Fecha de Publicación:28/07/06 |
Fuente:GCBA |
CASCO HISTORICO
Convocan a un Concurso de anteproyectos e ideas
de peatonalización de la de Plaza de Mayo
El acto estuvo a cargo del jefe de Gobierno
de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Telerman, y por el presidente
de la Sociedad Central de Arquitectos, Daniel Silverfaden, y se
realizó el miércoles 19 de julio en el Cabildo porteño.
Durante el lanzamiento, Telerman declaró que este proyecto
es la recuperación más importante de la concepción
de una ciudad al servicio de las personas, cuya idea fundadora es
la de peatonalizar la Plaza de Mayo para que sea más habitable.
Un lugar de encuentro.
Por un lado se preserva el patrimonio,
el casco histórico, en el que ya venimos trabajando. Y, además,
se resuelve un problema de tránsito. Recuperamos para el
peatón el lugar público. Una Plaza de Mayo abierta
como un lugar de encuentro, con actividades, promoviendo el turismo
en una zona típicamente porteña como esta. Las plazas
deben ser recuperadas por la gente, remarcó el Jefe
de Gobierno.
El fin de esta amplia convocatoria a profesionales
de la arquitectura y del urbanismo es pensar y reflexionar sobre
la readecuación a la Plaza de Mayo como un espacio público
que contenga tanto los usos habituales como el carácter simbólico
que la reviste.
El llamado a concurso involucra el área delimitada por las
líneas oficiales de las parcelas que dan frente a las calles
Balcarce, Rivadavia, Bolívar e Hipólito Irigoyen,
y las líneas oficiales de las parcelas que dan a ambos frentes
de la Avenida de Mayo hasta las calle Perú y que se encuentra
sometida a la jurisdicción del Gobierno de la Ciudad.
Las últimas reformas a la Plaza de Mayo fueron realizadas
durante la última dictadura militar, en 1977. Se le colocaron
canteros, placas, rejas y vallas, pensadas para disgregar y desalentar
las manifestaciones populares.
Breve reseña de la Plaza de Mayo
La Plaza de Mayo, Plaza Mayor de Buenos Aires, es tan antigua como
la ciudad misma. Cuando Juan de Garay fundó la Ciudad de
Trinidad Puerto de Buenos Aires, dejó trazado el lugar de
la Plaza Mayor. Desde los comienzos de la ciudad, la Plaza de Mayo
fue escenario de todos los acontecimientos conmovedores de su historia.
Esta plaza vio cómo todas las convulsiones políticas
y las fiestas populares más importantes se desarrollaban
sobre su perímetro, a lo largo de 420 años. La Plaza
de Mayo, como Plaza Mayor, era un sitio multiuso: en ella se llevaban
a cabo ceremonias religiosas y oficiales, estaba el mercado, era
estacionamiento de carretas, plaza para las corridas de toros, y
lugar de las ejecuciones públicas o cepos de castigo. Pero
a pesar de ser tan importante, no era más que un descampado
barroso y polvoriento, dependiente del clima, que recién
fue mejorado en 1803 con la construcción de la Recova, de
la cual hablaré más tarde.
A lo largo de tantos
años es de imaginar que la plaza tuvo innumerables cambios,
incluso de nombre. En un comienzo era llamada Plaza Mayor y ocupaba
menos espacio que ahora, ya que en la mitad norte, desde 1608 a
1665, frente a la actual Casa Rosada, estaban los jesuitas. Cuando
los jesuitas se trasladaron a otro lugar, la zona se transformó
en un baldío -con restos de los edificios- al que llamaban
Plaza de Armas (también Plaza del Mercado) y donde hacían
sus alardes las milicias. También ahí se instaló
la horca, justo donde hoy está la estatua de Belgrano, durante
más de un siglo fue escenario de las ejecuciones, espectáculo
macabro al que asistía mucho público. El resto del
terreno de la actual Plaza de Mayo, o sea frente al Cabildo, era
paradero de carretas y mercado y era llamado Plaza Mayor. Hay que
imaginarse este mercado como muy precario. En un comienzo era "de
piso", o sea, vendían sobre mantas o ponchos y luego
se vendía con "bandolas", que eran unos cajones
a modo de puestos de feria.
Casi tan antiguas
como la plaza son las palomas. Ya en 1755 se tiene que poner una
cubierta al balcón del Cabildo a causa de ellas, y los regalitos
que dejan detrás de sí.
Recién en
1803 se concretan los proyectos para embellecer la plaza. Se construye
la Recova, un magnífico edificio que consistía en
dos tiras de 20 locales de largo cada una (10 de cada lado) separadas
por un espacio que al año siguiente fue cerrado por un arco
central. Los locales tenían su frente hacia ambos lados de
la Recova, apuntando, 20 al Cabildo y 20, al Fuerte. Tenía
11 arcos en cada ala, techo con azotea. A su gran arco central se
trasladó la horca, colgándose a los ajusticiados por
espacio de varias horas.
