Fecha de Publicación:18/12/09 |
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Funciones de la nota
NOTA DE OPINIÓN
Consideraciones sobre el “Programa
Compromiso Buenos Aires 2020”
El 11 de diciembre de 2009 en el salón San Martín,
de la legislatura porteña, el Jefe de Gobierno de la Ciudad
de Buenos Aires, sostuvo que “la participación es una
parte fundamental de la democracia”, en el marco del cierre
del “Programa Compromiso Buenos Aires 2020” que se realizó
en la Legislatura Porteña.
Por el Ingeniero Osvaldo Buscaya*
Esta “división” entre participación y
democracia, presume, desconceptualizar lo esencial de la democracia
participativa, al afianzar el criterio de asimilar la democracia
como la “representación” y a la “participación”,
como un mero apéndice subordinado y concedido por el poder
de los “representantes”.
El Secretario General del Ejecutivo porteño, manifestó:
“Queremos darle al CoPE el lugar que se merece, y queremos
que el entramado social de la ciudad también tome en serio,
con responsabilidad y compromiso, esta instancia constitucional
de la democracia participativa”.
Ésta manifestación del Secretario General parecería
obviar que él CoPE, precisamente, posee su lugar, al ser
un mandato constitucional, siendo el Programa Compromiso Buenos
Aires 2020, en éste caso, el producto de una gestión
gubernamental circunstancial.
La constitución porteña contiene las herramientas
institucionales y jurídicas cuyo objetivo es la inclusión
de la ciudadanía en el proceso de toma de decisiones y el
control de las políticas públicas, más allá,
como en éste caso, de una gestión gubernamental circunstancial.
Lo único que parecería claro a la Corporación
Política en el Poder Publico es que con la expresión
participación ciudadana se está haciendo referencia
a alguna especie de relación difusa entre Estado y sociedad
civil (1). De aquí resulta que se plantea para la práctica
la exigencia de que se incentive, impulse y desarrolle la participación
ciudadana.
Independientemente de problemas terminológicos la participación,
para la Corporación Política en el Poder Público,
es considerada como aquella que, sólo subordinada, se relaciona
con un poder público que se arroga la representación
del Estado (2). Sin embargo, la relatividad de esta significación
de participación política se plantea en cuanto se
sale de la reducida esfera del sistema político partidario,
puesto que nada determina que la participación política
sólo se pueda ejercer a través del sistema de partidos,
ni nada impide que a través de los partidos políticos
se realice una participación que no sea estrictamente política.
De modo que el órgano a través del cual se realice
la participación no determina necesariamente el tipo de participación
de que se trata.
La participación ciudadana es generalmente entendida como
una participación en actividades públicas. No tendría
utilidad extender el alcance de la participación ciudadana
a otras formas de participación social, como las de carácter
comunitario, el asociacionismo privado y otras que se desarrollen
en función de variados intereses o valores circunscritos
a la esfera privada y sin pretender relaciones activas con el poder
público. La participación social corresponde a intereses
privados (aunque sean colectivos) de la sociedad civil y reconoce
intereses públicos, políticos, ante los que apela
pidiendo el reconocimiento del carácter público que
tiene su interés privado; pero ese interés privado
no se transforma en público, sino que se puede hacer pública
la consideración de ese interés. El problema de los
derechos fundamentales ya no consiste en su reconocimiento, sino
en la posibilidad de tornarlos efectivos, lo cual no resultará
posible si las ciudadanas y los ciudadanos no logran ejercerlos
en forma plena. Los derechos además de tener un valor intrínseco,
poseen un valor instrumental, que al fin y al cabo es lo que más
nos interesa en relación a la participación ciudadana.
Los derechos son también, aunque no sólo eso, garantías
para el bienestar. La participación, en tanto derecho, a
de ser una garantía de bienestar.
