EL
PERIODISMO BARRIAL LO REPUDIA
Un proyecto de ley restringe la actividad
de pequeños medios de comunicación independientes
que reciben publicidad oficial
Por Alfredo Roberti
www.laurdimbre.com.ar
Sus autores son dos legisladores de la Ciudad: Elvio Vitali,
del Frente para la Victoria y Facundo Di Filippo del ARI. El proyecto
anula y reemplaza una Ordenanza vigente que obliga al Gobierno
de la Ciudad a publicitar en esos medios. El proyecto introduce
modificaciones retrógradas como impedir que el titular
de un periódico barrial tenga un sitio web o reducir a
cerca de un tercio el valor de la publicidad oficial (un banner
renovable mensualmente) que los sitios web ahora perciben. En
palabras de un editor durante la reunión de urgencia convocada
por la Red que los agrupa "Parece redactado por el enemigo
y no por militantes del campo popular".
El proyecto de ley Vitali-Di Filippo está dirigido a despromocionar
la actividad de medios independientes cercenando cualquier posibilidad
de crecimiento vía apoyo oficial.
En los Fundamentos del proyecto, sin embargo, califican a los
Medios Vecinales de Comunicación Social, denominados también
barriales, comunitarios o alternativos de vehículo
insustituible de divulgación y por ende, de información
de las actividades, inquietudes, iniciativas y reclamos de los
vecinos, temas que, por lo general, no suelen ser reflejados en
los grandes medios periodísticos.
Como contrapartida, Vitali y Di Filippo dirigen sus dardos al
fenómeno de concentración empresaria, uniformidad
de voces y despunte tecnológico informático que
caracteriza a los llamados multimedios, verdaderos
oligopolios informativos frente a los cuales la prensa
vecinal, básicamente gráfica y emisoras radiales
de frecuencia modulada habría logrado convertirse
en la otra voz o la voz alternativa y
hasta en la única voz propaladora de la opinión
de cada barrio, lo cual, a su vez, garantiza en la práctica
la democratización de la información y se constituye
en un reaseguro para la vigencia de los preceptos constitucionales
de libertad de prensa y de expresión.
Los auspiciosos fundamentos del proyecto harían suponer
que el interés de los dos legisladores es el de apoyar
la consolidación y expansión de los medios alternativos.
Pero no. Al referirse más adelante a la Ordenanza 52.360
que impone ciertas características y restricciones
a periódicos y revistas barriales, sitios webs y programas
de radio que aceptan encuadrarse en sus términos para recibir
publicidad del Gobierno de la Ciudad y cuya vigencia el proyecto
que estamos comentando anula dicen:
a una década de la sanción de aquella
Ordenanza y a casi cinco años de su entrada en vigencia,
los objetivos que perseguía el espíritu de la norma
se han alcanzados, a veces hasta con consecuencias inesperadas
por lo beneficiosas.
Lamentablemente no aclaran cuáles serían las inesperadas
consecuencias beneficiosas recibidas por los editores (48
periódicos, 25 sitios web y 17 emisoras y programas radiales)
regulados por la citada Ordenanza e inscriptos en el Registro
de Medios Vecinales, creado en su reglamentación. Se infiere,
sin embargo, que los legisladores tienen en mente evitar publicidad
oficial dispendiosa: el valor de un banner (aviso
de publicidad en el sitio web) mensual por ejemplo
se reduce a la suma de $ 230, una quita del 65% del valor que
los medios inscriptos en el Registro de Medios Vecinales perciben
en la actualidad.
Correlativamente, limitan a un solo medio por titular la entrega
de publicidad oficial. Los editores gráficos que al mismo
tiempo sostenemos un sitio web (es el caso de La Urdimbre) tendríamos
que optar por uno u otro. Es probable que entre los designios
ocultos de ambos legisladores esté el de impedir el acaparamiento
mediático que inexorablemente reformularía el carácter
de voces alternativas de nuestros medios para convertirnos
en oligopolios informativos, vade retro Satanás.
El proyecto dice ser fruto de varios meses de trabajo
lo cual es desafortunadamente cierto, a la vista de sus
resultados y de consultas con los editores directores
de los medios vecinales lo cual es mentira, como puede certificar
quien esto escribe, ya que junto a varios colegas a lo largo de
un año hemos intentado conocer el grado de desarrollo del
proyecto reiterada e infructuosamente.
Créase o no, un año atrás, titulares de
varios medios barriales convencimos a Elvio Vitali, a que retirara
su firma de otro proyecto en danza, presentado por el macrista
Herrera Bravo, con similares restricciones para el crecimiento
del sector al que ahora firma Vitali, pero sin los brutales recortes
económicos de éste.
Aquel gesto de Vitali, titular de la Comisión de Comunicaciones
de la Legislatura porteña, fue muy elogiado entre los editores,
quienes hasta la semana pasada creían que Vitali les daba
una mano. Ahora saben que es un manotazo y están dispuestos
a repeler la agresión.