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El Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos cumple 50 años

Fundado el 23 de noviembre de 1958, es un institución fundamental del pensamiento cooperativista en el país. Dirigentes de Parque Chas y Villa Urquiza analizan el pasado y el presente de la entidad.

Por Fernando Belvedere


El Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos (IMFC) es una entidad federativa o cooperativa de segundo grado, fundada el 23 de noviembre de 1958 en la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe. Los objetivos fundacionales del IMFC fueron cuatro: difundir los principios y valores de la cooperación, representar a sus cooperativas asociadas ante los poderes públicos, promover la creación de cooperativas y movilizar a través de una red solidaria los fondos ociosos de las cajas de crédito cooperativas, desde unas regiones del país hacia otras, según los requerimientos estacionales de la actividad económica.

Esta última función –que le dio el nombre a la entidad– fue interrumpida en 1966 como consecuencia de las medidas restrictivas a la operatoria del cooperativismo de crédito impuestas por el gobierno de facto de entonces.

Los otros tres objetivos fundacionales fueron ampliamente cumplimentados y continúan siéndolo en el presente, a través de la intensa y multifacética labor del IMFC. En efecto, entres 1958 y 1966 el Instituto fundó cerca de 1.000 cooperativas de crédito en casi todo el país, de las cuales continuaron funcionando alrededor de 450 tras el golpe de Estado del 28 de junio. Años después, luego de la reforma financiera de 1977, la mayoría de esas cajas de crédito se fusionaron para dar origen a 76 bancos cooperativos, cuyo único y digno heredero actual, resultante de un proceso de fusiones y absorciones, es el Banco Credicoop Cooperativo Limitado.

Como expresión de su coherente conducta principista y su vocación emprendedora, el IMFC presta permanente y especial atención a la actividad cultural y educativa. Por tal motivo y en cumplimiento de su misión creó, en el año 1973, el Instituto de la Cooperación –Idelcoop– Fundación de Educación, Investigación y Asistencia Técnica. Más recientemente, en 1998, puso en marcha el Centro Cultural de la Cooperación, que desde el mes de marzo de 2005 lleva el honroso nombre de Floreal Gorini, en homenaje a quien fuera presidente del IMFC y creador del CCC.

En el orden nacional, el Instituto Movilizador está asociado a la Confederación Cooperativa de la República Argentina (Cooperar) y a nivel mundial, integra la Alianza Cooperativa Internacional (ACI).


El Cooperativismo en los barrios de Villa Ortúzar y Villa Urquiza

Las cajas de créditos cooperativas se organizaron con un profundo sentido federalista y fueron integradas por pequeños y medianos comerciantes, industriales, cuentapropistas, profesionales y trabajadores, se asentaron en barrios y ciudades de casi todo el país.

Roberto Vespa y Margarita Zalazar (vecinos de Parque Chas) dirigentes cooperativos de la Comisión de Asociados del Banco Credicoop Sucursal Villa Ortúzar y la presidenta de la Comisión de Asociados del Banco Credicoop Sucursal Villa Urquiza, Inés Mazzetti de Lamas, explican el sentido del IMFC:
“El Instituto funciona como un promotor del cooperativismo. Había un grupo de empresarios, comerciantes y artesanos que no tenían acceso al crédito. Entonces, para hacer frente a esta situación, se juntaron y crearon una caja de crédito, inventaron el cooperativismo de crédito”.

"Algunas de las causas del golpe de Onganía fue que las cajas cooperativas estaban adquiriendo un importante protagonismo. La transparencia de las cajas de crédito siempre ha sido demostrada.
A pesar del Golpe, el Instituto Movilizador de fondos cooperativos continuó con su labor.

Durante el otro golpe de Estado, esta vez en el 76, la Ley de entidades financieras no permitía la forma cooperativa en el país. Esta situación derivó en una gran movilización a nivel nacional de los compañeros cooperativos y se publicaron solicitadas en los principales diarios del país, donde se exigía la continuidad de las cajas de crédito. Con esta lucha se logra modificar la ley de entidades financieras y se exige la fusión de las cajas en Bancos cooperativos.

No fue una tarea fácil, ya que cada caja cooperativa tenía entre 25 y 50 dirigentes barriales trabajando en ellas. La fusión hace que quede reducido a 1 ó 2 dirigentes por cada entidad. Un ejemplo, es lo que sucedió con la Caja popular Villa Ortúzar, hoy filial 60 del Banco Credicoop que es el resultado de la fusión de 44 cajas de crédito.

Para mantener el nivel de participación de sus dirigentes, el Instituto Movilizar crea las Comisiones de Asociados, cumpliendo el mismo rol que tenían en los consejos de administración de cada una de las pequeñas entidades cooperativas", explica Roberto Vespa, vecino de Parque Chas y dirigente cooperativo histórico de la zona.

En la zona, el Banco Credicoop tiene cuatro filiales: Saavedra (Ricardo Balbín 4130), Villa Pueyrredón (Mosconi 2793), Villa Urquiza (Bucarelli 2696) y Villa Ortúzar (Triunvirato 3987). Estas sucursales tienen una particularidad: forman parte de las 60 cajas de crédito que en su momento dieron origen al banco. Explica Lamas las particularidades de algunas de ellas: “El edificio del Credicoop de Bucarelli lo hicieron los cooperativistas. Pertenecía a una de las cajas de crédito que se transformaron en banco. De la construcción original se conservó la fachada de lo que era el Cine Supremo. La sede de Villa Ortúzar también tiene su importancia, ya que allí se redactó el acta de fundación del Banco Credicoop. Y la de Saavedra posee un importante y amplio teatro”. Por último, Lamas resalta que en cada movida popular que se produzca en el barrio va a estar la Comisión de Asociados dando una mano: “Siempre hemos apoyado a todos los movimientos populares que nos parecen afines”.