La Recova fue la
primera galería comercial de Buenos Aires, y estaba ocupada
por diversos comerciantes que pagaban entre 14 y 20 pesos mensuales
de alquiler. Había vendedores apiñados en la doble
fila de cuartitos, ofreciendo de todo para la gente de clase baja,
desde ropa hecha hasta monturas. En 1805 el Virrey Sobremonte hizo
empedrar el camino que iba del Fuerte (actual Casa Rosada) al arco
central de la Recova y dispuso que las carretas se dirigieran a
otras plazas, la de Montserrat y la de San Nicolás. Durante
las Invasiones Inglesas, la Recova cobró gran importancia,
ya que los ingleses se defendieron desde sus techos y arcos contra
las tropas reconquistadoras, y ahí mismo, en la Plaza de
Mayo, se libró la batalla final por la Reconquista.
Gracias a la Recova
la plaza quedaba dividida en dos, de un lado la Plaza de Armas o
del Fuerte y del otro la Plaza Mayor, que desde 1808 se llamaría
Plaza de la Victoria en conmemoración de la victoria sobre
los ingleses en 1806. Luego de 1810, la parte que daba al Fuerte
pasó a llamarse 25 de Mayo. En esta parte, hacia 1815, justo
donde hoy está la estatua de Belgrano, funcionaba un improvisado
mercado de alimentos.
En 1811 aparece
otro gran protagonista de la plaza: la Pirámide de Mayo.
Su erección fue todo un acontecimiento, ya que se trataba
del primer monumento de la ciudad. Se coloca en el centro de la
Plaza de la Victoria (manzana frente al Cabildo). En 1856 una comisión
encarga a Prilidiano Pueyrredón, la tarea de remozar al monumento.
Pueyrredón la eleva a 18 metros y medio y le coloca la estatua
de la libertad. A ambos lados de la Pirámide había
dos fuentes de hierro, que más tarde se movieron y actualmente
están frente al Teatro Colón.
Recién en
1872 ambas plazas tuvieron un aspecto digno de un paseo. Fue gracias
a una comisión de vecinos, que también se encargaban
del mantenimiento. El 24 de septiembre de 1873, se inaugura el monumento
al General Dr. Manuel Belgrano, hasta 1886 estuvo ubicada en el
centro de la Plaza 25 de Mayo (frente al Fuerte) mirando hacia el
oeste pero luego de esta fecha se la traslada frente a la Casa de
Gobierno y dirigida hacia el norte.
Ya en 1883 el Intendente
de Buenos Aires, Torcuato de Alvear, compra la Recova y la destruye
en cinco días, también a los árboles que rodeaban
la plaza. Las palmeras que están hoy en la plaza ya estaban
desde antes y se ordenó que se las quitase, pero como todos
sabrán las palmeras siguen ahí. Así, con la
demolición de la Recova las dos plazas quedan unidas en la
que se llama Plaza de Mayo. En realidad la plaza continuó
dividida por la calle defensa, pero en 1890 ésta se cerró.
Al francés Charles Thays, arquitecto y paisajista, se le
deben todas las mejoras en las plazas de Buenos Aires. Les dio jardines
con bellas plantas y árboles. Thays actuó en nuestra
ciudad desde 1891 hasta su muerte en 1934. A la Plaza de Mayo le
efectuó un cambio total, se desmontó el terreno, se
lo alisó e igualó en altura al de las calles circundantes.
Transplantó algunas de las palmeras, llevándolas al
Parque 3 de Febrero y trajo de este último algunos plátanos.
Le diseñó caminitos en cruz y canteros. En 1895 se
inauguró el alumbrado eléctrico y en 1904 se le agregaron
dos estanques circulares luminosos. En 1913 se excavan sus entrañas
para que por debajo de ella pase el subterráneo.
La imagen de la plaza siguió cambiando
y mejorando hasta nuestros días, pero ahora sólo tenía
un objetivo, ser un paseo lindo, no más mercados, ni carretas,
ni ejecuciones. Sí pasó a ser el escenario predilecto
de todas las manifestaciones públicas. Muchos acontecimientos
y manifestaciones se dieron en su suelo, siendo de los más
sonados, la concentración del 17 de octubre de 1945, o el
bombardeo de la aviación naval en junio de 1955. Finalmente
asumiría un nuevo símbolo a partir de abril de 1977,
cuando las "Madres de Plaza de Mayo" comenzaron a ocuparla
para exigir respuestas sobre sus hijos desaparecidos. Y, finalmente,
con el regreso de la democracia la plaza albergó a miles
de personas en 1983, que querían festejar el regreso a la
libertad.
* fuente: Paralelo 35 http://www.paralelo35.com/
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