Como un suerte de cuerpo biológico dispuesto al
análisis la ciudad presenta y se nos presenta para mostrar en sus calles y
avenidas las venas asfaltadas que estructuran la unidad primigenia que conformo
en su aporia la metrópoli que transitamos.
Una diversidad de fuentes hablan de sus
talentos y los tangos confluyen en su contradicción con el obrero trabajador
que lo admira para cantar sus versos a destiempo de un arrabal que nunca fue de
ellos sino por y para ellos.
Geometría cuadrangular, en su aparente
regularidad esconde finos hilos urbanos que conforman y deforman las alegorías
ciudadanas, orgánicas en su génesis y racionales en la vaciedad de las
especulaciones inmobiliarias que alguna vez se atribuyeron mejorar la vida de
los que cargaban en su cuerpo el peso diario de un trabajo agotador
Se dicen muchas cosas de su conformación, se
establecieron conclusiones y muchas veces se elaboraron teorías que están muy
lejos de ser la verdad. Mientras, casi sin querer la pregunta siempre es la
misma; se puede establecer fehacientemente una a una las razones en que se
gesta una ciudad sometida a devaneos políticos, procesos de inmigración y
tantas otras cosas que ocurrieron y ocurren en este particular país en que nos
toca vivir?. La respuesta es sencillamente...no.
Una avenida puede contarnos historias de viejos
tranvías con pasajes a los ensueños arrugados en nudosas manos que hacían que
un domingo fuera el momento que se traspasaban las fronteras establecidas por
el trabajo acusador. Una ignota calle sabe mas que muchos investigadores de la
urbanidad acerca de su verdadera esencia, conformada, deformada y finalmente
disociada, elabora en sus veredas, cordones y cunetas mucho de lo que saben
quienes las transitan en sus tareas cotidianas mientras casi sin querer
encontramos en una vieja almacén algunos de los recuerdos que alguna vez nos
contaron.
Metrópoli ciudadana, gigante irresuelto, Reina
del Plata y muchas cosas mas, Buenos Aires es grande en su esencia porque a
pesar de los vidrios espejados en sus moles de hormigón ella sabe habitar
quimeras pergreñadas en “el barrio” esa extraña y familiar estructura fundante
y aparentemente marginal que logra con el silencio que solo otorga la dignidad
establecer las rutas apuradas de un destino por andar.
Arq. Gustavo Franco
e-mail: gustavat55@hotmail.com