COMUNA
15
A la estación Malabia de la línea
B del subte se le agregará el nombre de Osvaldo Pugliese
Por iniciativa del diputado socialista Raúl Puy, a la estación
Malabia de la línea B de subterráneos se le agregará
el nombre del pianista y compositor de tangos, Osvaldo Pugliese.
El proyecto de Ley fue aprobado en la sesión de ayer por
la Legislatura porteña.
“Osvaldo Pugliese fue una persona que tuvo un compromiso ético,
moral e inalterable, ante la vida”, resaltó el legislador
de Diálogo por Buenos Aires.
“Desde hace mucho tiempo, un grupo de vecinos de Villa Crespo
se viene movilizando con la intención de incorporar el nombre
del músico al original de la estación Malabia. Tal
es así, que mediante la habilitación de un sitio web
para tal propósito, llegaron a juntar casi 30.000 firmas
que apoyan la idea”, informó Puy.
“Este homenaje al maestro Pugliese, quién nació
y se crió en Villa Crespo, no sólo está referido
hacia su persona, sino que apunta a fortalecer y estimular los sentimientos
de identidad y pertenencia de todo el barrio”, agregó.
Por último, el diputado detalló: “A partir de
la Ley sancionada, la estación pasará a llamarse Malabia
– Osvaldo Pugliese. La razón por la que su nombre actual
no será reemplazado del todo es porque se consideró
que los nombres de las calles deben primar, con la intención
de no desorientar espacialmente a los ciudadanos que se mueven vía
subte”.
Don Osvaldo Pugliese Nació en Argentina en el año
1905. Desde muy joven estudió violín, instrumento
que abandonó tempranamente. Fue un exitoso pianista, director
y compositor. Se lo considera uno de los más grandes estilistas
que haya tenido el tango, por su riqueza tanto en el aspecto técnico
como por su facilidad para elaborar una amplia gradación
de matices emocionales, sobre todo cuando tocaba el piano.
Comenzó su carrera con su maestro D´Agostino, pero
quien lo perfeccionó y ascendió a otro nivel fue
Vincenzo Scaramuzza. En 1926 se integró a la orquesta de
Roberto Firpo. A los pocos meses, al año siguiente fue
convocado al sexteto de Pedro Mafia, que también dejó
al poco tiempo para formar parte del sexteto de Vardaro, con grandes
artistas como Aníbal Troilo y Alfredo Gobbi. Entre 1934
y 1936, actuó con las orquestas de Pedro Laurenz, Roberto
Firpo y Miguel Caló. Fue recién para 1939 cuando,
ya consagrado, formó su orquesta propia en el café
Nacional de Buenos Aires. En 1943 grabó su primer disco.
La década de 1940 lo vió alcanzar la cumbre como
compositor, con tangos como “Negracha”, de 1942 y
“Malandraca” de 1948. La clave del éxito radicó
en dar fin a lo tradicional y adoptar un esquema de dos compases
que desarrollaba a partir de contrapuntos. Éste acento
rítmico fue precursor de dos grandes figuras como Ástor
Piazzola y Horacio Salgan.
Sus actuaciones en radio, cine, teatro y televisión en
Argentina y Uruguay le dieron fama mundial. En el año 1960
dio una espectacular gira por la Unión Soviética
y China, demostrando que ni el Tango ni su talento tenían
fronteras. Cinco años más tarde, dio otra gira por
Japón. Actuó en escenarios de todo el mundo durante
más de 70 años. Para su cumpleaños número
ochenta recibió un sobresaliente homenaje en el Teatro
Colón de Buenos Aires. Osvaldo Pugliese Murió en
1995 en la ciudad de Buenos Aires.
El primer intento de Osvaldo Pugliese como director de orquesta
fue en 1936 con un sexteto junto con Alfredo Calabró, Juan
Abelardo 'el gallego' Fernández y Marcos 'Marquito' Madrigal
(bandoneones), Rolando Curzel y Juan Pedro Potenza (violines),
Aniceto Rossi (contrabajo) y el director en el piano. Debutaron
en el Germinal de Corrientes 942. (...) El punto de partida de
la que conocemos como la orquesta de Osvaldo Pugliese es el 11
de agosto de 1939, cuando debuta en el palco del Café El
Nacional de Corrientes 974 con Enrique Alessio, Luis Bonnat y
Osvaldo Ruggiero -se agrega luego Antonio Roscini- (bandoneones),
Enrique Camerano, Antonio Pulcio, Julio Carrasco -luego Jaime
'Chino' Tursky- (violines), Aniceto Rossi (contrabajo), Amadeo
Mandarino (canto) y Pugliese (piano). (...) La expresión
que le dio Ruggiero difería de todo lo conocido, sin apartarse
de la ortodoxia tanguística. Sus arrebatos, sus matices
y sus canyengues son difíciles de separar del conjunto
"(Nélida Rouccheto, redactora de "La Maga").
"La noche del 26 de diciembre de 1985 el arrabal entró
en el Colón. Con la música y el corazón de
Osvaldo Pugliese. El repertorio que interpretó esa noche
había sido cuidadosamente elegido por Pugliese. Tenía
que ser lo que fue: un paseo por la trayectoria de una orquesta
que en esos momentos llevaba cuarenta y seis años de actividad
ininterrumpida.
Arrancó (...) con 'Arrabal' (de José Pascual) y
siguió con 'Los mareados' (Cadícamo y Cobián);'
Después' (H.Gutiérrez y H.Manzi); 'Quinto Año'
(Tavera y Tarantino); 'Chacabuqueando' (Roberto Alvarez); 'A Evaristo
Carriego' (Eduardo Rovira); 'Melodía de Arrabal' (Gardel-Le
Pera); 'Almagro' (Vicente San Lorenzo); 'Recuerdo' (Osvaldo Pugliese
y Eduardo Moreno); 'Chiqué ' (Brignolo); 'Copacabana' (Julio
De Caro); 'La canción de Buenos Aires' (Azucena Maizani);
'Contame una historia' (Eladia Blázquez y Mario Iaquinandi);
'Protocoleando' (Osvaldo Pugliese); 'Mala junta' (Julio De Caro
y Pedro Láurenz); 'Milonga para Gardel' (Carlos Viván
y Horacio Sanguinetti); 'Desde el alma' (Rosita Melo); 'La Yumba'
(Osvaldo Pugliese); 'La mariposa' (PedroMaffia); 'Toda mi vida'
(Aníbal Troilo y José María Contursi) y 'El
encopao' (Osvaldo Pugliese).
(...) Esa noche del 26 de diciembre de 1985, Pugliese no llenó
de público el Colón. El Colón se llenó
de hinchas de Pugliese". (Eduardo Rafael, redactor de la
revista "La Maga")
"Una nochecita se las tomó. Dijo: 'Muchachos, yo
llegué hasta aquí, ahora sigan ustedes. Alguna vez
lo había anunciado. La cosa tenía que ser así,
y fue.. No hubo drama. Fue un pasaje de su vida, nada más.
Recién estaba por cumplir los 90 años. La juventud
se le escapaba por la yema de los dedos que todos los días
se empecinaba en ejercitar sobre las teclas del piano para que
los chicos de la orquesta no lo sorprendieran con los 'dátiles'
duros. Se fue.empilchado como para una milonga. Encanutado en
el traje gris con el clavel en el ojal. Flaco y miope como siempre".
(Eduardo Rafael, redactor de la revista "La Maga")
Fuentes: http://tango.idoneos.com/ y www.terapiatanguera.com.ar