En declaraciones a ParqueChasWeb, Roberto Vespa agrega: "Por más que suene insólito, se puede trabajar, militar ad honerem en una entidad financiera. Los dirigentes cooperativos no obtenemos beneficios económicos, pero sí, obtenemos otros más importantes a través de una militancia solidaria dentro de la comunidad de cada barrio. Nos permite conocer sus inquietudes, sus necesidades. Existe una verdadera integración entre los vecinos y las entidades del barrio.

Desde estas Comisiones, ubicadas en los barrios, pueblos y ciudades de los distintos rincones del país se viene trabajando y acompañando las distintas movilizaciones a favor de una mejor distribución de la riqueza en nuestro país. Un ejemplo de ello, fue la gesta del FRENAPO que significó uno de los puntos más altos de acumulación de poder popular en el epílogo de la resistencia y cuando asomaba un nuevo tiempo de esperanza colectiva."

Por su parte, Margarita Zalazar, con una extensa labor cooperativa; es representante de la Comisión asesora de la zona 20 (filiales Villa Pueyrredón, Villa Ortúzar) ante el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos.

Después de la debacle de 2001 surgieron las fábricas recuperadas y el IMFC está dando su apoyo a estos emprendimientos solidarios.

Margarita Zalazar dice que "no es un asunto fácil, y que el asesoramiento lleva su tiempo". Por ejemplo, una cooperativa textil de Formosa está proveyendo de ropa blanca al Hotel Bauen, que fue recuperado por sus trabajadores bajo la forma cooperativa.

"En Villa Urquiza la fábrica de ropa para chicos Mc Body también está siendo gestionada por sus trabajadores y recibe el apoyo y asesoramiento del IMFC y del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES)", agregó Margarita.

Es que desde 1998 el IMFC ha puesto especial énfasis en la promoción y organización de nuevas cooperativas, para lo cual asignó una partida de recursos financieros propios, equipos de trabajo y su infraestructura de servicios. El abanico de prestaciones incluye el asesoramiento normativo y todos los trámites necesarios para constituir una cooperativa. Pero, sin dudas, de todas las realizaciones correspondientes a la nueva etapa la más importante y que despierta mayor orgullo en los cooperativistas es el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, ubicado en Corrientes 1543, que entre docentes, estudiantes, investigadores sociales, artistas plásticos y comunicadores sociales reúne a casi medio centenar de personas en sus diversas actividades. Este centro cultural tiene por objeto esencial contribuir a la promoción de una nueva cultura fundada en los valores de la cooperación.

Para Lamas, de la Comisión de Asociados del Banco Credicoop Sucursal Villa Urquiza; el cooperativismo adquiere mayor dimensión en los tiempos de crisis. Por eso no le llama la atención que el IMFC haya recuperado protagonismo hacia fines de los años 90, cuando los trabajadores que se estaban quedando sin trabajo acudieron a pedir ayuda.

Cómo nació el Cooperativismo

En 1844, un grupo de obreros ingleses creó una organización cooperativa de carácter legal, con los aportes de sus integrantes. El 24 de octubre de 1844 crearon el primer Almacén Cooperativo en la Ciudad de Rochdale, Inglaterra, considerado hoy como el origen de este tipo de entidades (si bien han existido otros intentos anteriores). Estaba formado por 28 tejedores desocupados de la fábrica de tejido de Rochdale, por haber participado de una huelga, y aportaron como capital a la nueva Sociedad la cantidad de 28 peniques cada uno. Hoy son conocidos como "Los Pioneros de Rochdale".

Los Pioneros se auto impusieron reglas que debían respetar rigurosamente y que fueron una de las causas de su éxito. Crearon una carta que establecía los pasos que guiarían a la organización. Así nació el cooperativismo organizado. Sus principios, fundamentados en genuinos ideales de solidaridad, fueron asentados en la "Carta de Cooperación" que Carlos Horteserth, paladín de este fundación, presentó ante las Cámaras de los Comunes:

La cooperación completa la economía política al organizar la distribución de la riqueza.
No afecta la fortuna de nadie.
No trastorna la sociedad.
No molesta a los hombres del Estado.
No constituye una asociación secreta.
No quiere ninguna violencia.
No causa ningún desorden.
No ambiciona honores.
No reclama favores.
No pide privilegios especiales.
No trata con holgazanes.
No busca ayuda oficial.
Siente horror por los monopolios y los combate sin cesar.
Desea la concurrencia seria y honesta en la cual se ve el alma de todo progreso de verdad; significa la responsabilidad personal, la iniciativa personal y la participación es ese prestigio que el trabajo y el pensamiento saben conquistar.
Estas reglas fueron revisadas por la Alianza Cooperativa Internacional en 1937. En 1966 se agregó una redacción adecuada a los nuevos tiempos, a través de los siguientes principios:

Adhesión libre y voluntaria.
Organización democrática.
Limitación del interés al capital.
Distribución de excedentes entre asociados en proporción a sus operaciones.
Promoción de la educación.
Integración cooperativa.
Finalmente, en 1995, el Congreso de la ACI, realizado en Manchester, Inglaterra, aprobó 7 nuevos principios:
Adhesión voluntaria y abierta.
Gestión democrática por parte de los asociados.
Participación económica de los asociados.
Autonomía e Independencia.
Educación, formación e información.
Cooperación entre cooperativas.
Interés por la comunidad.

Fuentes: Periódico El Barrio/IMFC/Ministerio de Educación de la Nación.