PARQUE
CHAS
Presentan un pedido de informes por el estado de la plaza Éxodo
Jujeño
La iniciativa es del diputado porteño Fernando Cantero.
El Poder Ejecutivo deberá informar a la Legislatura dentro
de los treinta días de recibida la resolución, respecto
a los inconvenientes que tienen los vecinos de Parque Chas para
realizar actividades en el espacio verde ubicado entre las calles
Gándara, Bauness, Liverpool y Londres.
El artículo 1º del Proyecto de resolución,
le pide al Gobierno porteño que a través del organismo
pertinente, informe sobre los siguientes puntos:
a) Si el Poder Ejecutivo ha considerado la posibilidad de remodelar
y reacondicionar la Plaza Éxodo Jujeño. En el caso
afirmativo indique modalidad y plazos de la obra.
b) Informe por que causa se retiraron las rejas perimetrales.
En el caso que la respuesta sea afirmativa enumerar los motivos.
c) Informe si tiene conocimiento que los vecinos hayan pagado
un seguro por el uso de su plaza. En caso afirmativo indique la
normativa aplicada y que servicio se prestarían en contraprestación
por pago del seguro.
d) Indicarse si habrían suspendido actividades barriales
por causa de la exigencia del pago del seguro.
Los fundamentos de este pedido de informes dicen que “La
Convención de los Derechos del Niño, que fue adoptada
por la Asamblea General de las Naciones Unidas en Noviembre de
1980 y que empezó a regir el 2/9/90, es desde la reforma
de 1994 parte de nuestra Constitución nacional. Por esta
sola circunstancia estamos hablando de una norma que no puede
ser soslayada por quien debe gobernar.
Más allá de que los niños no votan ni tampoco
arman piquetes, tenemos en la carta magna un claro mandato a favor
de los más pequeños.
La convención mencionada, en su artículo 31, da
a los niños el derecho al juego, al descanso, al desarrollo
cultural y a la expresión artística.
El derecho a jugar no es nuevo. Los niños han jugado a
través de todos los tiempos y en todas las culturas. El
juego, junto con los requerimientos básicos de nutrición,
salud, vivienda y educación, es vital para el desarrollo
del potencial de todos los niños. Es comunicación
y expresión; combina pensamiento y acción, da satisfacción
y sensación de logro.
El juego es instintivo, voluntario y espontáneo. La actividad
lúdica es una forma de aprender a vivir, no un mero pasatiempo.
Los juegos felices de la niñez son esenciales para un crecimiento
normal.
Una infancia rica en experiencias lúdicas crea las bases
para formar actitudes que enriquecen la vida adulta.
Desde antaño, el epicentro del juego para los chicos fue
la plaza pública. ¿Quién no guarda en su
memoria el recuerdo de la plaza de su infancia?
Este lugar tan caro a los sentimientos de distintas generaciones
de argentinos siempre fue sinónimo de movimiento, entretenimiento
y alegría. También, un espacio de encuentro entre
padres e hijos, vecinos y -sobre todo- niños entre sí.
Ahora bien, ¿cómo se compatibiliza el derecho de
la población más ávida de experiencias lúdicas
con el deber del Estado de proveer de juegos y de espacios dedicados
a los mismos? ¿Cómo se conjuga la obligación
del "Estado" de dar seguridad a la población
más vulnerable, con cierta desaprensión por el "estado"
de las cosas públicas?
En la Ciudad de Buenos Aires se viene trabajando en las plazas
es verdad; muchas han quedado acondicionadas, otras no, y también
vemos como las plazas reacondicionadas al poco tiempo se abandonan
y empieza su periodo de deterioro. Es notorio que este Gobierno
le interesa más la remodelación que la manutención.
Muchos y justos son los reclamos de los vecinos, es notorio el
estado de abandono y la falta de limpieza que abunda en los juegos,
areneros, bebederos, arbolado y plantas
Están los vecinos de la ciudad muy atentos y sensibles
por las enfermedades y las epidemias, y no es justo que nuestros
niños jueguen en la arena con deposiciones caninas, jeringas,
preservativos, y otras cosas.
La Plaza Éxodo Jujeño es un claro ejemplo del abandono
y de la falta de voluntad y planeamiento de parte del área
responsable.
Interminables son los reclamos de los vecinos, que no tienen ninguna
respuesta, desde las rejas que desaparecieron de un día
a otro, a la falta de mantenimiento y cuidado que hacen que esta
plaza sea unos de los pocos paseos sucios y abandonados, no solamente
del barrio si no de la Ciudad. Y ahora se suma otro reclamo, la
injusta y desproporcionada medida del cobro de un seguro para
el uso de las plazas públicas.
Con cruel preocupación, nos dirigimos públicamente
a las autoridades de la Ciudad de Buenos Aires para plantearles
con urgencia que el Estado debe garantizarnos el derecho al uso
libre y gratuito del espacio público proveyendo de los
elementos necesarios con los que cuenta la Ciudad y que son de
todos los vecinos. Así como también, debe garantizarnos
seguridad para quienes participen del evento, y la cobertura de
las necesidades básicas que puedan plantearse en una manifestación
social de estas características. Este es el deber del Estado,
producto de un contrato social democrático, garantizado
por la Constitución Nacional.
Por los niños que desconocen los riesgos, pero los adultos
que tienen derecho a reunirse con amigos y parientes a tomar mate
y disfrutar del espacio público.
Se recuerda que es obligación del Estado el resguardo del
bienestar de la comunidad, manteniendo en buen estado y condiciones
de seguridad y los paseos públicos, crear, cuidar y mantener
las plazas, entonces, será una manera de respetar un derecho
de jerarquía constitucional y de cuidar el patrimonio público.
Pero ante todo será una manera de cuidar y proteger a los
niños y de sembrar pensando en un futuro mejor.”