Portal de Parque Chas: "estamos haciendo historia"
Buenos Aires, Argentina /
Fecha de Publicación:02/07/07 redacción ParqueChasWeb

Funciones de la nota




UN OBSERVADOR DE LAS DESVIACIONES DOCTRINALES

Benedicto XVI abre las puertas a las misas en latín

El Vaticano publicará, en los próximos días, un decreto mediante el cual se autoriza a celebrar usando la lengua oficial de la Iglesia Católica.


Por Fernando Belvedere
fbelvedere@parquechasweb.com.ar



Con esta iniciativa, se estaría respondiendo a viejos reclamos de los "Lefebvristas" (seguidores de Marcel Lefebvre) que pedían volver a latín en oposición al Concilio Vaticano II (1962-65) que introdujo el "Novus ordo missae", renovando la forma de celebrar la misa e introduciendo la posibilidad de oficiar la celebración en diferentes idiomas. También dispuso que el sacerdote oficiase mirando a los fieles. Hasta entonces el sacerdote celebraba de espalda a los fieles.

En lo que constituye la primera exhortación apostólica de su pontificado, Benedicto XVI dará a conocer su "Sacramento Caritatis", que entre los principales puntos se encuentran los referidos a la Misa en latín y cantos gregorianos. Aquí hace una crítica a "las extravagancias litúrgicas" y reclama "la obediencia fiel a las normas litúrgicas".

Y agrega que, "las oraciones más conocidas de la tradición de la Iglesia deberían ser recitadas en latín" y, si es posible, se deberían cantar selecciones del canto gregoriano.

Con estas expresiones Benedicto XVI no ocultó su oposición a los cambios iniciados con el Concilio Vaticano II y los cambios que impuso Pablo VI: La misa tridentina en latín cayó en desuso tras la reforma litúrgica "Novus ordo missae".

La “misa tridentina”, nombre derivado del Concilio de Trento (siglo XVI) se celebra enteramente en latín salvo algunas palabras en griego y hebreo, tiene largos períodos de silencio del sacerdote quien da la espalda al pueblo.

En las últimas décadas, los sacerdotes sólo podían celebrar la misa tridentina con la autorización de su obispo. Los jerarcas de la Iglesia aguardan ansiosamente la decisión de Joseph Ratzinger, para ver cuán lejos irá en la flexibilización de esa regla.

Desde su desuso no estaba claro si la misa en latín se había prohibido o simplemente modificado, por lo cual en 1984 Juan Pablo II publicó un indulto que permitió a ciertos grupos católicos mantener ese rito sin problemas canónicos.

ParqueChasweb buscó una opinión sobre este tema y entrevistó al sacerdote Domigo Bresci, cura párroco de la Iglesia San Juan Bautista "El Precursor" del Barrio Saavedra.

- Domingo, ¿Porqué Benedicto XVI resucita ahora este tema?

- Hace poco viajé a Roma y tuve la oportunidad de estar presente en la Audiencia Pública del Papa. Había más de dos mil personas de distintas partes del mundo, por lo tanto había diversidad. Lo que allí estábamos experimentando era la universalidad de la Iglesia Católica, una Iglesia que está en todas partes y en cada lugar, que adopta las características locales y no afecta para nada la fe, sino que la enriquece.

Benedicto XVI tiene una visión de rescatar los valores tradicionales de la Iglesia: las costumbres, las ideas y las formas, no solo el idioma.

Después del Concilio Vaticano de 1962 al 65 que autorizaba a dar la liturgia respetando la lengua de cada país y de frente a los feligreses, las corrientes más conservadoras de la Iglesia dijeron que esa reforma dio pie a desviaciones, deformaciones y excesos.

No hubo tales desviaciones, y opino que la renovación quedó a mitad de camino. Por ejemplo, la ropa que utilizamos los sacerdotes para oficiar misa es de la Edad Media, lo mismo que la utilización de las velas y el incienso.

Yo creo que Benedicto XVI instala un tema innecesario en estos momentos. Lo que sucede, es que tiene una deformación profesional, porque durante toda su carrera sacerdotal se dedicó a observar siempre las desviaciones doctrinales; y me parece que esto no es lo que se espera de un pastor. No se necesita de un Papa "observador" para ver en qué te equivocas.

Recuerdo que en uno de sus viajes, Juan Pablo II escuchó a Bob Dylan. El entonces Cardenal Ratzinger escribió una nota crítica sobre esto diciendo que esa era música "demoníaca".

Benedicto XVI hace todo lo contrario a la "Inculturación de la Fe"; que es la inserción del cristianismo en la cultura de un pueblo. Esta dimensión tomó auge a partir de Carta Encíclica "Slavorum Apostoli", del Papa Juan Pablo II, del 2 de Junio de 1985: "la misión de la gente de hoy tiene la forma de inculturación ... "es la encarnación del Evangelio en las culturas autóctonas y, al mismo tiempo, la introducción de las mismas en la vida de la Iglesia". Por ejemplo, que los descendientes de los pueblos originarios de América, hagan la liturgia en su idioma y a través de sus formas culturales.

Lo que hace Benedicto XVI ahora es una indicación y no es una orden, se llama "Motu Proprio" permitirá, según las fuentes vaticanas, celebrar la vieja misa en latín de manera "extraordinaria", cumpliendo determinadas condiciones, como ya se realizan con otros ritos, como el bizantino, el mozárabe o el sirio-antioqueno.

- ¿Cómo cree que reaccionarán las Iglesias del mundo y los feligreses ante esta medida?

- Yo creo que esta decisión de Ratzinger, tomada en el contexto actual, casi nadie la va a aceptar.




2000-2007© Registro de la Propiedad Intelectual Nº Exp. 295108
Todos los derechos reservados-diseño y webmaster: F B