SE
ACERCA LA FIESTA DEL REY MOMO
“El retorno de los feriados de nuestro
carnaval, es parte de una acción popular como reacción
a muchos años de ocultamiento y represión”
En el mes de febrero y marzo Buenos Aires se viste de fiesta para
disfrutar del Carnaval. En diferentes avenidas de la ciudad se puede
asistir a los corsos.
ParqueChasweb entrevistó al
músico Ariel Prat y a Jorge Mercado, integrante de la murga
“Los Endiablados de Villa Ortúzar”, para hablar
sobre la importancia de haber recuperado el feriado nacional de
Carnaval, eliminado del calendario por la última dictadura
militar.
Por Fernando Belvedere
Como todos los años, durante el mes de febrero se llevarán
a cabo los festejos del carnaval que se celebrarán con 40
corsos callejeros distribuidos en distintos barrios de la ciudad
y con la actuación de más de 100 murgas porteñas.
Los corsos durarán desde las 19 y hasta las 2 en los barrios
del Abasto, Almagro, Balvanera, Boedo, Caballito, Coghlan, Colegiales,
Costanera Sur, Montecastro, Monserrat, Liniers, Lugano, Mataderos.
También habrá en Belgrano, Núñez, Bajo
Núñez, Parque Avellanera, Parque Chacabuco, Parque
Patricios, Paternal, Pompeya, Saavedra, San Telmo, Villa Soldati,
Villa Crespo, Villa Ortuzar, Villa Pueyrredón, Villa Urquiza
y Versalles.
Este año las fechas oficiales de Carnaval 2011 son: sábado
5, domingo 6, lunes 7 y martes 8 de marzo.
A través de los decretos 1584 y 1585/2010 correspondiente
a los feriados nacionales 2011, la presidenta Cristina Fernández
de Kirchner, restituyó el lunes y martes de carnaval al calendario
oficial:"Esta reivindicación es un fenómeno cultural
profundo, no sólo urbano, sino de fuertes connotaciones en
la cultura de todo el país", señaló la
mandataria, tras la firma del decreto, en el Salón de las
Mujeres Argentinas, en Casa de Gobierno, rodeada por centenares
de murguistas a puro redoblante, baile y agitar de banderolas.
Foto: Facebook "El Juglar Negro"
Al respecto,
ParqueChasweb quiso tener la palabra de uno
de los luchadores para que esta reparación histórica,
hoy sea una realidad. Nos referimos al músico, poeta y murguero
Ariel Prat, que, instalado nuevamente en nuestro país, está
presentando por estos días su último trabajo “Milagros
al revés”: “Yo he acompañado y fogoneado
la restitución del feriado de Carnaval como artista popular,
pero sobre todo como vecino y murguero. Yo creo que el retorno de
los feriados de nuestro carnaval, es parte de una acción
popular como reacción a muchos años de ocultamiento
y represión aún en democracia, en la cual intervienen
no solo los actores protagonistas como decir los murgueros o los
militantes de la cultura, sino los propios ciudadanos en general,
que aún teniendo entre ellos una alta cantidad de reaccionarios
a las leyes de patrimonio popular como es en este caso, pudieron
lograr que la presidenta tome cartas y disponga de su legítima
herramienta legal”, expresó Ariel Prat a
ParqueChasweb.
Consultado sobre las declaraciones de la presidenta respecto de
la connotación cultural de esta medida, Prat respondió
que “La batalla sigue, por supuesto, hay que llevar a la calle
la alegría y el arte dignificando con lo mejor que se pueda
y exigiendo al estado la protección y sobre todo el estímulo
para que la fiesta popular se viva intensa y cualitativamente. No
hay una cosa sin la otra. Nosotros los artistas, los murgueros y
todos los que brindamos desde un escenario lo que sabemos, debemos
acompañar y seducir sin entrar en grandilocuencias pero si
con equilibrio. Sabemos que nuestra gran fiesta popular siempre
sufrió desde sus inicios aún antes de ser una nación
los vaivenes de una sociedad pacata y negadora, con el correr de
los años y la llegada de fiestas obligadas por exceso de
producción como Hallowen desde el extranjero hacen aún
que el desafío sea más grande.
