DEFENSA
DEL CONSUMIDOR
Ojos bien abiertos
¿Quién no sucumbió alguna vez a los falsos
encantos de un vendedor de artículos fallados o al discurso
persuasivo de un promotor de servicios ilusorios? Para defender
a quien compra o contrata de buena fe, las constituciones de la
Nación y de la Ciudad han consagrado los derechos del consumidor
y del usuario.
La Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires ofrece
una serie de recomendaciones de lo que usted debe hacer o tener
en cuenta para ejercerlos en plenitud y evitar que le metan el
perro.
Exija información. Todo vendedor o proveedor está
obligado a suministrarle información veraz, detallada,
eficaz y suficiente sobre lo que usted compre o contrate. Ese
deber incluye la entrega de un manual y su correspondiente certificado
de garantía, en idioma nacional sobre el uso, la instalación
y mantenimiento de la cosa o servicio de que se trate.
Cuide su salud. El uso adecuado de lo que compre no debe
atentar contra su salud. Si adquiere un producto riesgoso, demande
un manual en castellano con instrucciones precisas sobre su uso.
Verifique que en el envase de los alimentos perecederos se consigne
su fecha de vencimiento.
Verifique la publicidad. La Ley de Defensa del Consumidor
establece que las precisiones formuladas en la publicidad obligan
al oferente y se tienen por incluidas en el contrato con el consumidor.
Por lo tanto, léalas y en caso de duda- consulte.
Exija que le expliquen detalladamente las condiciones y fechas
límites de las ofertas y promociones. Compruebe que en
la publicidad se detalle la cantidad de unidades (kilogramos,
latas, paquetes) que en ellas se incluyen.
Requiera compromisos escritos. Con su compra, usted deberá
llevarse la documentación que contenga las condiciones
de devolución o cambio del producto adquirido.
Evite sorpresas. Repare siempre en los costos extras por
envío, en los recargos por instalación y servicios
y en los impuestos. Inclúyalos en el cálculo del
precio final.
Revise la garantía. Exija que el certificado de
garantía esté redactado en castellano, contenga
el nombre y domicilio del fabricante, del importador, del distribuidor
y del vendedor e identifique al artículo comprado, sus
condiciones de uso, instrucciones de mantenimiento y reparación
y su plazo de validez. Recuerde que existe una garantía
legal por un plazo de tres meses que no puede ser obviada o dejada
sin efecto por ninguna garantía escrita.
Pida, controle y conserve la factura. Es la principal
prueba de su compra. Los tickets que entregan los comercios autorizados
-supermercados, quioscos- deben identificar claramente lo adquirido.
La factura debe describir el artículo comprado y consignar
su precio, las condiciones de pago y entrega, y el nombre y domicilio
del vendedor.
Averigüe las condiciones de las compras a crédito.
Pida que le expliquen todos los términos -precio de contado
y financiado, número de cuotas, interés mensual,
gastos extras, plazo de entrega- y que queden debidamente consignadas.
Tómese el tiempo necesario, consulte, lea todo (letra chica
incluida) y no firme nada que no esté claro. No se apure
ni deje que lo apuren.
Reflexione. En todo contrato de compra o contratación
de un bien o servicio que firme en su domicilio o lugar de trabajo
deberá constar por escrito que goza de un plazo de cinco
días corridos para rechazar la propuesta sin costo alguno;
es el llamado plazo de reflexión.
Hágase respetar. No acepte desconsideraciones ni
abusos. Como consumidor o usuario tiene derecho a un trato equitativo
y digno. Reclame, infórmese, exija. Y abra bien los ojos.
La ley lo protege; pero de usted depende que se cumpla.
Fuente: Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires