ES
EL SEGUNDO EN TRES AÑOS
Se produjo otro accidente fatal en la obra
de la línea B
El jefe de obra de una subcontratista de Benito Roggio falleció
en un accidente cuyas causas aún no fueron esclarecidas.
La noticia fue difundida por la agencia enelsubte.com, y hasta
el momento el hecho ha tenido escasa repercusión en los
grandes medios.
Cristian Benincasa
(fuente de la foto www.facebook.com)
El arquitecto Cristian Benincasa, jefe de obra de una subcontratista
de Benito Roggio, falleció en un accidente cuyas causas
aún no fueron esclarecidas. En tres años, es la
segunda víctima fatal en la obra de extensión del
tramo II de la línea B.
La agencia de noticias enelsubte.com, da cuenta que en circunstancias
aún no del todo claras, falleció el jefe de obra
de una de las empresas subcontratistas de Benito Roggio en la
obra del tramo II de la línea B. El arquitecto murió
aplastado por una volqueta mientras realizaba una visita de rutina
a los trabajos junto a un capataz.
De acuerdo a las fuentes consultadas, Cristian Benincasa de 43
años circulaba por un area de tránsito peatonal
cuando la máquina, que aparentemente transitaría
por una zona no autorizada a más de 80 metros de su lugar
de trabajo, lo embistió y le fracturó el cráneo.
A poco de ocurrido el accidente, un obrero tuvo que ser atendido
tras sufrir una descompensación producto de la conmoción
emocional. La obra quedó paralizada inmediatamente y se
presume que hoy no se trabajaría ya que la empresa dio
dos días de franco al personal que presenció el
luctuoso episodio.
Este hecho se convierte, así, en la segunda muerte ocurrida
en la obra del tramo II de la línea B. En octubre de 2007,
un obrero murió luego de que una herramienta de acero cayera
de un andamio ubicado a una considerable altura, suficiente como
para perforar el casco reglamentario y ocasionarle el deceso.
El hecho ocurrió el 19 de octubre a la altura de la futura
estación Echeverría, cuando César, de 25
años, realizaba el proceso de hormigonado de la estación
Echeverría se desprendió y cayó sobre su
cabeza la punta de un martillo neumático, haciendo que
se desplomara inconsciente en un pozo. Si bien el accionar de
sus compañeros fue rápido y la ambulancia tardó
pocos minutos en llegar, César murió mientras era
trasladado al hospital.
La muerte del buzo Rodrigo Ojeda aún no ha sido esclarecida
En el mes de septiembre, el presidente del Partido de
la Ciudad, Jorge Giorno, le exigió al Gobierno porteño
que de explicaciones por la muerte de Rodrigo Ojeda en las obras
del Maldonado.
La persona fallecida era buzo que revisaba los cabezales de la
tunelera a 30 metros de profundidad y que ante una emergencia
no habría tenido disponibles los recursos necesarios para
sobrevivir.
Esta denuncia se suma a la que había realizado tiempo
atrás el legislador del Encuentro Popular para la Victoria,
Juan Cabandié. En ese momento, el diputado detalló
que Rodrigo Ojeda, de 32 años, murió el 8 de abril
” tras sufrir una descompensación al salir a la superficie,
luego de sumergirse a 30 metros de profundidad para hacer tareas
en la cabeza de la tunelera que efectúa excavaciones para
aliviar el caudal del Maldonado”.
“Fue una irresponsabilidad del Estado y de la empresa a
cargo de las obras, que justamente, está vinculada con
el primo de Macri”, había asegurado a Télam
el representante kirchnerista.
“El Ministerio de Desarrollo Urbano, a cargo de Daniel
Chain, no sólo ocultó lo ocurrido sino que se niega
a dar información concreta sobre la muerte de ese trabajador”
señaló el dirigente, referente dasnevista en la
Capital Federal.
Un informe del diario Miradas al Sur, detalló
que el Gobierno de la Ciudad y la empresa italiana Ghella, constructora
de los túneles aliviadores del Arroyo Maldonado, no acataron
una orden de Prefectura para detener las obras tras la confusa
muerte del buzo Rodrigo Ojeda, ocurrida allí el 8 de abril.
El pedido se formuló pocas horas después del fallecimiento,
con la intención de preservar el lugar y poder hacer las
averiguaciones correspondientes. Así surge del acta labrada
por la entidad naval. El Gobierno porteño y empresa desoyeron
la orden, y muchas pruebas quedaron tapadas “con la intención
de que el caso no trascienda”, según señaló
una fuente de Prefectura que regularmente visita la obra. Y es
que la incomodidad que tiene el Ejecutivo de la Ciudad por el
caso no es menor, ya que la muerte del trabajador sucedió
cuando pesaban sobre la obra dos fallos judiciales, tanto de primera
como de segunda instancia, que aún están vigentes
y que ordenan la suspensión de las actividades. Las demandas
fueron presentadas ante los tribunales por los ex legisladores
Milcíades Peña y Facundo Di Filippo junto al actual
edil Sergio Abrevaya.