Ariel Prat, distinguido en 2007 por su aporte al Patrimonio de la
Ciudad y en 2008 como personalidad destacada de la Ciudad de Buenos
Aires entre otras, nació en Buenos Aires. Músico,
poeta y murguero; formó parte de grupos de artistas alternativos
en los fines de la dictadura militar y desde esos años se
fue transformando en un referente de la nueva canción porteña.
Impulsor activo de la ordenanza municipal que declaró en
el año 1997 a Murgas y Agrupaciones de Carnaval de "Patrimonio
Cultural" en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, ha
ido llevando con su estilo particular y adelantado, a esta expresión
de la cultura callejera en la escena no solo argentina, sino por
España y Francia. Tal particular estilo, lo ha bautizado
como “Tango Milonga de corte Murguero”.
Ha colaborado en trabajos discográficos de artistas populares
como León Gieco, La Chilinga, La Chicana, Juan Carlos Cáceres
(el otro gran impulsor de los toques negros en la música
argentina) y con la banda de rock más popular de su país:
Bersuit Vergarabat.
Foto gentileza Jorge Mercado
ParqueChasweb, entrevistó también a Jorge Mercado,
integrante hasta el año pasado de la murga “Los Endiablados
de Villa Ortúzar” y activo militante barrial desde
la agrupación “Vecinos por el 25 de Mayo”.
“La noticia de la restitución de los feriados nacionales
de Carnaval tan esperada fue recibida con alegría y entusiasmo
por los murgueros. ¿Qué puede cambiar a partir de
esta restitución? No lo podemos saber todavía, lo
importante es la oficialización de un reconocimiento que
ya se habia dado de hecho a nivel popular, del fenómeno murguero
en particular y del carnaval en general. La murga es un hecho social,
artístico y cultural que tiende a la inclusión social”,
destacó Mercado a nuestro medio.
Asimismo agregó “que la murga viene recuperando su
lugar, en forma creciente, desde el retorno a la democracia, pero
debemos tener en cuenta que el Carnaval no es sólo Murga.
Ahora hay que recuperar para el Carnaval y los corsos el sentido
festivo, participativo y popular que supo tener en otros tiempos,
sin que esto signifique creer que “todo tiempo pasado fue
mejor” y que haya que volver a viejas formas. Pero sí
que hay que emprender una búsqueda, para lo cual podemos
dar una mirada retrospectiva y rescatar el espíritu que animaba
a aquellos festejos.”
Jorge Mercado nos relata que desde chico fue fanático de
las murgas y no se quería perder ni un día de corso,
salvo la noche que iba a verlas al Cine Teatro 25 de Mayo: “Por
supuesto, a ambos lugares iba disfrazado. Cada año un disfraz
distinto. Durante el día estaba con el oído atento
y si escuchaba un bombo salía corriendo para encontrar donde
estaba tocando la murga.”
Cuenta además, que llegó a formar parte de una murga
de manera indirecta. “A mi hija, desde chiquita, le contaba
de las murgas que yo veía cuando era chico. Un día
vio una murga y enloqueció: “¡Yo quiero formar
parte de una murga!” me dijo. Un amigo, sabiendo esto, me
dio una revista de “Los Endiablados” que trajo del video
club, donde figuraba el lugar y día de ensayo. Así
que el domingo siguiente fuimos a presenciar el ensayo a la plaza
25 de Agosto, en Villa Ortúzar. Mi hija, que tenía
12 años, le dijo al Director que quería formar parte
de la murga y ahí nomás se unió al grupo que
estaba en pleno ensayo. Esto fue en noviembre de 1999. Ese carnaval
(febrero de 2000) como mi hija era chica la acompañé
en las salidas de la murga y colaboré llevando el muñeco
que representa al diablo. A partir de ese momento quedé integrado
al grupo. Ahora me estoy retirando, al menos por un tiempo, salvo
algunas actuaciones salteadas. Así que este carnaval pienso
vivirlo como espectador.”
Como reflexión final, Jorge Mercado
pide evitar que, tanto la murga como el carnaval, se conviertan
en un hecho comercial o turístico. "No podemos dejar
que se pierda su espíritu popular y participativo. Tenemos
que estar atentos, ya que los funcionarios de la ciudad no muestran
interés por las distintas manifestaciones de la Cultura."