Esta condición nos sugiere inmediatamente otro elemento adicional
para hacerla realidad, que está enmarcado en la relevancia
de un término muy usado en la participación ciudadana:
“tomar parte”. Es relevante la idea de “tomar
parte”. Apunta más allá de los actos eleccionarios
a una noción más expansiva, que incluye una sociedad
civil fuerte, capaz de influir significativamente en la política
pública. Esta expresión indica el carácter
programático de la participación. Participación
es descentralizar.
La gestión pública debe ser pensada para la ciudadanía,
prevaleciendo la calidad y la eficiencia
Los lineamientos institucionales presentan una dinámica,
actualmente, que sería extraña a la “representación”,
representando aquello mismo de lo que la “representación”
se guarda, consiste en guardarse, manteniendo con ello una relación
sin relación de exclusión que significa a la vez la
necesidad de lo institucional. Y es en el interior de la “misma”
palabra –institucional—donde la traducción debería
encontrar su lugar, entre el concepto de democracia participativa
en su determinación dominante, legítima, concorde
con el consenso elemental de la tradición republicana y aquel
que se anuncia con la Constitución porteña. Debemos
indicar, también, un aspecto restrictivo en el Espacio de
Trabajo toda vez que la participación en el mismo, no debería
estar condicionada a las organizaciones sino como un espacio abierto
para la propuesta de ideas-proyecto para el Plan Estratégico,
a toda la ciudadanía y así lo social adquiere importancia
en el Plan Estratégico al introducir los conceptos de desarrollo
sustentable y equitativo. Nuestro interés por lo social permite,
además, no reducir un plan estratégico a resolver
aspectos de índole económica y en éste sentido
obtenemos una visión más amplia, con la tendencia
hacia una ciudad digna de ser vivida, porque todos los ciudadanos
tienen derecho a que así sea. Vivimos una concepción
del mundo, que está consolidando modelos abiertos de interacción
entre los sujetos y las organizaciones; formas de convivencia que
nos permita ser coprotagonistas gracias al encuentro y la diferencia
abandonado la coordinación vertical por la horizontalidad.
Toda coordinación ciudadana requiere de la intervención
del Estado atento sus recursos jurídicos intransferibles,
económicos e información, en la interacción
de sociedad y Estado, que requiere una ciudadanía fuerte
y un redimensionamiento estatal, porque las acciones estatales no
deberían estar desvinculadas de la participación.
Esta interacción de la gestión gubernamental y la
ciudadanía es imprescindible en los procesos estratégicos
si reconocemos que la viabilidad de este conjunto de estrategias
se podría lograr si se alteran ciertas tendencias arraigadas
en la ciudad, principalmente una de ellas, en el modo de pensar
las acciones e intervenciones urbanas, descargando toda las responsabilidad,
de las transformaciones locales, en el gobierno. Tomando la perspectiva
indicada en la
Dimensiones se apunta a garantizar el lugar de las relaciones cotidianas,
siendo la mutua transversalidad lo esencial de no encerrarse en
sí mismas para promover el crecimiento de la Ciudad, imaginando
su futuro; mejoras de infraestructura y medio ambiente, seguridad,
acceso al espacio público, excelencia en la salud pública
y educación como real elemento estratégico y lo esencial:
que la gestión pública debe ser pensada para la ciudadanía
(3), prevaleciendo la calidad y la eficiencia. En síntesis,
promover una activa y dinámica participación ciudadana
en la propia planificación estratégica, garantizando
lo social desalentando la exclusión de todo tipo y orden
en un espacio de acción colectiva.
La revitalización del CoPE es la revitalización de
lo ciudadano y lo político, evitando el deterioro en que
el espacio del Plan Estratégico se deslizaba y tendía
a vaciarse de contenido, pensando a todas las ciudadanas y ciudadanos
en los proyectos; favoreciendo a que la vecina y el vecino tomen
activa parte como esencial aporte: de los reales y concretos protagonistas
de la CABA.
*Presidente Unidos por el Barrio San José de Flores
Asociación Civil
Asociados a FECOBA
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