DENUNCIA DE VECINOS DE SAAVEDRA

“El DOT Baires ha roto la calma”

El nuevo shopping ha provocado el colapso en la circulación vehicular en las calles adyacentes, tanto en capital como en Vicente López y ha talado árboles sin autorización.

Vecinos de Saavedra por la ecología es una agrupación que se preocupa por difundir todo aquello que atente contra la calidad de vida de los habitantes de los barrios que pertenecen al perímetro de la Comuna 12 y también de la ciudad. Esta Asociación ambientalista trabaja también en conjunto con otras ONG’s en defensa del ambiente.

A través de un comunicado, “Vecinos de Saavedra por la ecología” expresaron que “el poco espacio de cocheras ha ocasionado que tanto los clientes como los empleados del propio shopping deban estacionar en las calles... y hasta sobre las veredas. A consecuencia de esto han comenzado a aparecer los llamados "trapitos" que han llegado a cobrarle estacionamiento a los dueños de las casas del lugar con sus autos en la puerta. Asimismo se ha incrementado la inseguridad en todo sentido.
Como si esto no fuera poco la empresa IRSA se ha reunido con las autoridades de Vicente López para que el Club Atlético Platense traslade sus instalaciones y en su lugar se erijan nuevas construcciones para alojar allí oficinas administrativas del shopping”.

A casi un mes de la inauguración del “templo del consumo” más grande de la Ciudad de Buenos Aires, los habitantes de Saavedra, alertados por esta nueva realidad que atenta contra su calidad de vida; convocan a los vecinos a las reuniones en Melián y Pico los miércoles a las 20 horas.

Un análisis crítico

Un informe publicado por el Periódico El Barrio, en su número de marzo de 2009, daba cuenta, que más allá de los beneficios que la presencia de este coloso inyectará directa o indirectamente en Saavedra, no todas son luces para el Dot Baires Shopping. Un grupo de alumnos de la Licenciatura en Gestión Ambiental de la Universidad CAECE, entre ellos Hugo Campos, integrante de la Agrupación Vecinos de Saavedra por la Ecología, elaboró un extenso trabajo práctico para la materia “Estudios de Impacto Ambiental”. Allí se sostiene que el componente biológico del lugar donde fue emplazado el centro comercial se verá muy afectado, ya que en las inmediaciones hay un espacio verde con una gran diversidad de especies animales y vegetales.

En cuanto al componente socioeconómico, la investigación considera los posibles impactos del emprendimiento sobre el Barrio Mitre y sobre los negocios de la zona, en especial el pequeño centro comercial existente en la Av. Ruiz Huidobro entre las calles Plaza y Estomba. “El lugar donde se realizará el emplazamiento se ha perdido para el uso potencial como espacio verde para recreación de los vecinos del área. Esto hubiera sido muy provechoso para la ciudad, ya que es una de las que menor cantidad de metros cuadrados por habitante tiene”, dice el infome. Cabe destacar que el trabajo fue elaborado hace varios meses y la mayoría de los diagnósticos negativos se refieren a la etapa de construcción, no tanto a la de operación.

Al analizar si la impermeabilización del área del proyecto tendrá un impacto negativo sobre las inundaciones crónicas que se registran en el lugar, los estudiantes recuerdan que antiguamente el curso natural del arroyo Medrano se desbordaba cuando llovía, produciendo inundaciones y perjudicando las comunicaciones de la época. Por este motivo, desde fines del siglo XIX y principios del XX se procedió a solucionar el problema construyendo por debajo de la ciudad grandes túneles. Este acontecimiento y el posterior loteo de los terrenos posibilitó una mayor urbanización. “Pero la ciudad siguió creciendo. Al urbanizarse cada vez más se fue impermeabilizando. Y el aporte de las bocas de tormenta, que desagotaban en estos colectores, se fue incrementando. Si a esto se le suma la obstrucción del 50 por ciento del entubamiento -normalmente compatible con el abandono en el mantenimiento- el resultado es la imposibilidad de desagote, lo que provoca frecuentes inundaciones en los barrios próximos a los arroyos”, puede leerse en el informe.

Si bien no lo dicen expresamente, los autores especulan con que el nuevo centro comercial podría limitar el normal escurrimiento de las aguas de lluvia. Se teme además que los desagües pluviales se vean perjudicados al recibir la mayor cantidad de residuos que los clientes del shopping arrojen a la calle. Con respecto a la napa freática, el desvío que sufrió en ese lugar podría ocasionar un ascenso de su nivel. “Asimismo, la impermeabilización del suelo dificultará la recarga de la misma”, reza el texto.

Por otra parte, se observa que el incremento vehicular traerá aparejado una mayor concentración de gases en el lugar y que el ingreso al estacionamiento ocasionará frecuentes usos de la bocina, así como el propio de los motores. Producto de esa combustión se generará una mayor cantidad de material particulado que se depositará en las hojas de los árboles y plantas, mientras numerosas aves evitarán el lugar donde funcionará el shopping. “La aparición de fauna asociada directamente a actividades humanas puede considerarse perjudicial, sobre todo para el caso de las plagas. En cuanto a la calidad del aire, se verá afectada por la emisión de gases de los acondicionadores de aire (frío/calor), el humo proveniente de las cocinas del patio de comidas y una mayor intensidad lumínica a causa de reflectores externos”, agrega la investigación universitaria.