Entrevista a Ariel Alderete, Director
del Centro de Gestión y Participación Nº 11
"Quiero poner en valor la palabra participación"
Desde abril pasado Ariel Alderete volvió a asumir como
Director del CGP11, en reemplazo de Ana Maiorkevich.
En el reportaje concedido a Parquechasweb, insistió
en que su objetivo es lograr una mayor participación de los
vecinos como agentes de control de gestión, y además
nos habló de un ambicioso proyecto que les devuelva a los cartoneros
su dignidad.
Por Fernando Belvedere
- ¿Cuáles son las metas para este nuevo mandato al frente
del CGP11?
- Mi intención es poner en valor la palabra "Participación",
por lo tanto mi proyecto es la participación. Mi obligación
es llevar a cabo la gestión, y participar es una obligación
de los vecinos, así empecé yo mi llegada al CGP.
Tenemos que lograr un mayor compromiso por parte del vecino para que
se involucre más en el Presupuesto Participativo, en el Consejo
Consultivo Honorario que funciona en este Centro de Gestión,
y ahora en la auditoria del nuevo servicio de recolección de
residuos, a través del Control de Higiene
Urbana.
- ¿Cuál es el tema más urgente a resolver?
- El tema de los cartoneros esta primero en la lista de mi agenda.
El segundo tema es acercar el Centro de Gestión y Participación
a los barrios. El área que abarca nuestro CGP es muy extensa,
y a muchos vecinos se les hace difícil llegar hasta acá.
Si bien tienen la posibilidad del reclamo telefónico, la mayoría
de las veces la gente no tiene tiempo porque está con sus problemas
particulares.
Ya comenzamos a salir por algunos barrios, como por ejemplo la visita
que hicimos a Parque Chas, con motivo de la campaña de vacunación
encarada por la Secretaría de Salud porteña. Muchos
vecinos nos vieron en la plaza Éxodo Jujeño donde pudimos
hacerles saber los servicios que brinda el CGP11, y además
algunos de ellos nos presentó sus reclamos sobre poda y corte
de raíces y arreglos de veredas.
- ¿Cuáles son las mayores dificultades
que tiene el CGP11?
- El proyecto inmediato es ampliar el edificio, ya que la mayor
dificultad que tenemos es que el espacio de trabajo es insuficiente,
ha quedado chico, se trabaja incómodo lo que dificulta la
atención al vecino.
Se extendió el salón de planta baja para que lo ocupe
el Registro Civil. Este es un CGP con muchos servicios y poco espacio,
y en el futuro se va a descentralizar el Servicio de Salud para
que funcione acá. Hoy estamos brindando servicios de derivaciones
y consultas. Tenemos también el servicio de mediación
comunitaria, y mi intención también es que venga la
oficina de intermediación laboral, ya que hay mucha demanda
de este tipo.
Hay que crear puestos de trabajo genuinos pero con una impronta
diferente a la de los Planes Jefes y Jefas de Hogar. Con todos estos
servicios se estaría gestando una génesis de Comuna.
- ¿El Centro de Gestión contará
con una cuadrilla propia?
- Sí, pero no va a dar una solución más rápida
a los reclamos. Este CGP abarca una zona muy grande y la cuadrilla
se ocupará de los reclamos o emergencias menores, que es
también otra forma de descentralizar. Estará compuesta
por siete personas que viven dentro de los límites de este
Centro de Gestión. Habrá albañiles, electricistas,
herreros, etcétera, y la misma ya está armada a la
espera de que se firmen los contratos respectivos; el personal tendrá
seguros de vida.
Estamos en un proceso lento -cosa que no está del todo mal-
porque si nos apuramos corremos el riesgo de que colapse la gestión,
ya que no podríamos atender los reclamos en la forma adecuada.
- ¿Crees que hay consenso para que
este año salga la Ley de Comunas?
