UN EDIFICIO HISTÓRICO EN PELIGRO
El Patrimonio Nacional, ¿se alquila?
La Junta de Estudios Históricos de Villa Crespo denunció
el intento de alquiler del Conventillo de la Paloma ante la Defensoría
porteña.
Solicitan que ese organismo exhorte a Defensa del Consumidor por
un eventual engaño que estaría llevando a cabo la
inmobiliaria Goldstein.
En la foto se puede observar que la inmobiliaria colocó el
día lunes 21 de enero pasado, su cartel junto al que informa
de la Resolución de la Defensoría y de la declaración
de APH del Conventillo.
Hugo Tornese, presidente de la Junta de Estudios Históricos
de Villa Urquiza, indicó que "resulta irrisorio que
se intente alquilar un edificio patrimonial, es evidente que de
alquilarse el predio, se realizarán obras que deben contar
con el debido aviso y permiso. Pero además, deben contemplar
el nivel de protección estructural que pesa sobre el edificio
según ley 1.487.
En su denuncia ante la Defensoría del Pueblo porteña,
Tornese solicita que se informe a Defensa del Consumidor de la Ciudad
para evitar algún tipo de engaño, por cuanto sería
ilícito alquilar ese inmueble en las actules circunstancias.
La Historia de un inmueble que da identidad cultural a un barrio
En 1887, siendo nuestra Ciudad Capital de la República,
la Provincia de Buenos Aires le cede los pueblos de Flores y de
Belgrano, ubicándose en éste último una zona
de extensas quintas atravesada por el cañadón denominado
Arroyo Maldonado.
Por entonces, el Intendente Municipal Dr. Antonio Crespo apadrinó
la construcción de una importante curtiembre entre calles
Canning, Warnes y el arroyo, que generó buenos negocios
para los fabricantes locales de calzado que comenzaron a denominar
al lugar "Villa Crespo" en honor al Intendente.
Al año siguiente, allí se afincó la fábrica
de calzados de la Empresa Wattini y Cía. desde su emplazamiento
en la Plaza de la Victoria. Se la denominó "Fábrica
Nacional de Calzados".
La casa ubicada en el corazón de Villa Crespo fue construida
a comienzos del siglo XX por pedido de Salvador Benedit, gerente
de la "Fabrica Nacional de Calzados" para que los obreros
vivieran cerca de la empresa. "La Nacional", que contaba
con 112 habitaciones con cocinas, se constituyó en la primera
población de familias del barrio dando lugar a uno de los
tantos crisoles de habitantes de distintos orígenes de
la Ciudad.
Allí convivían españoles, italianos, judíos,
árabes y criollos quienes organizaban tertulias y bailes
sin faltar los clásicos dramas de amoríos y peleas
que a veces acababan con la muerte de algunos de sus protagonistas.
Alberto Vacarezza se inspiró en ese lugar para producir
su célebre sainete "El Conventillo de la Paloma"
donde convivían en caricaturas lingüísticas
y expresivas, extranjeros y compadritos argentinos.
Las características de la construcción, que aún
conserva las cerámicas y baldosas en su pasillo con dibujos
característicos de la época, es uno de los pocos
que presentan esta tipología en Buenos Aires. En razón
de ello, "El Conventillo de la Paloma" constituye un
ámbito singular que se puede identificar como uno de los
referentes de la cultura ciudadana.