Morir en Parque Chas
Voy a quedar para
semilla de la República
un viejo poblador
de esta calle que
fue triángulo espejo
beso flor silla de mimbre
guardaré para las venas
como si tuviera que
ponerme a circular
entre antiguas tormentas
desearía perder la brújula
llegar a deshora
a todos los muelles
que las tablas enmohecidas
que las herrumbres
chillen con su verbo
de papel de ausencias
¿qué diferencia hay
entre un mar y esta esquina?
pierdo el rumbo entonces
viejas cartas tristes
revuelven la arena
de las plazas
rastrean en vano
los pasos que di
mi infancia mi prepotencia
esta situación será
insuficiente como el tiempo
salgo de la vereda que
me vio en otras luchas
las paredes donde supe
pintar los nombres de
quienes hoy son mis muertos
sólo permiten olvidar
las pequeñas cosas
imperdonable desconocer
el dedo del poeta Luchi
ordenando su corazón de exilio
desde el otro lado del océano
yo tuve mejor suerte
dejé mi barrio
por una bahía al sur
la ergástula fue llamada
la cárcel desde donde
se fundó Ushuaia
evoco ciudades europeas
esas luces que fueron
la persecución de todo
sueño y carnaval
jamás despertaría si
me duermo ahora
jamás podré volver
a entrar por Cádiz
que sería lo correcto
como para mantener
el derrotero de los Chas
ver otras caras
auténticos fantasmas
mi sombra entre
las fogatas de San Juan
santiguarme desde
La Sagrada Familia
hasta San Alfonso
desde que hicieron a
Triunvirato un viaje de vuelta
ya no se puede entrar al barrio
sin atender el sentido
desquiciado del tránsito
por Gándara no se sabe
de entusiasmo
de lado a lado
no se gana ni
para semáforos
ya no es lo mismo
ni mi calle es mía
ni la muerte me espera
pero podrán deslizar
el féretro con toda poesía
por el entubado
de la calle Ballivián
cuando haga río
a mitad de la navegación
me verán caminar
sobre el agua
levantando la vida
desde los bronces
de mi ataúd
será como resucitar
con la esperanza de
llegar a la rambla
de Barcelona y agradecer
tanto laberinto.
Daniel Quintero
de «De gorrión sentimental»
/poemas de Parque Chas
inédito 2020