Fecha de Publicación:01/12/06 |
Fuente:Club SABER |
INSTITUCIONES BARRIALES
"El S.A.B.E.R" cumple 80 años
Un enorme tramo del curso centenario del barrio Agronomía (hoy
Parque Chas) ha sido compartido por la Asociación S.A.B.E.R
y sus antecesoras.
El cuadro que presentaba el vecindario hacia
la tercera década del siglo pasado era el de un inmenso páramo
extraurbano alejado de los desvelos de los poderes públicos.
Pero de su humilde y variopinta población (acrisolada mezcla
de criollos con desprendimientos de recientes aluviones gringos)
surgieron espíritus inquietos, creativos y emprendedores,
con vocación de potenciar demandas y reivindicaciones comunes,
a través instituciones de genuina raigambre popular.
El 1º de diciembre de 1926 fue fundada la Unión Vecinal
Pro-Fomento Agronomía en un cuarto de la casa sita en Llerena
3163.Además de la problemática edilicia preocupaba
a sus miembros la cuestión del conocimiento, lo que dio vida
a una modesta biblioteca organizada por el director de una cercana
escuela creada por el educador y filántropo William C. Morris.
Tampoco faltó el estímulo al sano esparcimiento juvenil
centrado en la práctica deportiva, en especial del fútbol.
Un par de años después y no lejos de allí,
cinco jóvenes amigos reunidos un domingo en la casa de Campillo
2863 resolvieron impulsar una Biblioteca Popular a la que llamarían
"El Resplandor en el Abismo", en nada casual coincidencia
con el nombre de una polémica obra publicada por el pensador
francés Henry
Barbusse.
Los propósitos fundacionales de Francisco Abalo, Miguel Casalnuovo,
Emiliano Esteban, Juan Paríani y Cristóbal Romero,
eran claros y precisos: "Propender a la elevación cultural
e intelectual del Pueblo
así como también solicitar
a quién corresponda las mejoras y aspiraciones del vecindario
desde
una entidad abierta a toda persona
sin distinción de
edad, sexo, nacionalidad, creencias y color
"
El breve estatuto consensuado reflejaba la vocación
democrática e igualitaria de sus autores, aplicada a una
escala que seguramente soñaron ver extendida alguna vez a
toda la sociedad humana.
Ninguna de las dos entidades tenía sede
propia. La expansión en volumen y en cantidad de adherentes
pronto obligó a la Biblioteca Popular a abandonar el domicilio
precitado e iniciar un periplo que la depositaría sucesivamente
en Llerena 3066, Campillo 2799 y Llerena 2636; siempre en dependencias
cedidas por desinteresados y solidarios vecinos.
Transcurriendo la primera Década Infame instaurada en septiembre
de 1930 tuvo que alterar su nombre, "El Resplandor en el Abismo"
se redujo a un menos sospechoso "El Resplandor".
Ello no impidió que socios y vecinos siguieran nucleándose
en conferencias y recitales, integrándose a su cuadro Filo
dramático y disfrutando de los juegos de mesa. La Comisión
de Damas monitoreaba las clases de corte y confección y de
cocina doméstica además de colaborar con la Sub- Comisión
de Fiestas.
Los más pequeños podían recibir lecciones de
aritmética y sumarse al coro infantil, en cuyo repertorio
se destacaban las marchas "El Resplandor" y "Hospital
Tornú". Casi un 60 % de la población escolar
zonal recurría a los servicios de biblioteca, la que fue
reconocida en calidad de Popular por el Ministerio de Educación
de la Nación ya en 1929 y registrada por la CONABIP bajo
Nº 1351.
En fecha aún no determinada ambas entidades se fusionaron
como Unión Vecinal Pro-Fomento Agronomía y Biblioteca
Popular El Resplandor, alquilando el amplio predio ubicado en Llerena
2725/27/29.
En 1936 pasó a denominarse Sociedad de Fomento Agronomía
y Biblioteca Popular El Resplandor (sustento de la sigla S.A.B.E.R.),
quedando oficializada desde 1945 como "S.A.B.E.R. ASOCIACION
DE FOMENTO EDILICIO AGRONOMIA Y BIBLIOTECA POPULAR EL RESPLANDOR".
Un ponderable y creativo proyecto de unión con otra señera
institución barrial naufragó en 1947, según
aún se cree, por una presunta irreconciliable rivalidad deportiva
latente entre ambas.
El viejo sueño de la casa propia cristalizó en julio
de 1953, promediando el ciclo de plenitud y esplendor iniciado en
los años `40 y prolongado por más de dos décadas.
En el S.A.B.E.R no se daban tregua las múltiples actividades.
Los vecinos, ávidos de participar y socializar lo sentían
como un segundo hogar. Juegos y deportes convocaban sin distinción
de edad o de género, descollando las competencias internas
e interinstitucionales de basquebol, bochas, tenis-paleta y ajedrez.
Atraían la atención de iniciados y neófitos
las muestras de artistas plásticos, los textos en vivo de
poetas lugareños, además de la palabra de caracterizados
historiadores. Concurridas representaciones teatrales, conciertos,
peñas folklóricas y cenas de camaradería culminaban
en clásicos bailes familiares, al compás de orquestas
o de "selectas grabaciones". ¿Cómo describir
el entusiasmo por los pic-nics en las costas de Vicente López
y de Quilmes, con sus traslados en camiones y "bañaderas"?
