VICTIMAS DEL TERRORISMO DE ESTADO
Se cumplen 30 años de la aparición
de los restos de las tres Madres de Plaza de Mayo arrojadas vivas
al mar
El 20 de diciembre de 1977 comenzaron a aparecer cadáveres
provenientes del mar en las playas de la provincia de Buenos Aires,
a la altura de los balnearios de Santa Teresita y Mar del Tuyú.
Los médicos policiales que examinaron los cuerpos, registraron
que la causa de la muerte había sido "el choque contra
objetos duros desde gran altura", como indicaban el tipo
de fracturas óseas constatadas, sucedidas antes del deceso,
debido a los conocidos "vuelos de la muerte" Las autoridades
locales dispusieron de inmediato que los cuerpos fueran enterrados
como NN en tumbas individuales en el cementerio de General Lavalle.
En 2003 el intendente de General Lavalle a raíz de una
investigación periodística de estudiantes de la
Carrera de periodismo de la Universidad de la Plata, informa de
la existencia de nuevas tumbas NN en el cementerio de la ciudad.
El juez Horacio Cattani autorizó al Equipo Argentino de
Antropología Forense excavaciones, descubriéndose
dos líneas de tumbas, una por encima de la otra. Se hallaron
así 8 esqueletos, 5 correspondientes a mujeres, 2 correspondientes
a varones y uno, clasificado como GL-17, que se definió
como "probablemente masculino".
EL EAAF determinó que los restos de las cinco mujeres pertenecían
al grupo de secuestrados entre los días 8 y 10 de diciembre
de 1977, conocidos como el grupo de la iglesia de la Santa Cruz.
El 8 de julio de 2005 el juez Horacio Cattani recibió el
informe estableciendo que tres de los restos individualizados
pertenecían a las dirigentes de las Madres de Plaza de
Mayo: Azucena Villaflor de De Vincenti, quien buscaba a Néstor,
su hijo, desaparecido el 30 de noviembre de 1976. Mary Ponce de
Bianco, quien buscaba a su hija Alicia, desaparecida el 30 de
abril de 1976 y había tenido la tenacidad y la fuerza para
recuperar el 18 de abril de 1977 a su sobrina nieta: Soledad Ponce,
de 11 meses, dejada en Casa Cuna, después del asesinato
de sus sobrinos Manuel Ponce y Oscar Ponce. Y Esther Ballestrino
de Careaga, refugiada paraguaya en la Argentina, que buscaba a
su hija, Ana María, quien estuvo secuestrada en el Centro
clandestino El Atlético y una vez liberada, el 30 de septiembre
de1977, Esther se decidió a sacar a su familia al exilio
y eligió quedarse en el país. Las Madres después
de muertas volvieron a ser pioneras una vez más, sus huesos
permitieron constatar el primer "vuelo de la muerte"
de la ESMA
Los dos cuerpos femeninos restantes recuperados por el mar, e
identificados con posterioridad corresponden: a la religiosa franco-argentina
Leonie Duquet, secuestrada el 10 de diciembre de 1977 en Ramos
Mejía y trasladada a la ESMA, identificada el 25 de agosto
de 1977 y a Angela Auad, quien se acercó a las Madres porque
tenía a su marido, Roberto Genovés, preso en el
Chaco y fue secuestrada 8 de diciembre a la salida de la iglesia
de la Santa Cruz, trasladada a la ESMA e identificada el 15 de
septiembre de 2005.
En el cementerio de General Lavalle fueron enterradas en tumbas
individuales en el siguiente orden: Leonie Duquet 17, Azucena
Villaflor de De Vincenti 18, Mary Ponce de Bianco 19, Angela Auad
20 y Esther Ballestrino de Careaga 23. Los restos de cuatros de
ellas por decisión de sus familiares, descansan en el solar
de la iglesia de la Santa Cruz junto a parte de las cenizas de
Azucena que fueron esparcidas además en la Plaza de Mayo.
Las partidas de defunción de Azucena y Mary llevan la fecha
22 de diciembre de 1977 y la de Esther es del 29 de diciembre
de 1977.
Aquellas primeras huellas
Desde que se supo que existían huellas digitales de personas
enterradas como NN se generó la necesidad de contar con
las de las personas desaparecidas para comparar unas con otras
y así poder identificarlas.
En el caso particular de la Pericia 90/77 del Laboratorio de Investigaciones
Necropapiloscópicas, sabíamos de su existencia desde
principios de los 90. Desde entonces quedó claro que correspondían
a una víctima de los "Vuelos", pero hubo que
esperar muchos años para saber de quien se trataba.