Grageas
de Carnaval
Por Jorge Mercado
- En los viejos Carnavales los corsos
tenían varias cuadras de extensión. Estaban
adornados con lamparitas y grandes máscaras, ubicadas
estas últimas en árboles y columnas de alumbrado.
Había palcos para quienes querían observar
desde una ubicación privilegiada. Parlantes estratégicamente
distribuídos a lo largo de todo el recorrido permitían
seguir lo que ocurría en el escenario aunque estuviésemos
alejados del mismo.
- Muchas personas se disfrazaban, especialmente los chicos.
Se jugaba con papel picado, con pomos con agua perfumada
y entre las carrozas que circulaban (por una mano se iba
y por otra se volvía) se arrojaban serpentinas que
terminaban entrelazándose. Cuando yo era chico, ya
se iba perdiendo la costumbre de las carrozas.
- Otro fenómeno de la época: Por las tardes,
las murgas de arpillera (formadas por chicos) recorrían
las calles y paraban a cantar en los bares, entre las mesas
de la vereda.
- En el escenario, el animador anunciaba los distintos números
que se iban sucediendo: cómicos, malabaristas, cantantes,
imitadores, comparsas y murgas. Por supuesto, lo más
esperado eran las murgas.
Pero no solo se armaban los corsos, también había
espectáculos de Carnaval en los cines de barrio,
por cuyos escenarios pasaban prácticamente los mismos
números artísticos que en el corso, incluídas
las murgas, con la diferencia que aquí el espectador
estaba cómodamente sentado y pagaba entrada.
- Los animadores que presentaban estos espectáculos
eran conocidos porque provenían de los programas
de radio (en esos tiempos no había TV), como Juan
Carlos Mareco y (creo recordar) Antonio Carrizo.
- Entre los artistas que pasaban por los escenarios carnavaleros
podemos citar al dúo Buono- Striano, Los 5 Grandes
del Buen Humor, Tato Cifuentes (Tatín) y muchos etcéteras.
- No olvidemos que, además, los clubes organizaban
los “8 GRANDES 8 BAILES DE CARNAVAL”, donde
se bailaba al compás de las orquestas. Algunos memoriosos
cuentan que también había clubes que organizaban
espectáculos con murgas.
- Pero no todo eran rosas. Antes que dieran las 12 de la
noche había que escapar del corso pues a esa hora
se apagaban las lamparitas y comenzaba el juego con agua,
a baldazo limpio, y muchas veces terminaba a las trompadas.
- Un edicto decía que los mayores de 12 años
que quisieran disfrazarse debían sacar permiso en
la comisaría. Por eso se podía ver, entre
la multitud, al oso carolina paseándose con un cartel
en el pecho con la leyenda: “PERMISO Nº …….”
- También recordemos que hay muchos carnavales, cada
uno con sus características propias, según
la idiosincracia de cada lugar.
- Recordemos, además, que nuestra Murga Porteña
es distinta a la uruguaya. La uruguaya mantiene la tradición
de la murga de Cádiz, mientras que la nuestra ha
ido integrando elementos de la negritud candombera con los
aportes europeos. Podemos decir que el Candombe, la Murga
Porteña y el Tango tienen mucho en común.
- La importancia de la murga porteña trasciende nuestras
fronteras. Un italiano, Salvatore Rossano, licenciado en
Musicología, estudioso del carnaval bonaerense, afirma
que el bombo con platillo es característico exclusivamente
de nuestra murga y en un trabajo de tesis que realizó
lo propone como instrumento folclórico de Buenos
Aires. Esta persona llegó a formar, en Italia, una
murga, tomando la nuestra como modelo.
- El modelo de Murga Porteña también fue tomado
por los belgas. En Bélgica, el movimiento que generó
a las murgas la toma como un método de trabajo socio-
cultural aplicado a su propia realidad, ante la gran diversidad
cultural que se observa en la ciudad de Amberes. En la actualidad,
en aquel país hay 20 murgas con unos mil murgueros,
en distintas ciudades.
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