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Buenos Aires, Argentina /
Fecha de Publicación:17/12/09 Redacción ParqueChasWeb

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COMUNA 15

A la estación Malabia de la línea B del subte se le agregará el nombre de Osvaldo Pugliese

Por iniciativa del diputado socialista Raúl Puy, a la estación Malabia de la línea B de subterráneos se le agregará el nombre del pianista y compositor de tangos, Osvaldo Pugliese. El proyecto de Ley fue aprobado en la sesión de ayer por la Legislatura porteña.

“Osvaldo Pugliese fue una persona que tuvo un compromiso ético, moral e inalterable, ante la vida”, resaltó el legislador de Diálogo por Buenos Aires.

“Desde hace mucho tiempo, un grupo de vecinos de Villa Crespo se viene movilizando con la intención de incorporar el nombre del músico al original de la estación Malabia. Tal es así, que mediante la habilitación de un sitio web para tal propósito, llegaron a juntar casi 30.000 firmas que apoyan la idea”, informó Puy.

“Este homenaje al maestro Pugliese, quién nació y se crió en Villa Crespo, no sólo está referido hacia su persona, sino que apunta a fortalecer y estimular los sentimientos de identidad y pertenencia de todo el barrio”, agregó.

Por último, el diputado detalló: “A partir de la Ley sancionada, la estación pasará a llamarse Malabia – Osvaldo Pugliese. La razón por la que su nombre actual no será reemplazado del todo es porque se consideró que los nombres de las calles deben primar, con la intención de no desorientar espacialmente a los ciudadanos que se mueven vía subte”.

Don Osvaldo Pugliese Nació en Argentina en el año 1905. Desde muy joven estudió violín, instrumento que abandonó tempranamente. Fue un exitoso pianista, director y compositor. Se lo considera uno de los más grandes estilistas que haya tenido el tango, por su riqueza tanto en el aspecto técnico como por su facilidad para elaborar una amplia gradación de matices emocionales, sobre todo cuando tocaba el piano.

Comenzó su carrera con su maestro D´Agostino, pero quien lo perfeccionó y ascendió a otro nivel fue Vincenzo Scaramuzza. En 1926 se integró a la orquesta de Roberto Firpo. A los pocos meses, al año siguiente fue convocado al sexteto de Pedro Mafia, que también dejó al poco tiempo para formar parte del sexteto de Vardaro, con grandes artistas como Aníbal Troilo y Alfredo Gobbi. Entre 1934 y 1936, actuó con las orquestas de Pedro Laurenz, Roberto Firpo y Miguel Caló. Fue recién para 1939 cuando, ya consagrado, formó su orquesta propia en el café Nacional de Buenos Aires. En 1943 grabó su primer disco.

La década de 1940 lo vió alcanzar la cumbre como compositor, con tangos como “Negracha”, de 1942 y “Malandraca” de 1948. La clave del éxito radicó en dar fin a lo tradicional y adoptar un esquema de dos compases que desarrollaba a partir de contrapuntos. Éste acento rítmico fue precursor de dos grandes figuras como Ástor Piazzola y Horacio Salgan.
Sus actuaciones en radio, cine, teatro y televisión en Argentina y Uruguay le dieron fama mundial. En el año 1960 dio una espectacular gira por la Unión Soviética y China, demostrando que ni el Tango ni su talento tenían fronteras. Cinco años más tarde, dio otra gira por Japón. Actuó en escenarios de todo el mundo durante más de 70 años. Para su cumpleaños número ochenta recibió un sobresaliente homenaje en el Teatro Colón de Buenos Aires. Osvaldo Pugliese Murió en 1995 en la ciudad de Buenos Aires.

El primer intento de Osvaldo Pugliese como director de orquesta fue en 1936 con un sexteto junto con Alfredo Calabró, Juan Abelardo 'el gallego' Fernández y Marcos 'Marquito' Madrigal (bandoneones), Rolando Curzel y Juan Pedro Potenza (violines), Aniceto Rossi (contrabajo) y el director en el piano. Debutaron en el Germinal de Corrientes 942. (...) El punto de partida de la que conocemos como la orquesta de Osvaldo Pugliese es el 11 de agosto de 1939, cuando debuta en el palco del Café El Nacional de Corrientes 974 con Enrique Alessio, Luis Bonnat y Osvaldo Ruggiero -se agrega luego Antonio Roscini- (bandoneones), Enrique Camerano, Antonio Pulcio, Julio Carrasco -luego Jaime 'Chino' Tursky- (violines), Aniceto Rossi (contrabajo), Amadeo Mandarino (canto) y Pugliese (piano). (...) La expresión que le dio Ruggiero difería de todo lo conocido, sin apartarse de la ortodoxia tanguística. Sus arrebatos, sus matices y sus canyengues son difíciles de separar del conjunto "(Nélida Rouccheto, redactora de "La Maga").

"La noche del 26 de diciembre de 1985 el arrabal entró en el Colón. Con la música y el corazón de Osvaldo Pugliese. El repertorio que interpretó esa noche había sido cuidadosamente elegido por Pugliese. Tenía que ser lo que fue: un paseo por la trayectoria de una orquesta que en esos momentos llevaba cuarenta y seis años de actividad ininterrumpida.

Arrancó (...) con 'Arrabal' (de José Pascual) y siguió con 'Los mareados' (Cadícamo y Cobián);' Después' (H.Gutiérrez y H.Manzi); 'Quinto Año' (Tavera y Tarantino); 'Chacabuqueando' (Roberto Alvarez); 'A Evaristo Carriego' (Eduardo Rovira); 'Melodía de Arrabal' (Gardel-Le Pera); 'Almagro' (Vicente San Lorenzo); 'Recuerdo' (Osvaldo Pugliese y Eduardo Moreno); 'Chiqué ' (Brignolo); 'Copacabana' (Julio De Caro); 'La canción de Buenos Aires' (Azucena Maizani); 'Contame una historia' (Eladia Blázquez y Mario Iaquinandi); 'Protocoleando' (Osvaldo Pugliese); 'Mala junta' (Julio De Caro y Pedro Láurenz); 'Milonga para Gardel' (Carlos Viván y Horacio Sanguinetti); 'Desde el alma' (Rosita Melo); 'La Yumba' (Osvaldo Pugliese); 'La mariposa' (PedroMaffia); 'Toda mi vida' (Aníbal Troilo y José María Contursi) y 'El encopao' (Osvaldo Pugliese).
(...) Esa noche del 26 de diciembre de 1985, Pugliese no llenó de público el Colón. El Colón se llenó de hinchas de Pugliese". (Eduardo Rafael, redactor de la revista "La Maga")

"Una nochecita se las tomó. Dijo: 'Muchachos, yo llegué hasta aquí, ahora sigan ustedes. Alguna vez lo había anunciado. La cosa tenía que ser así, y fue.. No hubo drama. Fue un pasaje de su vida, nada más. Recién estaba por cumplir los 90 años. La juventud se le escapaba por la yema de los dedos que todos los días se empecinaba en ejercitar sobre las teclas del piano para que los chicos de la orquesta no lo sorprendieran con los 'dátiles' duros. Se fue.empilchado como para una milonga. Encanutado en el traje gris con el clavel en el ojal. Flaco y miope como siempre". (Eduardo Rafael, redactor de la revista "La Maga")
Fuentes: http://tango.idoneos.com/ y www.terapiatanguera.com.ar





 


 








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