramento, un asilo para huérfanos y una escuela con capacidad
para 700 niñas que debía llevar su nombre.
Cuatro años más tarde, en
1886, un arquitecto argentino, Carlos A. Altgelt y su hermano Hans,
concretaron el deseo póstumo de Petronila, y deslumbraron
a la sociedad porteña de fines de siglo, cuando cobijaron
la primera escuela graduada del país, con capacidad para
setecientas niñas.
El sector escolar se distribuía entre diez salones para clases
de enseñanza general, dos de dibujo y de labores, otros dos
en forma de anfiteatro, destinados para física, química,
historia natural y música, con anexos para bibliotecas especiales
aisladas por guardarropas de los ruidos que provenían del
exterior.
Pero el deseo de que una escuela llevara su nombre se cumplió
recién en el año 1932, cuando se denominó Petronila
Rodríguez; a la que hoy se encuentra en la calle Andonaegui
1532 del barrio Parque Chas. El establecimiento educativo fue inaugurado
el 1º de Febrero de 1934 como Escuela Nro. 36 del Consejo Escolar
13 siendo su primera directora la señorita Matilde Fernández.
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Ni un retrato para recordar a Doña
Petronila Rodríguez:
Con esta visión cara a su espíritu,
Doña Petronila Rodríguez se va para siempre en aquel
atardecer dulcísimo de marzo, asistida con fervorosa dedicación
por su prima, Doña Juana Bosh.
Pero antes que su voluntad seda al final inminente, se vuelca el
último afán generoso de dar altísimo destino
a uno de los baldíos más grandes que hasta fines del
siglo perduró en el corazón de la urbe: una manzana
de tierra situada, conforme a la nomenclatura de la época,
en la calle de la garantía entre Charcas y Paraguay.
Por curiosa coincidencia Doña Petronila Rodriguez desaparece
de su Buenos Aires en momentos en que precisamente se gesta un hondo
movimiento renovador que poco después, con la ratificación
legislativa, habrá de determinar la definitiva constitución
del organismo que conduce entre nosotros la educación común.
Efectivamente, fallece la donante cuando se prepara en nuestra ciudad
el Primer Congreso Pedagógico, verdadero torneo de la cultura
que nos trae la visita de distinguidas personalidades de las repúblicas
vecinas, y de cuyas deliberaciones ha de surgir la ponencia que
es la base de la ley nº 1420, que establece y regimenta la
enseñanza primaria obligatoria y crea el Concejo Nacional
de Educación, que viene funcionando desde hace corto tiempo
por decreto del presidente Roca.
Doña Juana Bosh, que oficia de albacea testamentaria de su
prima, hace entonces cesión al flamente organismo de aquella
manzana de tierra, más la suma de pesos cien mil, todo lo
cual deberá aplicarse en beneficio de la instrucción
pública
Es inspiración inicial del Consejo erigir allí un
gran establecimiento educacional, que se llamará ''ESCUELA
PETRONILA RODRIGUEZ'', como la atestigua la nota de 31 de octubre
1884, en que don Benjamin Zorrilla, presidente del mismo a la sazón,
al aceptar y agradecer el legado solicita a doña Juana Bosh
un retrato de su pariente, '' para hacerlo reproducir al óleo
en gran formato, a fin de ubicarlo en el salón principal
de la escuela que se ha resuelto levantar, que llevará el
nombre de la donante ''
Este propósito, que al fijar los rasgos de la generosa dama
habría perpetuado su figura, ya en principio resulta, malogrado
por el motivo de que informa la carta con que doña Juana
Bosh responde en noviembre de ese año : '' lamentando no
disponer de ningun retrato ni fotografía de mi prima porque
la misma jamás se retratró".
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