Portal de Parque Chas: "5 años haciendo Historia"
Buenos Aires, Argentina /
Fecha de Publicación:01/12/06 Fuente:Club SABER

INSTITUCIONES BARRIALES
"El S.A.B.E.R" cumple 80 años


Un enorme tramo del curso centenario del barrio Agronomía (hoy Parque Chas) ha sido compartido por la Asociación S.A.B.E.R y sus antecesoras.

El cuadro que presentaba el vecindario hacia la tercera década del siglo pasado era el de un inmenso páramo extraurbano alejado de los desvelos de los poderes públicos. Pero de su humilde y variopinta población (acrisolada mezcla de criollos con desprendimientos de recientes aluviones gringos) surgieron espíritus inquietos, creativos y emprendedores, con vocación de potenciar demandas y reivindicaciones comunes, a través instituciones de genuina raigambre popular.



El 1º de diciembre de 1926 fue fundada la Unión Vecinal Pro-Fomento Agronomía en un cuarto de la casa sita en Llerena 3163.Además de la problemática edilicia preocupaba a sus miembros la cuestión del conocimiento, lo que dio vida a una modesta biblioteca organizada por el director de una cercana escuela creada por el educador y filántropo William C. Morris. Tampoco faltó el estímulo al sano esparcimiento juvenil centrado en la práctica deportiva, en especial del fútbol.

Un par de años después y no lejos de allí, cinco jóvenes amigos reunidos un domingo en la casa de Campillo 2863 resolvieron impulsar una Biblioteca Popular a la que llamarían "El Resplandor en el Abismo", en nada casual coincidencia con el nombre de una polémica obra publicada por el pensador francés Henry Barbusse.

Los propósitos fundacionales de Francisco Abalo, Miguel Casalnuovo, Emiliano Esteban, Juan Paríani y Cristóbal Romero, eran claros y precisos: "Propender a la elevación cultural e intelectual del Pueblo…así como también solicitar a quién corresponda las mejoras y aspiraciones del vecindario…desde una entidad abierta a toda persona…sin distinción de edad, sexo, nacionalidad, creencias y color…"

El breve estatuto consensuado reflejaba la vocación democrática e igualitaria de sus autores, aplicada a una escala que seguramente soñaron ver extendida alguna vez a toda la sociedad humana.

Ninguna de las dos entidades tenía sede propia. La expansión en volumen y en cantidad de adherentes pronto obligó a la Biblioteca Popular a abandonar el domicilio precitado e iniciar un periplo que la depositaría sucesivamente en Llerena 3066, Campillo 2799 y Llerena 2636; siempre en dependencias cedidas por desinteresados y solidarios vecinos.

Transcurriendo la primera Década Infame instaurada en septiembre de 1930 tuvo que alterar su nombre, "El Resplandor en el Abismo" se redujo a un menos sospechoso "El Resplandor".

Ello no impidió que socios y vecinos siguieran nucleándose en conferencias y recitales, integrándose a su cuadro Filo dramático y disfrutando de los juegos de mesa. La Comisión de Damas monitoreaba las clases de corte y confección y de cocina doméstica además de colaborar con la Sub- Comisión de Fiestas.

Los más pequeños podían recibir lecciones de aritmética y sumarse al coro infantil, en cuyo repertorio se destacaban las marchas "El Resplandor" y "Hospital Tornú". Casi un 60 % de la población escolar zonal recurría a los servicios de biblioteca, la que fue reconocida en calidad de Popular por el Ministerio de Educación de la Nación ya en 1929 y registrada por la CONABIP bajo Nº 1351.

En fecha aún no determinada ambas entidades se fusionaron como Unión Vecinal Pro-Fomento Agronomía y Biblioteca Popular El Resplandor, alquilando el amplio predio ubicado en Llerena 2725/27/29.

En 1936 pasó a denominarse Sociedad de Fomento Agronomía y Biblioteca Popular El Resplandor (sustento de la sigla S.A.B.E.R.), quedando oficializada desde 1945 como "S.A.B.E.R. ASOCIACION DE FOMENTO EDILICIO AGRONOMIA Y BIBLIOTECA POPULAR EL RESPLANDOR".

Un ponderable y creativo proyecto de unión con otra señera institución barrial naufragó en 1947, según aún se cree, por una presunta irreconciliable rivalidad deportiva latente entre ambas.

El viejo sueño de la casa propia cristalizó en julio de 1953, promediando el ciclo de plenitud y esplendor iniciado en los años `40 y prolongado por más de dos décadas.

En el S.A.B.E.R no se daban tregua las múltiples actividades. Los vecinos, ávidos de participar y socializar lo sentían como un segundo hogar. Juegos y deportes convocaban sin distinción de edad o de género, descollando las competencias internas e interinstitucionales de basquebol, bochas, tenis-paleta y ajedrez.

Atraían la atención de iniciados y neófitos las muestras de artistas plásticos, los textos en vivo de poetas lugareños, además de la palabra de caracterizados historiadores. Concurridas representaciones teatrales, conciertos, peñas folklóricas y cenas de camaradería culminaban en clásicos bailes familiares, al compás de orquestas o de "selectas grabaciones". ¿Cómo describir el entusiasmo por los pic-nics en las costas de Vicente López y de Quilmes, con sus traslados en camiones y "bañaderas"?

Enorme lucimiento adquirieron los festejos carnavalescos y sus veladas danzantes animadas por los más encumbrados conjuntos típicos y sus hoy legendarios vocalistas, alternando preferencias con orquestas de jazz, de música tropical y característica.

El lleno total en las instalaciones del S.A.B.E.R convertía en insólitas pistas de baile las veredas de su cuadra.

En otro orden, los asociados tenían derecho a atención médica, curación y vacunación gratuita en el consultorio propio; lo mismo que asesoramiento jurídico y notarial.

Pero como espesos nubarrones sobrevendrían períodos de confusión, desconcierto y retroceso, a tono con las largas vicisitudes padecidas por nuestro país. Y no faltó una bomba con la fallida pretensión de apagar para siempre el resplandor de nuestra biblioteca.

Hoy la institución se afirma en el sostenimiento de su añeja vocación solidaria y de servicio hacia la comunidad que la vio nacer hace 80 años.

A pesar de tiempos y de circunstancias históricas, de disímiles estilos de conducción y de fluctuantes adhesiones de la barriada, nunca se resignó a vegetar erráticamente ni se permitió defraudar el legado de sus preclaros fundadores.

Recordaba uno de éstos Juan Pariani, primer bibliotecario de "El Resplandor en el Abismo": "… nuestro lema fue amistad y respeto por las instituciones que se formaron en el barrio, sin diferencia por las tendencias políticas o filosóficas, credos religiosos u orígenes. Lo que más respeto de mi barrio es la presencia y permanencia de los ideales y la ausencia total de discriminación. Este fue un barrio con criterio amplio, hemos tenido también contratiempos, pero la obra está acá. Eso pervive y nada ni nadie la podrá destruir" ("La Agronomía, el campo en la ciudad", en Historia de Buenos Aires Año 2, Nº 8, junio 1988 editado por el Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires).


Programa de festejos

2 de Diciembre, 21.00hs: CENA-HOMENAJE:

(bono contribución $ 12, reservas con anticipación).

- Patinaje artístico:
- Danzas árabes:
- Tango:
- Video- homenaje
- Baile familiar

21 de Diciembre, 18.00 hs: PAPA NOEL, visita nuestro Club

En todas las jornadas, se realizarán muestras artísticas y
fotográficas sobre la historia del S.A.B.E.R , murales , antigüedades.



"Pirucha" Pariani vivió todo el proceso de formación de la Biblioteca Popular "El Resplandor", a la que en la actualidad le sigue dedicando su tiempo. Fue testigo fiel desde los casi 3 años de edad de aquellas reuniones que se realizaban en la pieza del fondo de su casa ubicada en Campillo 2863, y en las que participaba su hermano Juan Pariani socio fundador de la Biblioteca. (ver nota)


Nº1 - Año I-Periódico editado por los socios del SABER - Año 1939





Una crónica del año 1931
A continuación, reproducimos un registro de época, que retrata la oscura realidad del barrio y la tenaz acción llevada a cabo por la Biblioteca para a revertir las situación.

En el primer aniversario del Periódico Mensual "La Voz de Agronomía", órgano de difusión de la Unión Vecinal Pro-Fomento del barrio homónimo, se realizó un reportaje al entonces presidente de la Biblioteca "El Resplandor en el Abismo", señor Orlando.

-Permítanos: ¿Qué móviles les indujo a titular la entidad "El Resplandor en el Abismo"

El señor Orlando sonríe, y con un entusiasmo juvenil nos dice:

-¿Quiere usted más abismo que este barrio en la fecha en que se fundó esta institución? Cuando se carecía de alumbrado público eléctrico, de pavimentación, etc. y sobre todo , lo que más preocupó a sus iniciadores, de alguien que en alguna forma se ocupara de la parte cultural de tanta necesidad en este barrio, pues debo manifestarle que fue la primera Biblioteca Popular fundada en esta zona, y, por consiguiente, fue un verdadero resplandor que iluminó el sendero para que pudiera salir del abismo de la ignorancia en que se hallaban sumidos niños y aún adultos, y hoy de gusto ver el número considerable de lectores que concurre a las bibliotecas a leer o retirar libros.

-Entiendo que la institución que usted preside, realiza también otras actividades

-Efectivamente, -nos contesta,-
desde su fundación, las distintas comisiones, con actividad casi dinámica, con la visión de que su local no fuera un simple depósito de libros, trataron de ligar e interesar al vecindario al programa de acción y es así que desde un principio se han organizado clases nocturnas de instrucción, dadas por los mismos miembros de comisión, donde cada uno enseñaba con toda buena voluntad lo que modestamente, sabía, pues en esa época no existían escuelas en el barrio.

... En la parte edilicia hemos contribuído a subsanar algunas deficiencias, nos hemos preocupado también por la salud pública patrocinando conferencias públicas sobre higiene social; tan eficaces como necesarias para prevenir a la gente trabajadora de las plagas sociales, como la que se realizó en la Facultad de Agronomía, sobre el tema: "Evitemos la tuberculosis"...
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