Enorme lucimiento adquirieron los festejos carnavalescos y sus veladas
danzantes animadas por los más encumbrados conjuntos típicos
y sus hoy legendarios vocalistas, alternando preferencias con orquestas
de jazz, de música tropical y característica.
El lleno total en las instalaciones del S.A.B.E.R convertía
en insólitas pistas de baile las veredas de su cuadra.
En otro orden, los asociados tenían derecho a atención
médica, curación y vacunación gratuita en el
consultorio propio; lo mismo que asesoramiento jurídico y
notarial.
Pero como espesos nubarrones sobrevendrían períodos
de confusión, desconcierto y retroceso, a tono con las largas
vicisitudes padecidas por nuestro país. Y no faltó
una bomba con la fallida pretensión de apagar para siempre
el resplandor de nuestra biblioteca.
Hoy la institución se afirma en el sostenimiento de su añeja
vocación solidaria y de servicio hacia la comunidad que la
vio nacer hace 80 años.
A pesar de tiempos y de circunstancias históricas, de disímiles
estilos de conducción y de fluctuantes adhesiones de la barriada,
nunca se resignó a vegetar erráticamente ni se permitió
defraudar el legado de sus preclaros fundadores.
Recordaba uno de éstos Juan Pariani, primer bibliotecario
de "El Resplandor en el Abismo": "
nuestro
lema fue amistad y respeto por las instituciones que se formaron
en el barrio, sin diferencia por las tendencias políticas
o filosóficas, credos religiosos u orígenes. Lo que
más respeto de mi barrio es la presencia y permanencia de
los ideales y la ausencia total de discriminación. Este fue
un barrio con criterio amplio, hemos tenido también contratiempos,
pero la obra está acá. Eso pervive y nada ni nadie
la podrá destruir" ("La
Agronomía, el campo en la ciudad", en Historia de Buenos
Aires Año 2, Nº 8, junio 1988 editado por el Instituto
Histórico de la Ciudad de Buenos Aires).
Programa de festejos
2 de Diciembre, 21.00hs: CENA-HOMENAJE:
(bono contribución $ 12, reservas con anticipación).
- Patinaje artístico:
- Danzas árabes:
- Tango:
- Video- homenaje
- Baile familiar
21 de Diciembre, 18.00 hs: PAPA NOEL, visita
nuestro Club
En todas las jornadas, se realizarán
muestras artísticas y
fotográficas sobre la historia del S.A.B.E.R , murales ,
antigüedades.
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"Pirucha" Pariani vivió todo el proceso de formación
de la Biblioteca Popular "El Resplandor", a la que en la
actualidad le sigue dedicando su tiempo. Fue testigo fiel desde los
casi 3 años de edad de aquellas reuniones que se realizaban
en la pieza del fondo de su casa ubicada en Campillo 2863, y en las
que participaba su hermano Juan Pariani socio fundador de la Biblioteca.
(ver
nota)
Nº1 - Año I-Periódico editado por los socios del
SABER - Año 1939
Una crónica del año 1931
A continuación, reproducimos
un registro de época, que retrata la oscura realidad del barrio
y la tenaz acción llevada a cabo por la Biblioteca para a revertir
las situación.
En el primer aniversario del Periódico Mensual "La
Voz de Agronomía", órgano de difusión
de la Unión Vecinal Pro-Fomento del barrio homónimo,
se realizó un reportaje al entonces presidente de la Biblioteca
"El Resplandor en el Abismo", señor
Orlando.
-Permítanos: ¿Qué móviles les indujo
a titular la entidad "El Resplandor en el Abismo"
El señor Orlando sonríe, y con un entusiasmo juvenil
nos dice:
-¿Quiere usted más abismo que este barrio en la fecha
en que se fundó esta institución? Cuando se carecía
de alumbrado público eléctrico, de pavimentación,
etc. y sobre todo , lo que más preocupó a sus iniciadores,
de alguien que en alguna forma se ocupara de la parte cultural de
tanta necesidad en este barrio, pues debo manifestarle que fue la
primera Biblioteca Popular fundada en esta zona, y, por consiguiente,
fue un verdadero resplandor que iluminó el sendero para que
pudiera salir del abismo de la ignorancia en que se hallaban sumidos
niños y aún adultos, y hoy de gusto ver el número
considerable de lectores que concurre a las bibliotecas a leer o retirar
libros.
-Entiendo que la institución que usted preside, realiza
también otras actividades
-Efectivamente, -nos contesta,-
desde su fundación, las distintas comisiones, con actividad
casi dinámica, con la visión de que su local no fuera
un simple depósito de libros, trataron de ligar e interesar
al vecindario al programa de acción y es así que desde
un principio se han organizado clases nocturnas de instrucción,
dadas por los mismos miembros de comisión, donde cada uno enseñaba
con toda buena voluntad lo que modestamente, sabía, pues en
esa época no existían escuelas en el barrio.
... En la parte edilicia hemos contribuído a subsanar algunas
deficiencias, nos hemos preocupado también por la salud pública
patrocinando conferencias públicas sobre higiene social; tan
eficaces como necesarias para prevenir a la gente trabajadora de las
plagas sociales, como la que se realizó en la Facultad de Agronomía,
sobre el tema: "Evitemos la tuberculosis"... |