Portal de Parque Chas: "estamos haciendo historia"
Buenos Aires, Argentina /
Fecha de Publicación:08/09/09 Redacción ParqueChasWeb

Funciones de la nota


EL VECINDARIO ALTERADO

Los cacos desafían las leyes del laberinto

Una serie de hechos delictivos está refutando los mitos del laberinto de Parque Chas: Por su construcción geométrica se asegura que es un barrio apacible y que se transforma en una trampa para quien no conoce su entramado de calles.




Por Fernando Belvedere
contacto@parquechasweb.com.ar


En los últimos meses, Parque Chas viene poblando las secciones y columnas policiales de los medios gráficos y televisivos, a raíz de varios hechos delictivos. Entre los más “mediáticos”, se cuenta el del robo de los falsos gasistas a la casa de la familia Lopilato; y de un violento intento de robo en el “estrecho” pasaje Bering.

A estos hechos, se le suman unos cuantos más, de los que nos fuimos enterando a través de mensajes que nos fueron llegando a la redacción de ParqueChasWeb, desde principios de este año: Robos de autos durante la madrugada, asaltos a domicilios protagonizados por “hombres araña” y hurtos en la vía pública.

Tratando de encontrar una respuesta, que me permita indagar sobre la motivación que tiene esta seguidilla de casos que empezaron a contradecir la creencia de que Parque Chas es un barrio apacible gracias a su construcción geométrica; me pregunto si es que estamos ante un grupo profesional que ha descifrado las leyes de esta maraña urbana para luego, de cometer el delito, vanagloriarse ante sus colegas.

Pero… ¿cómo nació esta idea del mito de Laberinto de Parque Chas?

Alguna vez, el escritor y cineasta Eduardo Mignogna me sugirió que para él, la idea del laberinto comenzó a germinar a partir de las historias que relataban los taxistas allá por las décadas del 40 y 50 del siglo pasado. Los choferes instalaron la idea de que meterse en Parque Chas era sinónimo de no volver a salir, de perderse; por eso más de una vez los viajes terminan en las avenidas tangenciales al barrio: La Pampa, Triunvirato, De los Incas y De los Constituyentes. Por lo tanto, el pasajero deberá completar a pie, el trayecto que lo separa de su destino final.

“Salir y entrar de Parque Chas requiere de un esfuerzo, como salir y entrar de las cosas nobles y grandes”; me decía en aquella charla el director de “Evita, quien quiera oír que oiga”.

Todo hace suponer, que estos relatos orales de choferes de cuatrimotores negrosamarillos, con el tiempo fueron mutando a fábulas y leyendas que convirtieron la topografía de Parque Chas en un “Triángulo de las Bermudas urbano”, una especie de telaraña en la que estos servidores públicos quedaban atrapados para siempre.

Pero volviendo a mi hipótesis, en la cual insinúo que la serie de robos que se sucedieron en Parque Chas, es obra de un grupo audaz de ladrones, que estudiaron con mucha rigurosidad las coordenadas del barrio para evitar quedar atrapados en la telaraña; encontré una posible pista:

El escritor Hernán Torrado, escribió el genial cuento “Linea 187”; en el que se puede leer: “En el ‘manual del buen taxista’ está terminantemente prohibido tomar por aquellas calles que tengan nombre de capital europea. Las probables salidas conocidas, son tres: la esquina de Triunvirato y Tamborín, la de Juan Bautista Alberdi y Víctor Martínez (en Caballito) y la ciudad donde reside Luchi.

Este cuento habla de la vieja leyenda que dice que una de las tantas entradas al infierno está en Parque Chas, y que la línea de colectivos “187” tenía un interno, el 666 que era el encargado de reclutar adeptos, y nunca más se lo volvía a ver.

Avanzando en el relato encontré un dato revelador que posiblemente confirme mis sospechas. En su ficción, Torrado nos relata que “para atravesar el barrio fue menester la confección de mapas y hojas de ruta, que los choferes llevaban pegadas en los vidrios para no perderse”: “En la noche del 6 de marzo de 1983, un grupo de delincuentes entró en la terminal de la línea 187. Robaron cinco millones de pesos argentinos y, a modo de chanza, sacaron de los coches los mapas que indicaban cómo cruzar Parque Chas y los tiraron en una desconocida alcantarilla de la Avenida Triunvirato. Los dueños no encontraron quien les confeccionara nuevos mapas y, como los originales se habían perdido en 1957, al poco tiempo todos los coches estaban extraviados en el barrio”.

Después de leer estas líneas, comprendí que estaba cerca de dilucidar mi humilde investigación, sobre los motivos que expliquen el porqué de que en la actualidad se hayan producido tantos hechos de delictivos en Parque Chas…

Pero, cuando estaba cantando ¡Eureka!, llegó a mis manos un documento fechado el 29 de noviembre de 1993 que desarmó la incipiente hipótesis: Los vecinos de Parque Chas, ya se quejaban de la inseguridad hace 16 años, en una encuesta realizada por el diario La Prensa.




 


 








2000-2009© Registro de la Propiedad Intelectual Nº Exp. 295108
Todos los derechos reservados-diseño y webmaster: F B