- La Ley de Comunas está en marcha desde el año pasado,
y la estrategia que voy a implantar yo desde el CGP con respecto
a este tema, es el estar en contacto directo con las instituciones
y vecinos de los barrios y ver cuál es el interés
que existe sobre el tema de las Comunas.
Se me ocurre hacer una campaña que lleve por título:
"¡Señores, va a haber Comunas!", y abajo:
¿Usted sabe qué son las Comunas?
Yo creo que muchos no tienen en claro qué son la Comunas,
aún los que están llevando a cabo este proceso, y
no lo sabremos hasta tanto comiencen a funcionar. Todavía
hay discusiones superficiales como por ejemplo el número
de Comunas y qué barrios incluirán.
A mí lo que me interesa saber es con qué presupuesto
vamos a contar. No es lo mismo la zona norte que la zona sur de
la capital, en las que se dan distintas necesidades y realidades.
Hay mayor recaudación en el norte que en el sur, por eso
yo creo que deberá existir una coparticipación.
Los principales temas no están puestos en valor, por eso
habrá que explicarle a la gente la complejidad de todos estos
mecanismos. Hay que abrir la discusión y en definitiva los
legisladores tendrán la última palabra tomando todo
lo trabajado hasta el momento: Qué atribuciones van a tener
las Comunas, cuáles serán sus obligaciones, quién
les pagará el sueldo a los empleados que trabajarán
en ellas (la Administración central o la Comuna), si la Salud
y la educación se descentralizaran también.
Será un largo debate, que si se extiende mucho en el tiempo
puede que fracase. Habrá entonces que arrancar con un acuerdo
marco que luego se vaya perfeccionando con el tiempo.
La Comuna es una herramienta formidable que nos va a cambiar la
vida, para bien o para mal, eso dependerá de muchos factores.
Por mi parte quiero que el vecino tenga la posibilidad
de saber todos estos temas, si participa o no, será su desición
. Es peor que no participe por ignorancia.
Como creo que hay que participar les voy a facilitar las herramientas.
En el Hospital Tornú tenemos una excelente
muestra de participación de los vecinos -propiciada también
por su Director- en la que se está solicitando la remodelación
total del ex pabellón de maternidad , para que allí
funcionen los nuevos servicios de guardia y quirófanos del
hospital, servicios que en la actualidad están en déficit.
- ¿La democracia participativa está
desplazando a la representativa?
- Mi participación nació en una Asamblea. La Asamblea
tuvo su impronta, y se equivoca quien piensa que desaparecieron,
las mismas no desaparecen, se callan.
En aquella esquina estará nuevamente la gente cuando un motivo
las vuelva a convocar igual que en el 2001. Pero también
es cierto que en las Asambleas aterrizó mucha gente con la
intención de convertirlas en un movimiento político,
y se equivocaron porque mucha gente no quiso.
La democracia participativa no creo que ocupe
el lugar de la representativa, en todo caso se pueden complementar
y enriquecer mutuamente.
Creo sí en un mayor control. Vivimos en esta ciudad las 24
horas del día y participamos cada cuatro años, me
parece que habrá que dedicar algunas horas más a la
participación. Yo quiero que el vecino me controle, no quiero
hacer lo que quiero sino lo que debo.
Cuando tengamos las Comunas, una de las ventajas
será conocer bien a la persona que vayamos a elegir como
Jefe comunal, porque será del barrio, por lo tanto contará
con poco margen para hacer lo que quiera, pero para ello es fundamental
que la gente participe y se involucre.
- ¿Cómo se resuelve la situación
de los cartoneros en los límites del CGP11?
- Por lo pronto hemos hecho un operativo en la calle Trelles cerca
de la estación de La Paternal, sacamos el dormi que se habían
armado y el basural de alrededor. El vecino sólo cree que
los hemos sacado y nada más, pero no es correcto.
El tema de los cartoneros se soluciona con una
política de gobierno y no desde un Centro de Gestión
y Participación.
La mayoría vive en el Gran Buenos Aires y por una cuestión
económica les conviene dormir acá, antes que ir venir
todos los días.
