ActualidadNoticias destacadas

“Mi vida en Télam, una crónica apasionada y profesional más allá de las fuerzas del cielo”

 

 

 

 

En su 79º aniversario, encuentra a la agencia intervenida por el gobierno de Javier Milei, y a sus trabajadores, en plena lucha contra el anuncio de cierre que formalizó el presidente el pasado 1 de marzo. En este contexto, ParqueChasweb invitó a uno de los periodistas históricos de Télam para hablar de su trayectoria y de los sentimientos que lo atraviesan en este momento.

 

 

Por Jorge Pailhé

 

Siempre sostuve que el hecho de acumular años en un lugar determinado -digamos, un trabajo- no es un mérito en sí mismo.

Por eso le escapé mucho a los reconocimientos o felicitaciones por llevar más de cuatro décadas trabajando en la agencia de noticias Télam.

Pero por obra y gracia de los gobiernos neoliberales, Télam es noticia, y no precisamente una buena.

Nos pasó en el ‘96 con Carlos Saúl, en el 2001 con De la Rua, en el ‘18 con Macri y ahora –tal vez la peor de todas las crisis- con el gobierno que en nombre de la libertad no nos deja trabajar con ídem y a la ciudadanía no le permite informarse con ídem. Pequeñas delicias de la vida neoliberal.

El 14 de abril pasado la agencia de noticias y publicidad estatal cumplió 79 años, y yo voy rumbo a tener en septiembre próximo 45 trabajando en ella. Ergo: más de la mitad de la vida de la empresa me tuvo adentro, haciendo lo que mejor honestamente me sale: periodismo.

A veces en mejores condiciones, a veces no tanto, con gobiernos más o menos del palo, siempre hice lo que me gusta y no me puedo quejar por el resultado, lástima que cuando estoy llegando al final de mi carrera (en marzo de 2025 me llega la jubilación) los campeones de la libertad me impiden trabajar –como al resto de mis compañeras/os- y me dejan con la ñata contra el vidrio, resistiendo en un acampe semejante acto de violencia y discriminación.

Frente a este nuevo embate contra Télam, que coincide con otra etapa de lucha y resistencia ejemplar de parte de trabajadores y SiPreBa pero también con gusto a balance, agradezco el convite del amigo Fer Belvedere para hacer algunos comentarios sobre mi vida en la agencia, que como quedó claro abarca dos terceras partes de mis días.

Se dijo, se dice y se dirá que Télam es una familia. Como tal, alberga peleas, discusiones, malentendidos y también solidaridad, comprensión y cariño. Hasta no hace muchos años, nos encontrábamos al mediodía a almorzar en su comedor, donde cualquiera se acercaba a cualquiera sin importar escalafón o gerencia para hablar con franqueza de lo que quisiera, un ejemplo del espíritu que siempre reinó en el conjunto de los laburantes.

Hablar de mi historia personal vinculada a Télam es hablar de descubrimientos y enseñanzas, pasiones y alegrías, decepciones y (relativos) triunfos.

Viajar a no menos de 25 países, vislumbrar variadas culturas, aprender del dolor de otros; hacer amistades, gozar con alguna que otra primicia o con crónicas que hasta te cambian la cabeza después de escribirlas, vivir “desde adentro” la guerra de Malvinas y la vuelta de la democracia, los triunfos mundialistas y la ejemplar resistencia de las Madres y las Abuelas, los extraordinarios avances científicos compatriotas y la cobertura de una política regional soñadora e igualitaria…

Todo eso es, para mí, el periodismo y Télam, una alianza inoxidable más allá de los gobiernos neoliberales y sus atropellos, más allá incluso del retiro obligado pero necesario.

 

 

 

 

 

Portal de Parque Chas

Redacción

Deja una respuesta