VILLA URQUIZA, PALERMO Y CABALLITO
Construcción de edificios con límites
El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires extenderá permisos
de obra a los emprendimientos inmobiliarios que presenten un certificado
de factibilidad técnica otorgado por AySA, debido a las
deficiencias encontradas en las redes de agua potable y cloacal
de los barrios de Caballito, Villa Urquiza y Palermo, las que
según dicen, proyectan reparar luego de la firma de un
convenio con la empresa estatal Agua y Saneamientos Argentinos.
Se estima que las exigencias no serán aplicadas a los edificios
que ya estén en construcción dentro de estas zonas.
Además, reducirá la superficie a partir de la que
hoy se exige el cumplimiento de un estudio de impacto ambiental:
pasará de 10.000 m2 a aproximadamente la mitad.
Estas medidas se tomarán después de mediados de
febrero, fecha de vencimiento del decreto firmado por Jorge Telerman,
por el cual se suspendían por 90 días los permisos
de obra en los barrios de Villa Urquiza, Villa Pueyrredón,
Núñez, Palermo, Caballito y Coghlan.
La decisión del gobierno porteño responde principalmente
al reclamo de los vecinos de Caballito por el cual aseguran que
de seguir con este ritmo de construcción indiscriminada
de edificios se producirá un colapso de los servicios públicos.
De la otra vereda, los desarrolladores urbanos, expresaron fuertes
críticas por estas medidas, debido a los perjuicios que
la paralización provoca sobre la actividad, que, en los
barrios afectados, genera 60.000 puestos de trabajo directos,
según cifras que manejan los arquitectos.
Lo cierto es, que después del decreto de suspensión
de permisos de obra, el gobierno porteño solicitó
informes técnicos a las empresas proveedoras de agua, cloacas,
energía eléctrica, gas y telefonía respecto
de la situación actual de los servicios y sobre las perspectivas
para satisfacer las necesidades de toda la nueva población
que vivirá en los barrios en cuestión cuando los
edificios sean inaugurados.
Según una nota publicada por el diario La Nación,
se "pudo saber de fuentes de primera línea que tanto
las compañías eléctricas como las telefónicas
y las de gas explicaron que sus redes no registran ni registrarán
inconvenientes para abastecer la nueva demanda en ninguno de los
barrios alcanzados por la normativa". Sin embargo estos datos
no fueron confirmados por el Ministerio de Planeamiento y Obras
Públicas ni tampoco por la jefatura de gobierno de la ciudad.
Distintos fueron los resultados brindados por AySA, que hablan
de tendidos de agua potable y, especialmente, cloacales con fallas
que complicarían el normal suministro en las zonas determinadas
como críticas de Caballito, Villa Urquiza y Palermo.
Existen decenas de kilómetros de cañerías
que deben ser arregladas, por lo que el gobierno porteño
y AySA estudian un plan para poner a punto la red y su respectivo
financiamiento, proceso que concluirá con la firma de un
convenio.