Hemos hecho un operativo que consistió en sacar a los moradores
que ocupaban la vía pública, no así a los que
acopian papel y cartón, porque es su única fuente
de ingresos y yo prefiero tener un cartonero que un "chorro",
prefiero un cartonero y no a un hijo de cartonero trabajando, al
pibe lo quiero en una escuela.
Es por ello que tenemos un proyecto -creo yo-
muy ambicioso.
No sirve de nada decirle al cartonero que cambie de vida, porque
el cartonero es un ser destruido, esta mal visto por todos, nuestros
ojos los miran con desprecio y se los hacemos sentir.
Ellos entienden un idioma: ¡Junté diez kilos, gané
diez pesos!, y así es su realidad.
Como yo creo que es un problema económico,
les puedo dar guantes, pecheras y registro pero en el fondo no les
soluciono nada. Una forma de favorecerlos y que por ahí me
escuchen con interés es decirles que en vez de ganar diez
pesos por kilo, van a ganar quince por kilo.
Esos cinco pesos de más serán una obligación
del gobierno para paliar la situación. Entonces se les propone
que armen un equipo de trabajo para que junten mayor cantidad de
cartón y papel, sin querer les estamos haciendo formar una
cooperativa sin hablarles de cooperativismo.
Se les preguntará a los cartoneros cuántos
hijos tienen y qué hacen, y se les ofrecerá escolarizarlos
en una escuela de gestión estatal, en dónde tendrán
educación y un plato de comida, de lo contrario no podrán
recibir los cinco pesos de más.
Ese pibe que ahora ayuda al padre, también
está recibiendo miradas de desprecio, y me preocupa mucho
su futuro. Esos chicos ya nacen mal y pueden terminar con una bolsa
con pegamento y cuando llegan a eso "fuiste", se destruyen
las neuronas.
El tema pasa por organizar a los cartoneros para
que el proyecto funcione. La idea sería formar grupos y dividirlos
por zonas para potenciar la recuperación de de papel y cartón.
Los vecinos en general no quieren cartoneros en sus barrios, lo
que nosotros decimos es que no habrá cartoneros, sino recolectores
de materiales reciclables.
A cada grupo se les dará un uniforme (color/zona), con el
nombre impreso, por lo tanto se les dará identidad. Con eso
pretendemos que la desconfianza del vecino se vaya transformando
de a poco en solidaridad, porque con el tiempo a aquel que mirábamos
con desconfianza, ahora lo vamos a conocer y seguro que colaboraremos
con él separándole los materiales. Se valorizará
su trabajo y cambiará la relación con el vecino del
barrio. Estará integrado y dejará de ser un marginado.
Se les proveerá de bolsas para dejar en
las casas, se les construirán carros que estarán debidamente
identificados, los que irán pagando de a poco ya que ahora
ganan más.
Ahora al estar identificados con un uniforme
se transformaran en recolectores urbanos y dejaran de ser los cartoneros
que mucho vecinos putean o miran con desconfianza, entonces se les
devuelve la dignidad.
Todo así descripto parece muy lindo, pero
ahora hay que ir a hablar con los cartoneros, convencerlos y demostrarles
que el proyecto puede ser viable, también hay que decidir
si se puede comprar a quince lo que sale diez.
Hay que ponerse de acuerdo con la Secretaría
de Salud y de Educación ya que estarán involucrados
en el tema, pero eso depende de una decisión política,
y las cosas que parecen simples son las más complejas.
Dentro del ámbito del CGP11 hay
censados aproximadamente 1.760 cartoneros, pero yo así no
los quiero. Como te dije antes, a esta gente hay que devolverle
la dignidad, y eso es lo que no se ve.
Además yo me debo a todos los vecinos que pagan sus impuestos,
y no es justo que tengan un asentamiento en la puerta de su casa,
y esa es en definitiva mi obligación, atender todas las situaciones.
Junio 2005
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Foto: ParqueChasWeb |