Durante esos años se recibieron miles de huellas de personas
denunciadas como desaparecidas y éstas -de las que se conocía
su nombre- se fueron comparando con las de NN que se habían
podido localizar. Estas comparaciones produjeron varias identificaciones,
pero hasta noviembre de 2004 no permitieron saber a quién
pertenecían las huellas de la Pericia 90/77. Una parte
importante en la demora para contar con las huellas de Angela
Auad fue producto de un error en la inscripción de su apellido:
siempre había aparecido como AGUAD, siendo el correcto
AUAD. Cuando se conoció el error se pidieron al Registro
Nacional de las Personas las huellas de Angela AUAD y, confrontaciones
mediante, pudo saberse finalmente quién era la persona
cuyas huellas fueron tomadas en la Pericias 90/77.
Esa fue la llave: saber que una de las víctimas era Angela.
Así se pudo achicar significativamente la posible identidad
de las restantes personas que habían aparecido, en las
mismas circunstancias y contemporáneamente, con ella. Era
el grupo secuestrado de la Iglesia Santa Cruz. El resto fue hacer
la recuperación arqueológica y contactar a los familiares
para conseguir la sangre que permitiera confirmar esa hipótesis.
El trabajo no culmina con estas identificaciones. Hay dos personas
que sufrieron el mismo tratamiento con posterioridad y aún
no están identificadas (lo único que sabemos a ciencia
cierta es que no corresponden a ninguna de las personas del grupo
de la "Santa Cruz") y hay varios casos más en
proceso de investigación.
Conocimiento y encubrimiento por parte del gobierno de los
Estados Unidos
Documentos secretos del gobierno de los Estados Unidos desclasificados
en 2002 prueban que el gobierno norteamericano sabía desde
1978 que los cuerpos sin vida de las monjas francesas Alice Domon
y Léonie Duquet y de las madres de Plaza de Mayo Azucena
Villaflor, María Ponce y Esther Ballestrino habían
sido encontradas en las playas bonaerenses. Esta información
fue mantenida en secreto y nunca fue comunicada al gobierno argentino.
El dato está incluido en Documento Nº 1978-BUENOS-02346
dirigido por el entonces Embajador de Estados Unidos en la Argentina,
Raúl Castro, al Secretario de Estado de los Estados Unidos,
lleva fecha del 30 de marzo de 1978 y menciona como objeto "Informe
sobre monjas muertas". Textualmente el documento dice:
1. A.F.P. Marzo 28 Historia recopilada en Paris informa que los
cuerpos de dos monjas francesas (Alicia Doman y Renee Duguet)
que fueron secuestradas a mediados de diciembre con otros once
activistas de derechos humanos fueron identificados entre los
cuerpos cerca de Bahía Blanca. 2. Buenos Aires estaba llena
de ciertos rumores desde hace un mes sobre constancias del descubrimiento
de un número de cadáveres llevados a la playa por
vientos inusualmente fuertes a lo largo del mar atlántico
en puntos cercanos a la boca del Río de la Plata unas 300-350
millas al norte de Bahía Blanca (Ver Buenos Aires 1919
para control) 3. (Sección en borrada) que estuvo tratando
de rastrear estos rumores tiene información confidencial
de que las monjas fueron secuestradas por agentes de seguridad
argentinos y en algún momento fueron transferidas a la
localidad de Junín que se encuentra cerca de 150 millas
al oeste de Buenos Aires. 4.
La Embajada también tiene información confidencial
obtenida a través de una fuente (protegida) del gobierno
argentino de que siete cuerpos fueron descubiertos hace algunas
semanas en la playa atlántica cerca de Mar del Plata. De
acuerdo a esta fuente, los cuerpos eran los de las dos monjas
y cinco madres que desaparecieron entre el 8 y el 10 de diciembre
de 1977. Nuestra fuente confirma que estos individuos fueron secuestrados
por miembros de las fuerzas de seguridad actuando bajo su amplio
mandato contra terroristas y subversivos.
La fuente además declaró que pocos individuos en
el GOA estaban al tanto de esta información. 5. Esta fuente
a informado verazmente en el pasado y tenemos razones para creer
que tiene conocimiento sobre cuestiones de desapariciones. La
Embajada solicita que su informe sea protegido para evitar comprometer
una fuente que ha probado ser útil en proveer información
concerniente a individuos perdidos o desaparecidos.
Del total de los doce secuestrados, conocidos cono "el grupo
de la Santa Cruz" han sido recuperados cinco cuerpos y permanecen
aún desaparecidos: la religiosa franco - argentina Alice
Domon, Remo Bernardo quien tenía a Amado, su hermano desaparecido,
Patricia Oviedo buscaba a Pedro, su hermano secuestrado y Julio
Fondovila buscaba a Carlos, su hijo.Gabriel Horane, Raquel Bulit
y Horacio Elbert eran militantes de Vanguardia Comunista, organización
maoísta, que se sumaron a la lucha en la defensa de los
Derechos Humanos